La inmensa y tupida vegetación guarda en sus entrañas un olor a sangre putrefacta, y el viento adormecido parece esconderse entre las ramas de los frondosos y enormes árboles que inmóviles fueron testigos taciturnos del deceso de uno de sus más apegados habitantes.
El suelo revestido de hojas secas y chamizos, sostiene el rígido cuerpo de un pequeño mono de cola larga, rodeado de moscas verdes que lo consumen poco a poco. Su negro pelaje aún conserva el brillo, y en varias partes de su cuerpo, el líquido rojo que salió chispeante de la herida causada por una bala que le atravesó el tórax, se ha convertido en una capa tensa de color marrón. Dos pájaros saraviados brincan sobre el cuerpo y lo picotean atrapando las semillas que han caído sobre el cadáver. Un gusano mofletudo invadido de púas y dotado de vistosos colores, avanza sobre la menuda cabeza, que rígida conserva los ojos y la boca abiertos, penetrando lentamente en la cavidad de una hermosa flor blanca de un árbol de borrachero que acaba de caer sobre el cuello del animal que dos días antes, desprevenido y saltando de rama en rama, fue alcanzado por un proyectil salido del arma de uno de los hombres enfrentados a balazos. El ruido producido por los pasos de los guerrilleros al pisar la hojarasca, interrumpe el prolongado silencio y los pájaros asustados vuelan hacia otro lugar. El suave aleteo de un pichón que acaba de caer de su nido, es suspendido por una bota de caucho negra que se posa con fuerza sobre él, dejándolo aplastado sobre el recóndito arenal.
Por lo menos cuarenta hombres vestidos con uniforme camuflado, continúan su marcha con rapidéz, mientras el amanecer se acerca y el olor a eucalipto aumenta a medida que se adentran en la selva. Por unos instantes los hombres parecen haber sido tragados por la pétrea jungla. Un soldado del Ejército Nacional que ha permanecido estático durante largo rato junto a una enorme roca con el rostro pintado de colores terrosos y el cuerpo cubierto de verdes ramajes pareciendo sostener la montaña, advierte la presencia de los subversivos. Y aunque su pulso se acelera, sostiene la respiración mientras sus enemigos pasan a su lado jadeando e impregnados de sudor.
En un lugar cercano la tropa del ejército ha sido avisada y se atrinchera para atacar. Los soldados se alistan sobre el despeñadero para disparar, pero un trozo de tierra montañoso se desprende sobre sus cabezas, quedando varios de ellos atrapados en un montículo de arena, mientras los compañeros que han salido ilesos, rápidamente acuden en su ayuda. Los guerrilleros que caminan cerca al lugar han escuchado voces, alistan sus fusiles, y sigilosos se acercan al sitio del derrumbe. Los disparos se oyen a lo lejos. Los subversivos pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), atacan de nuevo al Ejército Nacional, organización a la que pertenecen jóvenes campesinos y citadinos empobrecidos convertidos en soldados antiguerrilla, que han sido reclutados para luchar por su patria y evitar que los grupos subversivos se apoderen de ella. Pero no
todos están allí seducidos por aquellas ideas patrióticas con las que sus superiores los quieren incitar. La mayoría de ellos están obligados a obtener la libreta militar exigida por las empresas para conseguir un empleo con el deseo de mejorar su precaria situación. Otros ingresan con diferentes propósitos, pero todos exponiendo sus vidas.
Dos jóvenes fueron interceptados y tomados como rehenes por la guerrilla tras un largo combate: Manuel Barrero, herido con arma de fuego en uno de sus hombros, quien era llevado a rastras entre la maraña por Javier Hernández, su amigo inseparable y quien meses antes lo alentaba para alistarse en las filas del ejército.
—Manuel, no podemos quedarnos en este hueco comiendo mierda y envejeciendo— le dijo Javier airado.
—Y entonces, ¿qué hacemos?, ¿meternos a la guerrilla? — le respondió él, aun adolescente, mientras escogía el último pucho de café que faltaba para llenar un bulto.
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AGUA MOLIDA Y VIENTO RASPAO
ActionAgua molida y viento raspao es la expresión del campesino colombiano cuando padece la escaséz... incluso, de afecto. Esta historia se desarrolla en las montañas de Colombia,durante el periodo de gobierno de la "Seguridad democrática " (2002-2010) E...