Tres

238 33 1
                                    

—De verdad, creo que no hubo día que no llorara y consumiera alcohol, de verdad me jodí en el 97, digo, sigo llorando y me convertí en una alcohólica, pero, ahora en el 2005— YeRim rió pero vio a JooHyun con sus ojos bien abiertos, dejando de sonreír al instante.

Al parecer el recordar le trajo alegría a SeulGi, que encontraba cualquier excusa para consumir alcohol. Ahora, un lunes a las 9pm, ya se encontraba alguna canción que era demasiado vieja pero seguía en su mente, en una bochornosa.

—Pero sé que no fue culpa de Hyun, digo, su padre también fue un factor junto a mis abuelos que me obligaron a irme al bosque porque pensaban que Hyun era una distracción, no sé, ya no me acuerdo de nada, sólo me acuerdo de Kim YeRim, la sonrisa del año y reina del baile de otoño, ¿Qué tal te ha ido?

—Meh, sencillo, me gradué y comencé las prácticas como interina en la escuela y ahora tengo un puesto permanente y 28 horas aseguradas para mí, no he tenido pareja por laaaaaaaaargo rato, olvidé cómo era besar.

—Yo, de verdad hace tiempo que no... tengo un buen polvo— JooHyun pensó antes de soltar las palabras, pero después de todo, era un halago para SeulGi, ¿no? Supuso que fue así al ver una sonrisa, pero al instante, notó cómo tragó saliva.
La pequeña pelinegra se acercó y le apuntó con una cerveza.

—Dinos la verdad...

—¿Para? Es mi vida.

—Porque acabamos de exponerte que nosotras dos no hemos tenido contacto sexual en 10 años, hablando por JooHyun...

—¡No son 10, es hace un año!— una mirada curiosa por parte de la pelinegra, que sólo la vio curiosa y la teniente sólo suspiró— en el bar una vez... conocí a una pelinegra y terminé en su cama, al despertar me fui y no la he vuelto a ver.

SeulGi ríe, seca, y toma su cerveza para ver al bar. Saludó a una que otra para voltear a verlas.

—Ahora puedo decir que todas las mujeres en este bar, menos YeRim, han tenido algo de mí— comentario que sonrojó a JooHyun pero al mismo tiempo la hizo fruncir el ceño, lista para hablar,— nah, no todas, sólo... 4, contando con Hyun, tampoco me tiro a cualquiera que cruce mi vista.

—Huracán SeulGi ha hecho presencia en el pueblo, de nuevo, escuché mucho pero ahora veo, me alegro de volver a verte, SeulGi, hay que seguir en contacto porque pocos días estoy de este buen humor para soportarte— una sonrisa de la pelinegra, y volteó a ver a JooHyun para hablar, pero un golpe en su cabeza la hizo detenerse— ya he escuchado que dicen de ti, SeulGi, me vuelvo a enterar que les compraste cerveza a mis chicos y la próxima cacería de idiotas yo seré la comandante que camine a tu casa.

—Qué agresiva, como si tú no lo hubieras hecho...

—Entonces te pido que no les des cerveza a esos chicos para quemarles sus neuronas, quiero que sean algo y no unos alcohólicos que viven en el bosque— normalmente, esas palabras hubieran enfadado a SeulGi al punto de fruncir su ceño y gruñirle, por lo que YeRim se alejó y la vio fija, pidiendo perdón, pero una carcajada la detuvo.

—¡Lo peor es que tienes razón! Una perdedora que vive en el bosque y es una alcohólica, que no hizo nada de su vida, yo tampoco quiero que eso pase porque puede que me quiten mis terrenos y tengan tiendas de acampar afuera de mi casa, como en Shrek.

JooHyun se intentó a acariciar su hombro, pero SeulGi se paró, se puso su camisa de franela y las vio, sacando unos fajos de billetes.

—Me tengo que ir, yo invito, no me esperen, yo tengo que ir por ahí.

E ir por ahí es separarse de ellas, caminara a la barrita, y hablarle a una rubia, sosteniendo su cintura mientras le decía algo, cosa que hizo a JooHyun fruncir su ceño y acariciar su cuello, intentando no volver a ver la escena, pero es que algo se encendía en ella.

Ese sentimiento de querer ir e inventar una excusa, pero se sentía estúpida. Había dejado a SeulGi hace 9 años, no tenía ningún derecho siquiera a estar ahí, celosa, pero recordó las palabras de la pelinegra alta.

''Verte todo el tiempo posible.'' Entonces frunce su ceño, ve a YeRim, que le da una nalgada para que vaya por su loba y eso hizo.

Se paró enfrente de la chica rubia, que la veía confundida, y volteó a ver a SeulGi, sonrojada.

Tragó saliva.

—SeulGi, estás mal, tengo que llevarte a casa.

—¿Qué? Estoy bien, estoy maravillosa, yo—

—Ella está borracha y creo que no querrás meterte con una mujer borracha que no está en todas sus capacidades, ¿verdad?— acomodó mejor su cinturón, mostrando su placa, y la rubia rio nerviosa, tragó saliva, y se fue a una dirección contraria, haciendo a SeulGi reír seca que se dejaba manejar por JooHyun.

Ni se dio cuenta cuando llegaron a su casa, pero río.

—Amenazando a una chica porque sabías que íbamos a hacer algo...

—Estás borracha, SeulGi, no iba a dejar que nadie te haga algo mientras estés borracha, de repente dejó de reír, y se apoyó contra JooHyun, que comenzó a buscar unas llaves entre los bolsillos de la pelinegra.

Apenas abrió la casa, SeulGi se tiró al suelo, enfrente de JooHyun, y comenzó a suspirar.

—No íbamos a hacer nada, entiendo que estoy borracha, tampoco soy una idiota.

—No sabía si las intenciones de esa mujer eran verdaderas, se veía demasiado contenta contigo.

—Ya extrañaba a JooHyun celosa, hace años que no la veía, me gusta, me llena de recuerdos.

La mayor torció sus ojos mientras se sentaba al lado de SeulGi, acariciando sus mejillas, y se acostó a su lado, recostándose en su hombro.
Por favor, que de todo eso, que SeulGi no recuerde nada el día siguiente, era lo que quería.

Se acurrucó más contra la otra, se hundió entre su hombro y cuello, suspirando.—Creo que te sigo amando con demencia, pero necesito acostumbrarme a la nueva tú, la nueva SeulGi que no conozco pero que sigo amando.

—Yo también lo hago, Hyun.

Un silencio abrumador, donde sólo se escuchaba la respiración calmada de ellas dos, y después un suspiro.

—Por favor, mañana olvida lo que te dije, olvídalo.

SeulGi trató de abrazar a la otra, pero su mano se quedó a centímetros de tocar ese hombro, hombro que se encargó la  de que la mano tocara, y se acurrucó más contra ella.

—Olvida que te amo.

—No lo haré.

—Entonces finge que no lo sabes para que pueda seguir viéndote, por lo menos teniendo una excusa que no sea que te quiero ver de verdad— un carcajeo, y relamió sus labios.

—Entonces me aseguraré de hacer lo mismo.

BIG BAD WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora