Capitulo 7

3 0 0
                                        


Después de todo ese quantum de recuerdos, después de que el corazon me empezo a doler de nuevo por todo lo que evoque en mi mente, poco me importaba mi vida, poco me importaba tener el número 2 tatuado. Al fin y al cabo, siempre había sido la segunda en todo, y ahora me daban la oportunidad de ser la elegida, la privilegiada, aunque no sabía de qué.

Sin pensarlo y con adrenalina e impulsividad corriendo por mis venas, salí corriendo del supuesto patio y me dirigí a la habitación seis como nos habían dicho. Ni voltee para ver si los dos varones estaban conmigo pero podía intuir que no.

La habitación se encontraba al final de un pasillo, tenía el número en la puerta y un cartel en rojo que decía "prohibido ingresar". A mi nadie me prohíbe nada, así que entre.

Es difícil de describir el lugar. Había camillas, muchos aparatos electrónicos, vasos con sustancias, cascos medios raros y una cortina como de Nylon que separaba la misma. Era como estar en un laboratorio.

Apenas ingrese había en la entrada del lado de adentro dos hombres grandes y musculosos que tenían un guardapolvo puesto y guantes. Me miraron con ojos tristes, juro que casi puedo ver hasta sus pensamientos y lo más profundo de sus almas, en cambio yo, estaba decidida a todo con tal de que Flor salga de ahi, asique supongo que use la mirada fuerte que tengo, segun mis amigas, porque hace que la gente no pueda sostenermela y así fue, al instante de hacerlo, bajaron la cabeza y me dejaron pasar.

Me recibió alegremente y con los brazos muy abiertos una mujer hermosa que ya conocía, Julia, otra vez. Me trataba con tanto amor y cuidado, como si yo me fuera a romper. Como decirle, que antes de ser frágil me muero.

La mire con muy mala cara, estaba enojada, quería agarrar y romper todo. Quería gritar, quería destruirlos. Había hecho llorar a Flor y eso no se perdona.

La agarre del brazo apretando lo más fuerte que pude y le dije "¿Que mierda esta pasando aca?" "¿y qué carajo quieren con nosotros? sin titubear, que no notara que moría de miedo. Ella sacó mi mano con cuidado y cariñosamente dijo "¿con nosotros?" y seguido se empezó a reír, mi cara fue de desconcierto total, ¿que quería decir con nosotros y esas risas que solo hacía que se me nuble la vista de ira? Se dio cuenta porque me respondió al instante "mi reina, nosotros te queremos a vos, el resto es solo cotillon". Mientras lo decía vi como se pasaba la lengua por la boca como saboreandose y sus ojos irradiaban deseo. ¿En que me había metido?.

No seas una heroinaWhere stories live. Discover now