DOCE

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''Cifras falsas dadas por Sheriff Bae alarman al pueblo; ¿Sheriff Bae pecando?''
-North Lewis Herald.

Despertando después de tener los brazos tan cálidos enredados en su cintura, de tener una respiración cálida que apuntaba directamente a su hombro, y en sí, tener a SeulGi abrazada a ella, era el cielo.

JooHyun se dio el lujo de quedarse despierta al menos media hora en la madrugada para acercarse aún más a la menor, de acariciar sus antebrazos, de poder asegurarse que no ha sido un sueño largo porque es real, porque ahí está su SeulGiie.

Las fantasías recién cumplidas que sacan suspiros tuvieron que verse interrumpidas al sonar de la alarma, de la ahora molesta alarma.
La pelinegra sintió a SeulGi removerse un poco más al frente, para aplastarla más, poniéndose arriba de ella. Esa acción sólo la llenó más de calor, el que necesitaba en una madrugada en el frío North Lewis. Se quejó.

— ¿Y si hoy no voy a trabajar?—escuchó una risa, y después, sintió cómo SeulGi la liberó de poco a poco mientras dejaba salir un quejido. La escuchó mover su boca muchas veces y después una mano acariciar su barriga.

—Si la teniente Bae ya se ha tomado dos días libres, ¿El pueblo no se sumirá en un desastre si no vas un días más?—ahí estaba su divertida y bromista SeulGi, que habló rápido—ve a preparar el agua para bañarte mientras yo hago el desayuno...

Un beso en su cabeza, JooHyun asintió divertida, tallando sus ojos, y volteó a ver a SeulGi ya levantándose, estirándose hasta que sus huesos tronaran...
Entonces, si puede ser en esta vida.

JooHyun abrochó su último botón de la camisa al tiempo que caminaba a la cocina para que sus ojos se llenaran de lágrimas al reconocer el olor de alimentos cocinarse, escuchar el fuego consumirse, pero ahora en su estufa, y de sólo entrar y ver a SeulGi en su cocina, que voltea a verla y levanta su espátula, saludándola.

El saludo no se llevó a cabo hasta que JooHyun se acercó a besarla, acunando su mejilla, y tomaba el plato para ponerlo en la mesa, a un lado del suyo. Era ya suyo, de nadie más.
JooHyun tomó el bolso que SeulGi le dio, al mismo tiempo que sonreía cuando la veía abrigarla. Después la más alta acunó su mejilla y se acercó a besarle en los labios, sintiendo la menta en ellos, y sonrió.

— ¿Estás bien con quedarte sola en mi casa? Puedes ir-

—No me iré, aparte, Capitán Fresas necesita compañía, mi cabaña se puede cuidar sola, y si no te molesta, arreglar un poco el lavabo, lo escuché gotear.

No dijo nada y sólo asintió, asintieron, porque fueron ambas las que se quedaron en silencio sólo viéndose de forma fija, asintiendo repetidas veces. Después, aparece la sonrisa boba que se efectúa cuando nota que una sonríe igual, y después el bonito y adorable sonrojo de SeulGi.

Tuvo que pararse de puntillas para volver a acunar la mejilla contraría, besarla, y abrir la puerta, despidiéndose.

—Vuelvo a las 6pm.

—A las 6pm te recibiré aquí en la puerta—agitó su mano, y después, tuvo que cerrar la puerta rápido para evitar que Capitán Fresas saliera corriendo.

No puede encontrar una mentira para decir por qué llegó al trabajo con una sonrisa gigante en su cara, como tampoco puede explicar por qué está tan feliz, por qué sonríe boba al parar de teclear, o por qué simplemente no deja de ver un punto fijo, sonriendo, mientras toma de su té mañanero.

Porque al parecer a alguien no le interesan las excusas.

JooHyun tuvo que parpadear 5 veces para después, voltear a ver a Jennie, que agitaba su hombro llamándola de forma repetida. La vio curiosa.

—Tu pa- el Sheriff Bae pide verte en tu oficina, ya, y que después patrulles, obvio que después de hablar con é-

—Sí, sí, ahí voy, ve alistando la patrulla—le sonrió, sólo apretando sus labios un poco para pararse y después de suspirar, caminar a la oficina de su papá.
Fue mientras sujetaba su placa, pidiendo por todo lo que exista en el mundo que no se la retire.

Dos toques, son los dos toques que se tienen que tocar a la puerta si no quieres que el Sheriff Bae te grite apenas entres a la oficina porque diste golpes de más, después, tienes que preguntar '¿Me llamaba, señor?' para entrar, eso es de educación, para, cerrar la puerta sin azotarla.

El expediente perfecto que ha sido ser criada por Bae SooGeun hace que JooHyun entre de esa forma.
Sube la mirada a él, entrecerrando sus ojos.

—27 años de mi vida he pasado, todo eso he pasado para criar a una hija perfecta, inteligente, que hasta hace un mes pensé que se iba a casar con el detective Park, pero eso no pudo ser porque llegó la lesbiana de hace 10 años a... a arruinar su vida... ¿A qué estamos jugando, JooHyun?

—Si pensabas que me iba a casar con el detective Park entonces eso fue muy estúpido de tu parte, ese sujeto ni me llama la atención—en particular, ningún sujeto en su vida le había llamado la atención.

—JooHyun, es que entiende, ella te está guiando por un mal camino, ¿Qué si el pueblo se entera que sales con una lesbiana? ¿Qué pensarán? ¿Ellos que te han dado todo lo que tienes ahora, que te han confiado? Sólo imagínate la primera plana del North Lewis Herald, nos brindarás desho-

—No creo que nada sea más deshonorable que tus cifras falsas plasmadas en 5 primeras planas—calló al hombre. El sheriff Bae se quedó sin palabras, pero al mismo tiempo, hizo que se levantara, caminara a ella, y de un sólo movimiento la abofeteó.

JooHyun más por inercia que nada se removió, dejando que la fuerza del golpe moviera su rostro y su rostro, pero después, lo levantó.
Ni llevó una mano a su mejilla adolorida, ni se tuvo que tragar las lágrimas, y sonrió.

¿Había sido la primera vez que le había respondido a su padre de esa forma? Sí.
Por eso sonrió y no dijo nada más en el momento que vio a su padre a sus ojos.

Sólo salió, gruñendo, queriendo salir a patear el bote de basura atrás del edificio y después fumar.

BIG BAD WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora