Por fin volvía, aun tímida como siempre, tan solo dejando ver parte de su rostro, pero con ello, dando la esperanza a todos los nocturnos de que al menos tendrían de nuevo alguien a quien contar sus historias de miedo y a quien dedicar sus palabras de amor.
Pero a él no le importaban los demás, no le importaba siquiera su propia existencia, a no ser que ella misma implicase la desaparición de su luna, de esa luna que sabía que era para él, que volvía para ser aullada cada noche de su vida.
Y de nuevo ahí se encontraba nuestro oscuro lobo, buscando la luz del inalcanzable firmamento en estado puro, lanzando su voz quebrada al cielo en un intento de que le escuchasen, de que el mundo lograse entender su súplica y de que sobretodo y ante todo, su luna le mirase por primera vez regalándole su luz.
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Frases a la luna.
DiversosAlgún día la luna brillará para mi tanto como el sol, será eterna y limpia como las lágrimas que derramé con ella.