La habitación, ahora llena de trozos de cristal, era un reflejo de la tormenta que se desataba en su interior. Lastimado por los vidrios rotos, Seojun recordaba cada día lleno de alegría con Jiyeon.Recordó el día soleado en el parque, cuando Jiyeon le preguntó sobre el color del cielo. Seojun, con una sonrisa, le explicó el fenómeno atmosférico, y ambos compartieron risas bajo el cálido sol.
En otro recuerdo, rememoró las conversaciones infinitas que tenían sobre sus sueños y anhelos. Jiyeon admiraba la pasión de Seojun por el conocimiento, y él encontraba en ella un apoyo único en sus metas académicas.
Con lágrimas en los ojos, Seojun revivió el momento especial cuando, en un día soleado como aquel, compartieron un beso en la salida de la escuela. El recuerdo de ese gesto cariñoso se mezclaba con la realidad dolorosa que estaba experimentando.
Pasó un mes, y Seojun continuaba recluido en su habitación. Había faltado a la escuela, y sus padres, en un intento de darle espacio, habían decidido dejarlo así hasta que se calmara. Sin embargo, el padre, sumido en la frustración, finalmente decidió entrar.
"Ya ha pasado un mes sin que vayas a la escuela. ¿Qué no piensas ir?" le preguntó con tono de preocupación y frustración.
Seojun, callado, mostraba signos evidentes de su estado descuidado. Pálido por la falta de alimentación, la comida que su madre le dejaba permanecía intocada. Sus manos aún manchadas de sangre y sus ojos hinchados denotaban el sufrimiento que estaba experimentando.
El padre, insistente, dijo: "Basta, levántate, irás hoy a la escu..." pero nuevamente fue interrumpido por Seojun.
"La elijo a ella..." murmuró Seojun, dejando al padre confundido.
El padre inquirió: "¿Qué?"
Seojun, reuniendo fuerzas, expresó su frustración acumulada: "Debí hacerlo cuando ella me lo preguntó. Tú y mamá son las personas que más detesto... Me obligan cada noche, cada día, a ser un doctor exitoso, sacar buenas calificaciones, ganar dinero y ser exitoso. Pero eso no me hará feliz. ¿Acaso tú eres feliz, padre?"
El padre, indignado, respondió: "¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? Mantengo a esta familia gracias a mi trabajo."
Seojun, tomando una decisión, se levantó y comenzó a empacar algunas cosas en una mochila. Con determinación, dijo: "Ya no tienes que mantenerme. Me iré a buscar mi propia felicidad."
El padre, desconcertado, preguntó: "¿Qué haces?"
Seojun, firme en su decisión, respondió: "Si cruzo esa puerta, nunca volveré a pisar esta casa."
Espera el siguiente capítulo mañana ✨
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Siluetas Del Ayer
RomanceAveces el amor nos lleva a distintos caminos y destinos, este amor entre seojun y jiyeon nos llevará más allá de la fantasía. La realidad de estar enamorado es luchar con cualquier circunstancia que se te presenta y si realmente se aman, ambos recon...