Siluetas Del Ayer

-Capitulo 3-

Dentro de su habitación, Jiyeon se dejó caer sobre la cama, su rostro reflejando una mezcla de tristeza y frustración. Mientras tanto, en la sala, los padres de Seojun discutían los detalles del acuerdo con los padres de Jiyeon.

Soo-Min: "¿Realmente piensan que esto es lo mejor para todos?"

Eun-Ji, con frialdad, respondió: "Estamos asegurando el futuro de nuestro hijo y el de su hija. Es lo que importa."

Padre de Jiyeon: "Pero están separando a dos jóvenes que se aman. ¿Eso no les preocupa?"

Minho: "A veces, el amor no es suficiente. Estamos pensando en el bienestar a largo plazo de ambos."

Mientras los adultos debatían, Jiyeon, desde su cuarto, escuchaba la conversación con lágrimas en los ojos. Intentó contener sus sollozos, pero su corazón estaba roto.

Eun-Ji: "Les daremos un tiempo para prepararse. Jiyeon debe partir pronto."

Los padres de Jiyeon, a pesar de sus dudas, aceptaron el acuerdo. Seojun, ajeno viendo llegar a sus padres a casa, notó la tensión en el ambiente.

Seojun: "¿Qué está pasando aquí?"

Soo-Min: "Hemos tomado una decisión importante para tu futuro, Seojun."

Minho: "Estamos asegurándonos de que tengas las mejores oportunidades. A partir de ahora"

Seojun, sorprendido y consternado, miró a sus padres, sin entender completamente las implicaciones de lo que acababan de decidir. Mientras tanto, Jiyeon, en su cuarto, escuchaba el destino que les habían impuesto.

En el último día de clases, Jiyeon y Seojun se encontraron en la salida de la escuela, enfrentando la difícil realidad que se interponía en su amor.

Jiyeon, con voz entrecortada, expresó: "Tal vez nuestros mundos son completamente diferentes para formar un destino único. Debo irme, Seojun. Sé que no puedes elegir entre tu familia y yo, así que me alejaré de tus metas y sueños para que tengas un futuro prometedor."

Seojun, con lágrimas en los ojos, intentó decir algo, pero las palabras no salían. Jiyeon, notando su lucha interna, continuó con voz apesadumbrada: "¿Los eliges a ellos o a mí?"

Hubo un momento de silencio tenso. Seojun, abrumado por la presión de las expectativas familiares, no pudo pronunciar palabra. Jiyeon, entendiendo la respuesta en su silencio, soltó su mano y salió corriendo.

Seojun, con lágrimas en los ojos, la siguió por un momento, pero se detuvo cuando su madre le gritó desde el auto. "Seojun, ya vámonos." Con un nudo en la garganta y la mirada fija en el lugar donde Jiyeon se alejaba, Seojun entendió que acababa de dejar ir a la persona que más deseaba en su vida.