Habían pasado dos semanas en donde Felipe y yo salíamos todos los días, hice de todo para tener esos días libres, dejé asuntos importantes para después y él hizo lo mismo.Por momentos pensaba que era una locura total, pero era un modo de demostrar lo mucho que me importaba.
Antes de reunirnos por la tarde, decidí pasar un momento conmigo misma en la playa. Sentada sobre el beach mat intenté pensar en algo más que no tuviera unión con Felipe, pero fracasé, porque hasta el color reflejado sobre el agua me hacia recordar su mirada.
No podía evitarlo. Es que la personalidad del argentino me contagiaba de alegría cada día un poco más, juro que nadie en la vida me había hecho reír tanto como él.
A casi un mes de conocerlo estaba fascinada con su forma de ser.
El apple watch indicó las cinco de la tarde cuando tomé el tapete, sandals y bolso, para dirigirme hacia la cafetería.
—Hola, ¿Cómo estás, Oli? —dije llegando a la barra.
—Hola, Victoria —saludó de vuelta. —Ya preparo tu té.
No necesitaba decir más, yo era demasiado predecible.
—Gracias —tomé asiento en un lugar vacío y respondí un par de mensajes mientras esperaba mi bebida.
—Hace un rato estuvo aquí el mismo chico con el que coincidiste la otra vez, el del acento raro... —mencionó colocando el vaso sobre la mesa.
—¿Felipe?
—Sí.
—¿Qué hay con él?
—Ha venido un par de veces más, pero no se queda mucho, parece super callado y solitario por alguna razón.
¿Solitario y callado? Cuando estaba conmigo esa versión no existía.
—¿Por qué crees eso?
—Es demasiado obvio, Victoria, es extranjero, agradable y guapo —dijo tomando lugar frente a mí. —Podría estar divirtiéndose de club en club, conociendo gente nueva y disfrutando la vida al máximo, pero, ¿Te has preguntado por qué no lo está haciendo?
—No, nunca me ha pasado por la mente.
—Tengo la teoría de que prefiere pasar tiempo contigo, porque le gustas.
Sus palabras cobraron sentido, las señales estuvieron siempre frente a mí pero no las noté, o mejor dicho, no quise notarlas.
Oliver tenía la increíble habilidad de adivinar.
—Tal vez...
—Pobre, comprendo lo difícil que es adaptarse a un país con una cultura completamente diferente. Pero no es nada positivo limitarse y perderse de posibles aventuras en grupo —justo llegó un sujeto ordenado un latte y no pudo seguir dándome consejos. —Como su amiga deberías ayudarlo a socializar y de paso preguntarle sobre ustedes.
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THE ACTOR | Felipe Otaño
FanficColecciono fotografías de momentos especiales, por simple nostalgia o por la necesidad de volver al lugar donde algún día fui feliz...