Siluetas Del Ayer

Parte sin título 10

Jiyeon narra:

El aire estaba cargado de tensión cuando nuestros ojos se encontraron, atrapados en un momento que ninguno de los dos quería enfrentar.

Jiyeon: "Soy yo, Seojun..."

 Sus ojos cristalinos reflejaban una mezcla de emociones, desde la confusión hasta el dolor más profundo.

Jiyeon: "Quería decírtelo, pero... creí que quizás estarías enojado porque decidí irme sin decir adiós."

Seojun: "¿Recuerdas aquel día en que nos conocimos?..."

Jiyeon asintió con tristeza, recordando los días de inocencia que ahora parecían tan lejanos.

Jiyeon: "Sí..."

Seojun: "¿Cuál fue nuestra primera promesa?"

La pregunta resonó en la habitación, cargada de nostalgia y arrepentimiento.

Jiyeon sintió un nudo en la garganta mientras luchaba por contener las lágrimas, reviviendo el juramento que una vez compartieron en su infancia.

Jiyeon: "Nunca... irnos sin..."

La palabra quedó suspendida en el aire, un eco de lo que alguna vez fue una promesa sagrada entre dos almas jóvenes.

Jiyeon: "Adiós..."

Seojun: "Rompiste la promesa... te fuiste sin decir adiós."

Las palabras de Seojun resonaron en el aire, cargadas de un dolor compartido que ninguno de los dos podría olvidar. Me encontré paralizada, sin saber cómo responder ante la verdad cruda y dolorosa que había emergido entre nosotros.

Seojun se apartó un paso, sus ojos todavía fijos en los míos, pero ahora con una mirada que parecía buscar respuestas en lo más profundo de mi alma.

Seojun: "¿Por qué... por qué no me lo dijiste? ¿Por qué te fuiste sin una palabra?"

El peso de su pregunta me aplastó, dejándome sin aliento mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para explicar lo inexplicable.

Jiyeon: "Lo siento... lo siento mucho, Seojun. No fue mi intención lastimarte."

Seojun permaneció en silencio por un momento, su expresión un torbellino de emociones mientras procesaba mis palabras.

Seojun: "¿Qué... qué hago ahora, Jiyeon? ¿Cómo... cómo volvemos a ser lo que éramos?"

La pregunta resonó en el aire, dejando en claro que, aunque el tiempo había pasado, las heridas seguían abiertas y el dolor aún estaba fresco en el corazón de Seojun.

Jiyeon: "No lo sé, Seojun... pero estoy aquí ahora. Prometo no irme de nuevo sin decir adiós."

Mis palabras colgaron en el aire, una promesa frágil pero sincera, una pequeña luz de esperanza en medio de la oscuridad que nos rodeaba.