En donde María tiene vivencias de un adolescente en un ámbito dañino.
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La historia romántica de dos corazones en la advercidad.
-Fanfic.
-Danilo Sanchez x OC.
-Inició: 26/01/24
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Creo que tu casa está embrujada Tu madre está siempre enojada, esa debe ser la razón.
No le deseo el mal a nadie, a menos que este te levante temprano. Y que más que los ruidos que se escuchaban en la habitación continua a la mía, no me podía acercar. Me preparé rápido para ir a la escuela y me fui.
No me animo a llamarlos tal como son, de niña solo podía esconderme en el armario de la cocina, hasta que estos pasasen y el monstruo saliera de la habitación de mi mamá. Les e puesto ese nombre, ya que al salir de mi hogar los veía en los alrededores.
En el negocio, en la cancha, en la escuela, en la parada.
En todos esos lados se encontraban los monstruos que venían a casa y provocaban esos ruidos.
Ya saliendo de mi casa, sin desayunar, porque no quería quedarme más tiempo en ese lugar. No podía dormir en casa de la señora Marta, porqué no estaba. Me dijo que se había ido a ver a sus hijos, luego volvería. Tardaba hasta dos días en ir y volver.
Así que lo único que podía hacer era buscar a los chicos.
En el camino al colegio me cruce a Carlitos, para ir los dos juntos. Pero escuché un quejido de este, dándome vuelta para ver qué pasó.
Veo al responsable de mis pensamientos y sueños. Solo sonreía y eso para mi ya era suficiente para arreglar mi día.
-¿Para dónde van?-preguntó.
-A la escuela-contesté, creí que era obvio por las mochilas.
-Vamos a probarnos mejor, Carlo'. Podes venir también Mari.
-Cuándo.
-Mañana, ahora boludo, vamos yendo.
No me gustaba la idea de faltar a la escuela, pero él me pedía ir.
Yo solo asentí, esperando la respuesta de Carlos.
-No puedo, mi mamá me mata si se entera que me ando ratiando.
Para seguir caminando, sin decir nada y dándole una rápida mirada a Danilo, seguí a Carlos.
Él sin aceptar un no por respuesta siguió presionando para que este acepte.
En el transcurso del camino justo se paro un auto al lado de nosotros. Era el tío de Carlitos, Kiru.
-Qué onda, chicos-preguntó, para luego mirarme a mí -Te estás poniendo bonita, Mari. Ojo con los chicos.
Sacándome una risa por lo último, más el comentario no le sentó bien a una persona a mi lado, por como se paró más recto.
-¿Y esta nave' Kiru?
-Me la prestaron. ¿Esta linda o no?- presumía. Haciendo que asintamos los tres como soldaditos.
》¿Quieren que los lleve a la escuela? así entran como campeones.-para luego reírse.
Ni lento ni peresoso, Danilo le pregunto si nos acercaba hasta Liniers, para que estos se puedan probar. Animado contestó que sí, y se quedaba a verlos junto a mí, para no dejarme sola.
Los lugares quedaron así: Danilo y yo en la parte trasera, y Carlitos de copiloto.
Habían un par de cosas en el asiento trasero, haciendo que nos sentarnos muy juntos. Solo podía ponerme nerviosa ante el acto de que nuestras rodillas choquen.
El camino al club fue muy animado, mientras ellos hablaban de fútbol solo podía escuchar y comentar cuando yo les entendía algo, siendo que mis intervenciones fueran nulas.
Estar tan cerca de Danilo hacia que pudiera sentir su olor y calor corporal, el olor a perfume de hombre, mezclado con sudor y cigarrillo, era lo que sentía. Tranquilamente podría considerar su olor como una droga, llegando al estímulo máximo que se podía en mi cuerpo.
Un acercamiento tonto de él y yo, ya estaba prácticamente a sus merced, era muy débil ante el olor corporal masculino.
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No tardamos mucho en llegar al club. El cual lo más destacado de este era el perfecto estado en el que estaba, se veía que invertían bastante.
Mientras ellos se iban a cambiar, Kiru y yo nos acomodabamos en las gradas para tener un vistazo general de la prueba.
Eran bastantes chicos,al entender poco y nada, supuse que les iba bien porque los demás no destacaban como estos.
Pero eso también estaba influenciado en el que uno de los presentes me gustara más de lo normal.
Terminó la prueba y solo podían esperar los resultados. Al terminar de nombrarlos solo escuchamos el nombre de Carlitos, más no de Danilo.
Este enojado se levantó y preguntaba por él. El entrenador, se había equivocado y no lo nombró.
Haciendo que los dos vuelvan contentos porque quedaron para la segunda instancia de las pruebas.
La cara sonriente de los dos era digna de una fotografía, para un recuadro.
Y creo que deberías venir a vivir conmigo Y podemos ser piratas Así ya no tendrás que llorar, O esconderte en el clóset
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Finalmente, terminé el capítulo. ¿Creen que debería hacer un maratón? Gracias por su apoyo, les deseo buenas noches.
