Capítulo 12 "Roce accidental"

101 15 22
                                    

POV: Sebastian Harris

Llamada telefónica:

"¿Como van las cosas con el hijo del jefe?"

"De maravilla, ya no ha hecho más preguntas ha cerca de sus padres"

Esa es la mejor respuesta que puedo darle a mi jefe omitiendo demasiados detalles que pueden arruinar mi trabajo.

"¿Seguro? Te escucho algo inseguro muchacho"

"Si, eh sabido controlarlo y todo está bajo control"

"¿Has notado algo o alguien extraño en su vida?"

"Por ahora no, he estado al pendiente de su rutina, amigos, conocidos, lugares que frecuenta y hasta ahora nada fuera de lo común"

"Bien, sabía que eras el indicado para esta misión Sebastian"

Suspiro.

Que bien, al menos se lo creyó

"Gracias jefe, no lo defraudaré"

"Más te vale"

Aprieto la mandíbula.

"¿Como va la otra parte de la misión?"

"A tenido un buen progreso, el equipo de investigación tiene muchas pista sobre el escondite de esos malditos"

"Que bien, eso quiere decir que pronto se acabará mi misión"

Una leve sonrisa se asoma a mi rostro.

"No estés tan seguro"
"Tú misión durará un poco más de lo esperado"

La sonrisa se esfuma velozmente.

Mas tiempo con Evans.

"Hemos recibido información de que hay personas infiltradas con nosotros"

"¿Que quiere decir?"

"Que hay un soplón en nuestra organización así que estamos aún más alertas que antes"

Frunzo el ceño

"¿Pero como es posible, hemos sido muy cautelosos?"

"Aparentemente no lo suficientemente así que estamos investigando a todos los involucrados con esta misión"

"Así que mucho cuidado si tú resultas ser ese soplón porque la pagaras muy caro hombre"

Me rasco la barbilla.

"Por supuesto que no... Seria incapaz de traicionarlos, les debo mucho para hacer algo así"

"Entonces es mejor que te mantengas al margen haciendo todo lo que te digo y seguir en contacto"

Dicho esto corta la llamada sin poder decir nada más que un murmullo de "lo haré".

Estoy recostado al auto frente a la preparatoria donde estudia Evans esperando que salga, mi pie izquierdo sobre el auto con los brazos cruzados sobre el pecho, con gafas de sol puesta y mirando directamente a mi teléfono apagado.

Odioso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora