Siluetas Del Ayer

-Capitulo 8-

Soo-ji: "Su-ho se volvió bastante amargado desde que te fuiste."

Ji-min: "Para qué nos vamos a engañar, siempre lo fue."

Mientras caminaban hacia la entrada de la escuela, una moto los esquivó.

Joon: "Oye, ¡fíjate! ¡Es Seojun!"

Dong-hyun: "Nos enteramos de que Seojun regresaría esta mañana."

Soo-ji: "¿Tenías algo con Seojun, verdad?"

Jiyeon: "¿De qué estás hablando?" (Nerviosa, ya que nadie sabía que Seojun y ella tenían una relación en el pasado; lo mantenían en secreto, y el único que lo sabía era Su-ho.)

Soo-ji: "Olvídalo. Me enteré de que salió con una chica, y esa chica aceptó dinero sucio de su padre para irse y dejarlo solo."

Ji-min: "Qué hipócrita esa chica."

Joon: "Sí, qué estúpida. Deja a un chico increíble como él."

Seojun se quitó el casco y lucía diferente. Su cabello era distinto, y llevaba aretes; ya no parecía el estudiante ejemplar que solía ser.

Soo-ji: "Cuando te fuiste, Su-ho ahora es el mejor de la clase. Seojun se alejó de sus padres, vino a la escuela durante un mes, pero completamente cambiado. Pasó de ser el mejor de la clase a ser un estúpido engreído... y no deja de buscar a esa chica."

Joon: "Dejó la escuela después de ese mes, y nunca más supimos de él. Solo sabemos que la ha estado buscando."

Ji-min: "Y ahora, mírenlo, regresó como si nada."

Jiyeon: "... Seojun."

Joon: "Vamos, se nos hace tarde para la escuela."

Jiyeon, intentando ocultar su nerviosismo, continuó caminando con sus amigos hacia la entrada de la escuela. Aunque la emoción de ver a Seojun la embargaba, se esforzó por mantenerse discreta.

Mientras se dirigían a sus aulas, el grupo notó que Seojun se mezclaba entre la multitud. Soo-ji comentó con ironía:

Soo-ji: "Seojun cambio demaciado."

Ji-min: "Pensé que se había evaporado después de dejar la escuela."

Joon: "¿Creen que todavía está buscando a la chica que lo abandonó?"

Dong-hyun: "Probablemente. Al parecer, nunca superó eso."

Jiyeon escuchaba en silencio, tratando de evitar cualquier contacto visual con Seojun. Aunque la tentación de enfrentarlo era fuerte, sabía que por ahora, era mejor mantener las cosas en secreto.

Mientras avanzaban por los pasillos, Jiyeon se preguntaba cómo enfrentaría el reencuentro con Seojun sin revelar su regreso. La escuela, que alguna vez fue un lugar familiar, ahora parecía llenarse de desafíos inesperados.

El día avanzaba, y Jiyeon se esforzaba por seguir con normalidad. En el almuerzo, mientras estaba con sus amigos en la cafetería, notó que Seojun también se encontraba allí. Intentó mantenerse concentrada en la conversación con sus amigos, pero una parte de ella no podía evitar echar vistazos ocasionales hacia donde estaba Seojun.

Soo-ji: "Oye, ¿viste que Seojun sigue con su actitud de chico solitario?"

Ji-min: "Es como si no hubiera cambiado nada desde que te fuiste."

Jiyeon asintió, aunque en su mente revivían recuerdos de los momentos compartidos con Seojun. Mientras tanto, Seojun, ajeno al regreso de Jiyeon, se sentía desconectado de la rutina escolar.

Al final del día, Jiyeon se dirigió a casa, reflexionando sobre cómo manejar la situación. Sabía que eventualmente tendría que enfrentarse a Seojun, pero por ahora, prefería observar desde la distancia. El reencuentro estaba marcado por la incertidumbre y las emociones entrelazadas, y Jiyeon se preguntaba cuánto tiempo podría mantener su regreso en secreto.

En un día ordinario en la escuela, la rutina se rompió de manera inesperada. Un compañero de clase, sin querer, lanzó un pastel que terminó impactando en el rostro de Jiyeon. Rápidamente, ella, quien estaba maquillada para mantener en secreto su identidad frente a Seojun, se dirigió apresuradamente hacia el baño para reparar el daño.

La multitud de curiosos la seguía, y en medio del caos, Seojun se aproximaba sin entender la situación. Para evitar ser vista por él, Jiyeon esquivó a Seojun, pero sus compañeros, intentando detenerlo, lo derribaron al suelo. Mientras tanto, el grupo continuó persiguiendo a Jiyeon hasta el abarrotado baño, donde temía ser reconocida.

En el baño, con el corazón latiendo rápidamente, Jiyeon se enfrentó al dilema de que Seojun descubriera que ella había vuelto y ademas nadie sabia que ella era la chica que acepto el dinero sucio. De repente, Su-ho apareció y, notando la situación, decidió intervenir. Se quitó su saco y cubrió el rostro de Jiyeon, actuando rápidamente para llevarla al otro baño del otro lado de los pasillos.

Pasaron cerca de Seojun, quien se quedó confundido ante la escena. Su-ho, sin decir una palabra, había reconocido a Jiyeon desde el momento en que entró al salón de clases por su carisma y su forma de ser. La confusión de Seojun creció, pero por ahora, Jiyeon había evitado ser descubierta.

Jiyeon, con el rostro cubierto por la chaqueta de Su-ho, sintió alivio momentáneo mientras cruzaban el pasillo hacia el otro baño. La confusión se apoderaba de Seojun, quien observaba la escena sin entender del todo lo que sucedía.

Su-ho (mientras cubría a Jiyeon): "Manten la cabeza baja y sigue caminando. No dejes que te vean."

Jiyeon asintió, agradecida por la intervención inesperada de Su-ho. Mientras tanto, Seojun se aproximaba, tratando de entender la situación.

Seojun: "¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Su-ho está ayudando a alguien que ni siquiera conoce?"

Los compañeros de clase, curiosos, observaban la escena. Jiyeon, preocupada por ser descubierta, murmuró a Su-ho:

Jiyeon: "Gracias, Su-ho. No sé qué hubiera hecho si me descubrían."

Su-ho: "No te preocupes. Mantén la calma y resolvamos esto."

Mientras tanto, Seojun seguía desconcertado, pero por ahora, Jiyeon había evitado ser el centro de atención no deseada.