Capítulo 29 "¿Todo es bueno?"

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POV: Evans Harris

Lo último que Sebas me dijo estuvo dando vueltas en mi cabeza el resto de la noche, ¿Cómo no hacerlo con algo que de solo oírlo me subió el corazón a una montaña rusa de emociones donde lo hizo subir y bajar cientos de veces?.

No pude decir nada, es como si mi cerebro se hubiera bloqueado y ninguna palabra salía de mi boca, creo que tampoco había más que decir, no fue incómodo el silencio pero tal vez si debí responder con algo, solo me calle, no lo miré a los ojos otra vez y solo me quedé dormido en su pecho hasta en la mañana que desperté.

Después de tomar una ducha caliente, refrescar la mente y estar tranquilo, sigo pensando que debí decir algo. Pero simplemente no se me ocurre ese "Algo".

Le agradezco un montón que me haya acompañado toda la noche, gracias a él pude dormir al menos unas cuantas horas y no pensar tanto en temas más horribles y que destruyen a pedazos mi calma.

Fue mi salvador y compañía perfecta.

Debí haberle dicho algo como eso o tal vez no, tal vez estuvo bien no decir nada y asi no volverlo incómodo. Aunque si quería decirle y ¿Por qué no lo hice?... ¡Qué horror!

Absurda inseguridad.

No es importante.

¿Si no lo es, por qué le doy tantas vueltas a lo que calle y a lo que quería decirle?

MIERDA.

Bufo con desesperación y apoyo mi frente en mis manos sobre la isla de la cocina, cierro fuertemente mis ojos y suspiro.

—¿Sucede algo? —La voz de Sebas me saca de mi momento de frustración.

Levanto lentamente la cabeza y acomodo mi postura en el banco de la cocina fijando mi mirada en la espalda de mi guardaespaldas, quien se encuentra haciéndome el desayuno.

—Nada —Niego con voz áspera.

—Eso no pareció ser nada —Reprocha sin voltearse.

Debo cambiar de tema.

—Olvidalo —Sacudo mi cabez.

—Lo que digas... —Murmura.

—Todavía no me haz enseñado tu arma, Sebas.

Eso ha sido lo mejor que se me ha ocurrido en milésimas de segundo.

—Mmm... ¿De qué hablas? —Gira la cabeza y me frunze el ceño.

—De tu arma, la que dispara balas —Ironizo y ruedo los ojos.

—Aaah... —Parece entender y asiente llevándose una mano a la sien.

Gesto extraño.

—¿De qué pensabas? —Frunzo los labios.

—Ni yo se, tú mente es tan... Imprudente que no se a que te referías —Responde y se mueve de un lado al otro mientras cocina.

—No creo que "Imprudente" sea la palabra correcta —Remarco.

—Tienes toda la razón —Dice con ligereza.

—¿Me la mostrarás si o no? —Formulo mi pregunta con un desdén de reproche en mi voz.

—No la tengo —Verbaliza.

—No mientas, Sebas —Me encojo de hombros —Crees que no la vi el día que pase a tu habitación.

—Querrás decir el día que te metiste a mi habitación sin permiso —Me corrije con burla.

Yo lo fulmino con la mirada pero el no me esta viendo.

—Llamalo como quieres —Le resto importancia y el ríe—¿Si o no?

Odioso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora