THE ACTOR | Felipe Otaño

III+

Último capítulo, que lo disfruten ♥️

📍Mayo, 2028

His first dip in the sea

Meses más tarde teníamos con nosotros a Leonardo o como a la mayoría le gustaba llamarlo; Leo.

El mejor día de mi vida fue cuando Argentina se consolidó campeón en el mundial de Qatar, dándonos un merecido triunfo al país entero y el segundo mejor día fue su nacimiento sin duda.

Cuando lo vi por primera vez pensé que era como si un nuevo mar acabara de nacer, un mar que era solo nuestro y que con esos ojitos azulados había llegado a revolucionar nuestro universo...

Elegimos pasar estas vacaciones en España, que es un país trascendental que me llena de buenos recuerdos, y por azar del destino estando acá recibimos una invitación de Simón para celebrar su cumpleaños en Mallorca. Necesitamos abordar un ferry para llegar, pero vale la pena.

Se venía otra reunión con el cast.

—¿Cómo te sentís? ¿Estás emocionado por conocer la isla? —le pregunto al nene mientras lo sujeto en brazos. Las ganas de tenerlo cerca y abrazarlo nunca desaparecen.

Es demasiado pronto para obtener respuestas de su parte, cuando sigue en la etapa de balbuceos.

Sobre sus labios se dibuja una sonrisa que me hace derretir por dentro y sonreírle de vuelta.

—Tomaré eso como un sí.

Me parece adorable como Leo aún tomando de su biberón no deja de mirarme y estoy igual. Es increíble como un ser humano tan pequeño desencadena intensas emociones.

Siendo franco, me conmuevo hasta con lo mínimo que intenta.

No puedo esperar a que crezca para llevarlo al parque, al cine y al estadio para apoyar al River, mostrarle mis pasatiempos favoritos, cocinar para él y acompañarlo al colegio, pero por otro lado, quiero que se conserve eternamente de esta edad para protegerlo de cualquier peligro.

Continuo profundizando entre pensamientos hasta que siento la delicadeza de unas manos rodearme por los hombros.

—Los amo, son encantadores —dice Victoria para después plantar un beso en mi mejilla. —¿Seguro que estarán bien?

Ella tiene un itinerario para pasear y realizar compras por la ciudad, por lo que al festejo solo vamos mi hijo y yo.

—Puedo hacerme cargo, vos anda tranquila.

La conozco tan bien que sé que va a insistir, por lo que soy más rápido en hablar.

—Tendré todo bajo control, confía.

—Está bien.

Justo cuando ha terminado de alimentarse, suelta un suspiro y cae en un sueño profundo. Me hace recordar cuando intenté de todo, era un quilombo dormirlo al principio. Por él compré una guitarra acústica y aprendí un par de acordes de canciones de cuna, y ni eso parecía funcionar.

—¿Viste lo bien portado?

—Lo veo, definitivamente ganamos por lo calmado y dormilón que es.

[...]

Llegamos a la casa de la familia Hempe y saludo al anfitrión que nos recibe.

—Feliz cumpleaños, hermano —digo luego de abrazarlo, dejando una caja de regalo sobre sus manos.

—No era necesario, gracias, Pipe —señala el interior de su casa para que entremos.

—A vos por invitarnos —respondo con el bebé aún apoyado sobre mi hombro.