Capitulo 3

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Apenas nos habíamos podido mover del piso donde estábamos llenos de tierra y un pegote que no quiero saber que era, cuando a lo lejos escuchamos un ruido y sabíamos bien de qué se trataba. El ruido se acercaba cada vez más y más, hasta que apareció muy cerca de nosotros y lo logramos ver.

Los demás pibes recién se estaban despabilando preguntandose donde estaban y que había pasado. Preguntas sin respuestas.

La verdad mucho no me preocupé, yo quedé impresionada con los ojos clavados en la mujer que bajaba por las escaleras. Eran ruidos de taco aguja. Era alta, con un pelo negro azavache hasta la cintura, las piernas median aproximadamente un metro, tenia un vestido negro ajustado al cuerpo lo que resaltaba su hermosa figura de curvas perfectas, sin embargo no fue eso lo que llamo mi atencion. En el costado derecho de su cabeza no había pelo, estaba totalmente rapada y tenía una enorme cicatriz, al igual que en sus brazos, y frente aunque la había tapado con una curita de hello kitty, lo que me causó risa por un segundo. De seguro no tenía más de 30 años. pero ¿Quién era?, ¿Que quería de nosotros?.

Cuando terminó de bajar las escaleras y se paró frente a nosotros, nos dijo como si nos conociera de toda la vida y fuéramos amigos. - "Chicos, linda resaca deben tener, avisenme si necesitan agua o alikal".

A mi lado, ella me agarró fuerte del brazo y pude ver la expresión de miedo y confusión en su rostro, y en su ojos las lágrimas. Odiaba verla llorar porque eso significaba que yo también iba a hacerlo.

Nunca me fije pero creo que yo era la que en mejores condiciones estaba así que tragué saliva, mucha, y pregunte -"¿Por qué estamos acá? y ¿Quién sos?". Otras preguntas sin respuestas, pero en cambio nos dijo -"Chicos, me llamo Julia y son libres, toda esta casa es para ustedes".

Miré a mi compañera y le dije "¿Qué quiso decir con que somos libres y que esta casa es para nosotros?" No termine de formular las preguntas que la mayoría ya estaban llorando tan desconsoladamente como en la fiesta.

Me pare con tanta rapidez que me maree en el proceso, le di la mano a Flor, y a un par de chicos más para que logren pararse mientras los demás lo hacían solos, y exclamé casi sin voz -"tenemos que salir de aca".

Decididos a hacer un tour por la casa empezamos a recorrer, alguna pista o alguna salida tenía que haber.

No seas una heroinaWhere stories live. Discover now