BIG BAD WOLF

Seis

''Dijo SooYoung que esto era sexy'' JooHyun entrelazó las manos de SeulGi en su cintura, haciéndola abrazarla, y sonrió ''y por eso quería intentarlo contigo.''

''No deberías confiar mucho en los consejos de SooYoung, la otra vez SeungWan me dijo que por seguirla se rompió un brazo'' la mayor sólo negó, riendo, y la vio.

''No creo que te vayas a romper el brazo por hacer el amor en un carro, SeulGiie comenzó a acariciar su nariz con la otra, riendo, y SeulGi sólo negó, carcajeando.

''Uno nunca sabrá qué se romperá'' sus ojos vieron abajo, junto sus cejas que se alzaron, pero sonrió, acercándose a besarla ''¿estás segura que quieres, amor?'' sus dedos comenzaron a acariciar la piel de su novia, sonriendo tierna mientras la veía.

''Contigo siempre me sentiré segura''

No había cambiado después de 10 años, hasta sin verla. JooHyun sólo vio a SeulGi manejar de forma calmada, con una mano en el volante y otra fuera de la ventana, tocando la puerta de su camioneta, y ahí volvió.

No tenían 17 años, ahora eran mujeres de 27 años, con trabajos, casa propia, y con la obligación de atender sus impuestos, eso lo tenía en mente.
Pero no sabía por qué todo parecía ser del 95.

No sabía si era por la música que tenía SeulGi, que parecía no querer escuchar la actual (que no la culpaba, el 2005 era una mal época para la música), o si era porque ese sentimiento volvió.

No sabía cómo explicarlo. Cuando dijo que no se sentía así desde que tenía 17 años tenía razón, porque de verdad, no se sentía así. El calor que la abrazaba de esa forma la volvió a sentir, el sentir una presencia que la hacía sentir cómoda y en calma, cálida, que la hacía sentir hasta segura.

También, que volvió el olor a SeulGi a ella, porque varios compañeros le preguntaron si había pasado demasiado tiempo en el bosque porque olía a leña y césped, y hasta YeRim, cuando se la encontró en el supermercado, le comenzó a alzar sus cejas repetidas veces mientras se acercaba.

—Dime la verdad, volvieron y ahora viven juntas —JooHyun negó, apretando su cárdigan más en su pecho, haciendo a la otra tener un rostro lleno de confusión— qué raro, de verdad, hueles a como cuando se la vivían pegadas, el aroma de SeulGi...

Era raro, pero no se daba mucho tiempo de pensarlo, de verdad que no. Sólo sabía que le gustaba tener el olor de SeulGi con ella para volver a vivir lo que vivió en su regadera y dormir pensando que era ella la que la abrazaba, calmada.

Pero esa calma se iba cuando salía de su casa. Cierto, todos los días olía a SeulGi que puede que ya había gente sospechando, por lo que se rocía su perfume de más y lava su uniforme más seguido, gruñendo, pero dejando uno aparte para que siga teniendo ese olor.

JooHyun sólo cerró sus ojos, negando.

Ahora que había vuelto SeulGi todo era más difícil, porque había muchos sentimientos de por medio, y aunque hace dos minutos juraba que le encantaba esa sensación, la realidad era que tenía miedo, mucho.
Por fin había avanzado la relación con su papá, era respetada en todo el pueblo y tenía una excelente reputación, junto que sus compañeros pensaban que ella y el oficial Park tenían una relación oculta.

Lo único oculto en ese caso, era ella. Su orientación sexual. Tenía miedo, mucho miedo, y simplemente no podía decirlo.

La respetable teniente Kim tenía miedo, mucho miedo, de que se enteraran que era una lesbiana y que realmente tenía miedo. No podía explicarlo, porque tenía esa capa, esa capa dura y normal que todos veían y nadie se atrevía a traspasar que ahora estaba siendo brutalmente rota por su primer amor.

Rió, pero después de unos segundos, sintió que comenzó a derrochar lágrimas que caían rápidamente hasta el punto en el que ahora se encontraba sollozando, llevando sus manos a su rostro.

¿Todo hubiera sido más fácil de llevar si SeulGi en lugar de gritarle ese día y terminara la relación, la hubiera abrazado, diciéndole que todo iba a estar bien? A lo mejor sí, a lo mejor si sería más fácil de llevar, con el apoyo de su persona favorita, de su amor, ese apoyo, no un reclamo que la hizo sentir lo peor del mundo.

La misma persona que la estaba abrazando, susurrando palabras de motivo, pero la mayor negó repetidas veces, sollozando de nuevo.

—Está bien, Hyun, lo enti—

—No lo entiendes, no entiendes nada —y nada más rompe a SeulGi, que ver a JooHyun llorar. La abrazó más fuerte, comenzó a acariciarla, pero la otra comenzó hasta a patalear para separarla y volviendo a gritar.

—¡No entiendes nada, nada está bien! —eso fue motivo suficiente, o no lo sabe, pero de todos modos lo hizo.

SeulGi sólo se acercó, la vio, y suspiró. JooHyun no era como ella, pero de todos modos lo hizo. Trató de calmarla con su olor, cada vez desprendiendo más, pero no la tocó, como había pedido con su cuerpo. Después de unos minutos donde sólo se quedaron viendo, los sollozos de la mayor comenzaron a calmarse, y negó.

—Nunca entiendes nada —SeulGi se acercó, y la abrazó, sintiendo cómo JooHyun se hundía en su pecho, aferrándose a ella.

—Entonces déjame entenderlo, dame una segunda oportunidad —un beso en su frente, y la abrazó más fuerte contra ella, susurrando bajo palabras que ni ella entendía. Después de unos minutos la otra habló.

—SeulGi, va a ser difícil, mejor déjame —negó, y fue un movimiento que sintió lo que la hizo suspirar.

—Hyun, tenemos mucho de qué hablar, ¿Sabes? —la más pequeña asintió en su pecho, haciendo a la otra suspirar— ya no somos adolescentes, somos adultas, tenemos que afrontar nuestros problemas y... hacerlo funcionar, si quiere.

—No digas eso si no lo quieres hacer funcionar.

—Lo anhelo más que nada en este mundo, JooHyun, de verdad —los brazos de la otra se entrelazaron en su nuca, y se acurrucó en un hombro, suspirando, inhalando el olor de la otra que sintió que cada vez se hizo más potente.

—Entonces hay que hacerlo funcionar, pero primero debemos hablar.

Y ambas sonrieron, sin ver que ambas lo habían hecho al mismo tiempo.

Siantes eran dos adolescentes enamoradas, jóvenes, torpes, ahora, eran dosadultas igual de torpes y finalmente, después de 10 años sin reconciliación, losuficiente maduras para saber de verdad el amar.