Capítulo XIII

577 48 17
                                    


—No logro decidirme, ¿A ti cuál te gusta más? —pregunté con dos lipstick en las manos.

—El primero —respondió rápidamente.

—No sabes sobre qué estoy preguntando, ni siquiera me miraste.

Seguramente se debía a que tenía toda su atención en no sé qué, llevaba varias horas en su escritorio detrás de la portátil.

Días antes habíamos planeado pasar la tarde de hoy juntos antes de salir de fiesta, pero ahora no estaba segura, tal vez él lo había olvidado.

—Tenés razón, linda... Perdón —suspiró cerrando los ojos por un momento.

—Estás estresado, deberías dejar lo que haces y relajarte... Es viernes, vamos a salir con tus amigos y aún no te veo listo.

Después de ducharse esta mañana, se había colocado el pijama nuevamente y no había hecho más.

—Sí, sólo un par de minutos más y lo dejo. —respondió —Pero antes necesito tu ayuda.

—¿En qué exactamente?

—Te explico rápido, esta madrugada no pude dormir nada y durante el insomnio recordé que llevo meses guardando videos que yo mismo documenté de un viaje que hice con amigos a Córdoba —habló lleno de emoción. —Me pareció buena idea transformarlo y hacer un cortometraje con todo ese material... y desde entonces empecé a editarlo.

—Suena increíble, pero ¿Ya está terminado? 

—Todavía no, pero quiero saber qué opinas, si te parece bueno o malo.

Lastima, le preguntaba a la persona incorrecta que menos sabía de cine.

—No soy experta, pero aún así te daré mi opinión —reí.

—Vení —pidió y me acerqué hasta quedar a su lado.

—¿Estás lista?

—Lista y un poco nerviosa también.

Presionó la barra más ancha del teclado y comenzó a reproducir el video. 

Como primer plano había un chico que se colocaba lentes oscuros y un bucket hat o "sombrero de pescador", la cámara lo seguía mientras él caminaba por un prado, por instantes hacía pausas para sacarle fotografías a un deslumbrante sol o a pequeños caprinos que se cruzaban en la marcha, luego hablaban entre ellos arriba de un auto que se tambaleaba por el desequilibrio del suelo y finalmente bajaba, cuando había llegado a su destino.

—Ahora sí, ¿Qué te pareció? 

—No sé que decir...

Era todo espontáneo, un viaje improvisado entre amigos, la esencia de la naturaleza, una caminata para explorar o para reflexionar en compañía... 

No podía definir lo que acababa de ver. Muy subjetivo, porque cada persona era libre de interpretar el cortometraje de una manera distinta.

—¿No es lo que esperabas?, ¿Tan terrible es? Falta sumar un par de videos, puede que con eso mejore.

—No intenté decir que era malo, al contrario, es increíble. 

—No lo sé, no me siento tan seguro.

—Dices que no está terminado, pero hasta donde yo pude ver pienso que es único, capturaste algo muy propio y original. 

 Asintió no tan convencido.

—¿Lo decís en serio o sólo para no hacerme sentir mal?

—Me conoces, sabes que siempre digo la verdad, él que parece dudar aquí eres tú.

THE ACTOR | Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora