Capitulo 1

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—Vamos ya estás lista, no tenemos que ir, porque tardas tanto solo será el fin de semana. — me decía mi novio Harold, mientras yo me disponía a guardar mi ropa en la maleta.

—Solo terminó aquí y bajo, ve encendiendo el auto. — salió de la habitación y yo terminé de hacer lo mío.

A veces Harold era un poco molesto, pero era mi novio desde hace dos años, lo conocí en la universidad y todo era muy lindo, pero últimamente andaba extraño, a veces andaba de buen humor y otros días andaba irritado.

Yo lo quería mucho, pero había veces que solo quería estar lejos de todo.

Ya tenía unos meses que me gradué de enfermera y entre el trabajo agotador del hospital y estar en este constante cambio de humor por parte de Harold me asfixiaba un poco.

Cerré la puerta de la casa y lo divisé en la cera con el auto.

—Lista amor.

—Sería justicia.

—No seas así, mira que yo ni quería ir, estoy un poco cansada y este es mi fin libre después de una semana pesada en el hospital. — arranco y me miró mal.

—Si quieres te quedas.

—Amor no discutimos si, mejor disfrutemos el fin de semana. — le tome la mano que estaba sobre la palanca.

—Está bien, vamos que tenemos que tomar el avión y llegar a tiempo a la reserva de hotel, ya luego alquilamos un auto y en unos 30 minutos debemos estar llegando.

La boda de la hermana de Harold sería celebrada en una isla de Hawai, gran privilegio de que su hermana se case con un hombre de dinero.

—Perfecto amor. — coloque música y me dispuse a revisar mi correo.

Unos 15 minutos después ya estamos abordando nuestro avión, dejando el fresco aire de California, para entrar en las temperaturas un poco elevadas de Hawai.

—Les ofresco algo?. — nos preguntó una azafata.

—Un whisky. — pidió Harold.

—Yo solo quiero agua gracias. — le pedí y se fue por las cosas.

—Y eso!, que no quieres nada fuerte.

—No quiero dolores de cabeza en el viaje amor.

—No si quiero perderme en alcohol.

—No voy a limpiar tu vómito Harold. — nos echamos a reír al recordar aquel día que se embriago y termino vomitando medio lobby y que vergüenza paso.

—Allí estará mi mami.

—Hay si tú mami.

—Aquí tienen señores. — la azafata nos trajo lo que pedimos y se retiró, el viaje duro unas horas y yo aproveché de dormir un rato.

—El hotel me gusta mucho.— mire todo la habitación y era encantadora, tenía una cama enorme y un mini bar, una cocina abierta y un balcón con vista al mar, dios que hermoso.

—Asi es, mira esta cama. — se lanzó sobre ella y yo me uni a el subiendo a orcajadas en el.

—Esta cómo para estrenar. — hablé pícaro y le levanté la camisa dejando ver su vientre y esa V que me gustaba.

—Eso lo dejamos para más tarde, tengo hambre vamos a comer?.

—En serio Harold, tenemos casi una semana sin hacer el amor y me dejas así. — me baje de el y me cruce de brazos.

—Hagamos algo, yo voy por algo de comer y tú te echas un baño y luego nos damos amor si?.

—Como quieras. — me levanté y fui por mi maleta, el se fue sin decir más y eso me molestó más, no era la primera vez que me dejaba así con ganas.

A veces pensaba que tenía una amante o se había aburrido de mi.

Saque un vestido de tela de seda roja que traía para seducirlo y mis sandalias negras.

El vestido era de tirantes muy delgados y espalda completamente descubierta, en su pierna derecha traía una abertura que dejaba la pierna expuesta, se que estábamos en la playa y este vestido era mucho para este lugar pero al carajos, yo quería seducir a mi novio.

Si Harold no me prestaba atención, pues con ese vestido no se iba a resistir.

Me duche y me arregle como toda una seductora, dejando mi cabello negro suelto y me coloque mi perfume florar.

Me mire al espejo y me coloque un maquillaje fresco pero resaltando mis labios en rojo chillón, estaba perfecta.

Me acerque al mini bar y me he servido una copa de vino, dije que no tomaría pero una copa no mató a nadien cierto?.

Deje la segunda copa vacía sobre la mesa y mire la hora en el teléfono, ya eran las ocho de la noche y Harold tenía más de una hora que se fue, dónde carajos se metió ahora.

Marque su número.....

—" Hola amor, disculpa es que ví un casino increíble y no pude evitar no entrar, y adivina voy ganando en las apuestas por eso me he tardado".

En serio lo iba a matar.

—"Te estoy esperando".

—" Y también te Vi cansada por las guardias del hospital, mejor descansa y ya mañana te lo recompensó, es que estoy ganando amor".

—"Esta bien, tienes razón".

—" Gracias te quiero ".

No me dejó responder más y colgó, menudo idiota, cómo se atreve a dejarme sola en un hotel en medio de Hawai para ir a jugar billar.

Camine furiosa al mini bar y tome la botella de whisky y me eche dos tragos seguidos, joder mi garganta quedó y lagrimeo un poco.

Pero ni de coña me quedo aquí sola y vestida así, si el no quiere ver lo que tiene de mujer se lo pierde.

Tome mi bolso de mano y salí, dónde estaba el bar ni sabía pero lo encontraría.

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