Shigeo Hino sólo quería que los demás tuvieran una vida tranquila, pero la vida esta muy lejos de ser tranquila cuándo la llama de su venganza se enciende para llevarselo todo.
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No pensó que trabajar junto a Tsukumo se sentiría así de agotador. Los entrenamientos con ella no eran nada suaves, pero Shigeo no se quejaba. Pensaba que eso lo haría más fuerte.
__Bien. Eso es todo por hoy.__ señaló la mujer rubia que tenía un shikigami que la seguía, Shigeo podía pensar en esa cosa como un pokemon.
__Esta vez creó que fuiste muy lejos con el niño.__ mascullo algo molestó viendo cómo la cara del menor sangraba de la herida.__ eso seguro dejará una cicatriz.
__Estoy bien. Ahora podriamos entrenar juntos...__ el menor miró con seriedad al mayor aunque sus ojos brillaban con determinación y algo de admiración.
__No. Shigeo tiene otro trabajo ahora.__ intervino Tsukumo con una sonrisa entregandole un archivo en papel.
__¿De que se trata?__ fruncio su ceño al ver a una joven niña y algo de información de aquella niña, pero había mucha información incompleta. Quería creer que era por misterio y no por la holgazana de la grado especial.
__Quiero que reclutes a esa niña.
__¿No tienes suficiente torturando al pobre de Toudou?__ mascullo mirando a la mujer.
__Ella esta siendo perseguida por una agrupación de brujos. Ella heredo la técnica de los ojos del sol.__ señaló con una sonrisa.
__¿los ojos del sol?__ se sorprendió.__ eso es imposible...
