Shigeo Hino sólo quería que los demás tuvieran una vida tranquila, pero la vida esta muy lejos de ser tranquila cuándo la llama de su venganza se enciende para llevarselo todo.
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La lluvia golpeaba las ventanas de su departamento. Era un buen día para estar en casa acostado y holgazaneando con su pareja.
Pero lamentablemente debía compartir ese día con cierto albino quién no lo dejaba sólo. Su comportamiento confundía a Shigeo, aveces lo trataba con la misma familiaridad ee siempre, bromeaba y lo fastidiaba como era habitual...pero luego lo trataba cómo si no lo quisiera cerca, cómo si le estorbara su presencia.
__¿y que sucedió con la chica de la playa?__ cuestionó Shigeo cortando las verduras para hacer la cena.
__Ah, terminé con ella.__ respondió simple sentado sobre la mesada y viendo al pelirrojo cocinar.
__¿Por qué? Pensé que estabas super enamorado.
__Nah. Aunque se supiera todo Digimon de memoria no es posible enamorarme de ella.__suspiro y ladeó su cabeza mirando al pelirrojo.__en especial porqué mi corazón le pertenece a alguien más.
__¿A quién?__ cuestionó tomando la zanahoria y cortándola en rodajas rápidas sin girarse a verlo.
La mano del albino se colocó en su nuca y lo obligó a mirarlo, sus rostros estaban cerca, sus respiraciones se mezclaban y Satoru estaba cerca de probar esos tan esperados labios pero el sonido de la puerta lo distrajo.
__Ya vino!__ exclamó emocionado Shigeo alejándose de la actitud bromista de su amigo para ir a atender la puerta, no se daba cuenta de que esos acercamientos no eran parte de una broma.__ tu sigue cortando lo que falta. Regresó en seguida.
