DIEZ

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''Temporada de lobos arranca caza; aumenta venta de balas y armas.''

-North Lewis Herald.

—¡Teniente Bae— JooHyun tuvo que reaccionar rápida, porque apenas bajó de su patrulla Dodge Charger, la detective Kim saltó a ella para abrazarla. Ahí sonrió, aceptando el abrazo, aunque sólo había estado ausente del precinto, calcula, dos días.

Porque el día anterior se la pasó escuchando y hablando con SeulGi. Por fin hablaron, y JooHyun habló de su miedo.
Era difícil para ella externarse de esa forma, claro, para personas como ella siempre será difícil externar aunque sea una parte de su pensamiento y su sentir, pero el hablar con SeulGi es la cosa más fácil, suave, y cálida del mundo.

Porque la ve como si fuera lo único que existe en su mundo.
Sus ojos melosos la siguen, sus cejas alzadas y sus labios rojizos, a causa de varios besos y relamidas, todo es atento en ella.

Hasta ahora, que se paró a su lado para sonreír. Parece que después de años, es mejor mentirosa que ella porque al instante habló, sonriéndole a los detectives Kim y Park al responder la pregunta '¿Dónde estabas?'

—La señorita Bae pidió mi ayuda para sedar a un lobo problemático y llevarlo de nuevo al bosque, estaba en las afueras de él, y tuvo una que otra llamada— apenas recordó lo encantadora que es su SeulGiie, porque vio la sonrisa aliviada de la detective Kim y Park, junto unas manos estrechadas.

Frunció su ceño al ver la mano de la morena más tiempo estrechada.

—Soy Jennie Kim, no sé si la teniente Bae haya dicho algo sobre mí, pero soy su mejor detective—demasiado, encantadora.

SeulGi volteó a ver a JooHyun divertida, riendo, pero volteando de nuevo a ver a Jennie, con una gran sonrisa.

—Mucho gusto, Jennie Kim, no sé si la Teniente Bae le haya platicado algo de mí, pero soy su mejor amiga desde la preparatoria— 'mejor amiga'. Dolía mucho el no poder decir pareja, dolía mucho, demasiado, y un infierno, pero al ver a su padre venir desde el precinto agradeció que haya dicho eso, justo eso.

Lo que no agradeció fue su vista a la  más alta, junto a un ceño fruncido. Respiró pesado, pero agradeció que su papá no haya gritado maldiciones apenas la vio.
Se puso entre ellos dos después de ver que SeulGi alisó su camisa al notar al señor Bae, al intimidante señor Bae.

Le sonrió.

—Hola, Señor Ba-

—¿Dónde estuviste, JooHyun? ¿Dos días desaparecida te parece el ejemplo a dar a North Lewis? ¿En el pueblo que cree en ti?—se volvió a achicar. JooHyun vio encima del hombro de su papá el precinto, y volvió a ver su patrulla, donde estaba SeulGi parada.

La vio fija para darle a entender que quería que formara parte de la conversación, y mejor dicho, que llevara la rienda de ella.
No le tomó mucho a la persona que la conocía mejor que nadie notar eso, por lo que abrió la patrulla y sacó una escopeta que JooHyun ni recordaba tener, pero vio de nuevo a su padre.

—La teniente Bae y yo fuimos a adormecer un lobo que estaba causando problemas a las afueras del bosque, debido al riesgo de la población y del mismo lobo lo mejor fue llevarlo de nuevo al bosque, claro, después de llevarlo con un... veterinario.

—Entonces fueron ustedes...—la recortó, quitándole la escopeta de la mano—no creas que un favor a mi pueblo me hará olvidar cómo llevaste a mi hija por ese camino de... lesbianismo, porque no lo hará, Kang, no creas que me da gusto volver a verte—el crucifijo que colgaba de su pecho llamó la atención de SeulGi, que asintió. Gruñó de nuevo.

—Igualmente fue bueno volver a verlo, Señor Bae—dijo entre dientes, doblando sus rodillas para llegar a su altura, de la manera más falsa que pudo haber dicho.

Hay muchas cosas que hieren el orgullo de los Bae, y el hecho de que SeulGi le demostró al hombre que era un poco más alta que él, es una de esas cosas. Eso lo enfureció, lo enfureció al punto de enrojecer de la furia, darse la vuelta de forma brusca y abrir y cerrar de un portazo su patrulla.

Se había marchado, derrapando, tal ver para verse engrandecido o mostrar que no le afectó ni hirió, pero era obvio.

Rió falsa SeulGi, siendo jalada por JooHyun dentro de la patrulla a la parte de atrás después de asegurarse que nadie la estaba viendo, y la empujó en el asiento, quedando arriba de ella.
Ahora la risa fue verdadera, pero ahora fue una nerviosa, llena de sorpresa por la acción de la honorable teniente que llevó un mechón de su pelo detrás de su oreja después de relamer sus labios.

Sus dedos viajaron desde el pecho de la otra a su mejilla, riendo.

—Siempre hiciste enojar a mi papá al sólo bajar la vista para burlarte de él...—SeulGi se removió para apoyarse en el panel de la puerta y reír, ahora ella acomodando el pelo de su JooHyun. Sonrió.

—Siempre me pregunté de dónde sacaste la altura si tu mamá es alta, pero cuando conocí a tu papá todo cobró sentido para mí—y como se mencionó, ese tipo de cosas hieren el orgullo de los Bae, pero ahora JooHyun sólo rió para acercarse de nuevo y besar esa bocota de idiota de SeulGi.

No importó que estar dentro de un carro de policía fuera incómodo para su espalda, porque JooHyun fácil lo califica como uno de los mejores encuentros que ha tenido con SeulGi.
Ha de haber sido por su cercanía, porque podía ver cada poro de la piel limpia de la castaña, ver sus labios hinchados, y esas encantadoras ojeras que nunca había apreciado tanto.

Ha de haber sido porque ahora se tomó el tiempo de apreciarlo, riendo, y besándolas.

De nuevo volvió la calidez que no la dejó ningún minuto, sus compañeros diciendo que se notaba que se había pasado dos días en el bosque porque olía a leña y césped, y aunque no lo admitió hace un tiempo, algo de felicidad y color a su vida.

JooHyun en la hora del almuerzo sacó el bote metálico que le había dado SeulGi horas antes, y en el baño, cuando se aseguró que nadie la estaba viendo, llevó su cuello del uniforme a su nariz para olfatearlo.

Jennie fingió que no vio a la teniente Bae volver sonrojada y con una gran sonrisa del baño, junto a su cuello algo desacomodado.

BIG BAD WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora