𝐻.𝐵-𝐻.𝐻 ←𝒪𝓃𝑒 𝒮𝒽𝑜𝓉→

𝙲𝚘𝚗𝚘𝚌𝚎𝚛𝚕𝚎 -𝙷.𝙷-

Charlie

¿Cómo se conocieron? Bueno eso es algo facil de contar, primeramente tu ya la conocías, trabajabas en una tienda de Café antiguo, tenía pocos clientes pero aún así allí estabas, ganabas lo suficiente como para mantener tu pecadora no-vida, nunca imaginaste que la princesa del infierno llegará hasta ese café, bueno no era tan inesperado, el lugar era algo tranquilo, más que los demás bares de mala muerte que le rodeaban.

Allí te conoció, parecias la única en prestarle atencion, a nadie más le importaba aquella princesita que parecía sacada de Disney, por lo contrario tu te sentías nerviosa de atenderla.

Charlie no solo noto eso, noto algo de dulzura en tu alma, luego de pedirte un Frappuccino te propondría entrar al proyecto de Happy Hotel, obviamente aceptaste dando inicio a una bonita amistad y tal vez algo más.

Vaggie

Vaggie nunca se imagino en el infierno, pero luego de dejar escapar a un niño se convirtió en un ángel caído, todo fue presenciado por ti, Vaggie había salvado a tu hermano y no podías dejarle alli, claro tampoco confiaste al principio, pero al llevarla a tu hogar y curarla ambas se dieron cuenta que no había peligro entre ustedes.

El tiempo pasó y con ello Vaggie fue formando parte de tu pequeña familia conformada por 3 personas incluyendola, no tenía mucho, pero tampoco tenían poco y lo mejor fue cuando la princesa les ofreció trabajar en su hotel, aquello de la redención era algo en lo que ninguno creía completamente pero trabajo era trabajo

Angel Dust

Oh por favor, aquí no es como se conocieron, aqui es como el te conoció a ti.

¿Quien no sabía de la existencia de aquella estrella porno? Creeme, lo conocías muy bien, de el se conocía cada centímetro de su piel.
Y claro está que el recorría los lugares más bajos tratando de encontrar diversión o la mejor droga que hubiese.

Allí entraste tu, conocías buenos bares, buenos prostíbulos y toda la mierda de ese lugar, de eso trabajabas era como una guía y prácticamente defensora de ese territorio.

Tu personalidad le llamo la atención, de cierta forma le recordaste a Cherri así que obviamente amigaron fácilmente.
El solía huir del hotel para hacer desmadres contigo por tu zona o en alguna otra, definitivamente no era un amigo cualquiera para ti, era tu mejor amigo y de cierta forma la vocecita interna que te dice que las cosas malas son las más divertidas.

Niffty

En la limpieza ella era la indicada, en cuanto poso sus pies en el hotel lo recorrio inspeccionando cuan sucio se encontraba, hasta que casi le da un infarto al entrar a tu habitación.

La pequeña intrusa susurraba frustrada corriendo por toda la habitación con un plumero, hasta que se poso en tu cabeza pasando el utensilio por tu rostro a lo que estornudaste.

No la detuviste cuando comenzó a arreglar todo, eras demasiado perezosa como para limpiarlo tu asi que ella lo hizo por ti, Niffty comenzó a entablar una conversación contigo, tenía gustos extraños, casi igual de extraños que lo tuyos así que se llevaron de maravilla, esa enanita pronto se convirtió en tu amiga favorita.

Digamos que el que ambas tuvieran un gusto raro por los chicos rebeldes y malvados ayudo.

Husk

En un bar, claramente apostando, Husk era muy bueno en las apuestas y quería un reto, para ello estabas tu, habías ganado ya contra 6 personas, en un juego que no era su fuerte, por ello te considero un reto.

Tenías los bolsillos más que llenos ero aún así esperaste a por tu última víctima, entonces el se sentó.

Sonrió de manera maliciosa al ver tu nerviosismo cuando le tuviste en frente, pero bueno, digamos que las emociones se fingen muy fácilmente, Husk se confío de más y terminaste ganando burlándote de su rostro.

La siguiente semana volvió a apostar contigo, al igual que la siguiente y la siguiente, pero un día el llegó sin nada en sus manos pero aún con una sonrisa altanera “Si yo gano tendrás una cita conmigo” le miraste incrédula aún así pusiste tu apuesta “Si yo gano quiero todo el dinero que ganes las siguientes dos semanas” ambos aceptaron las condiciones pero claro que Husk no era tonto, está vez pidió jugar Póker. Ese no era tu fuerte pero aún así aceptaste... Perdiste

Bueno perder no fue el fin del mundo, aún que hubieses ganado aceptarías la cita de ese pecador gruñón

Alastor

Definitivamente tendrías que haberle conocido en vida para que tuviese al menos una razón por la cual hablarte en el infierno.

En vida lo conociste en Nueva Orleans, Louisiana en una pequeña tienda de Radios, necesitabas una nueva, el se fijó en ti como una presa y tal vez una pequeña muñeca con la cual practicar vudú.

Sus planes se fueron al carajo cuando notaste sus planes y el porque su atención estaba en ti. Te ofendiste en un principio cuando admitió querer practicar vudú contigo, al contrario de asustarte le ofreciste otra víctima en tu lugar, eso despertó aún más su atención hacia ti.

Ambos acabaron en el infierno, casi por los mismos motivos, tu por cómplice y por prácticar magia negra.

Volvieron a encontrarse en una tienda de moda antigua al pertenecer a los mismo años tenían los mismo gustos, el te reconoció al instante, pues extraña y misteriosa aura que emitías le atrajo de nuevo, al mirarte bien pudo reconocerte.

Te invito al hotel al cual aceptaste ir, para ambos la diversión se presentaba antes que las necesidades de los demás, por ello se llevaban tan bien. Se consideraban grandes amigos y gracias a la conexión que Alastor sentía hacia ti desde su vida hasta su no-vida llegaron a intentar ser algo más

Esto solo es una primera parte, aquí faltan Overlords y reyes. —B—