0 1

2.1K 139 38
                                    

Perla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Perla

Mientras saboreaba la cucharada de helado que acababa de meter a mi boca, negué ante la petición de Felipe, que parecía buscar todo tipo de razones para convencerme.

— No, ni enpedo Felipe.

— Dale, Per. — Suplicó, mientras me agarraba la pierna en un intento desesperado por persuadirme, moviéndola con insistencia.

— Soltame antes de que te encaje una patada. — Y sabiendo que era capaz, las manos del castaño soltaron mi extremidad con rapidez. — No tengo ganas de arreglarme, ni de salir nosotros solos.

— No te arregles, así ya estás linda. — me respondió, con una sonrisa encantadora que intentaba derribar mis defensas. — Y no salgamos solos, yo invito a mis amigos. — agregó, como si fuera la solución perfecta a todas mis preocupaciones.

Mientras seguía comiendo, dirigí mi mirada hacia Felipe, reflexionando más detenidamente sobre su propuesta. La idea de salir no sonaba del todo desagradable, pero rápidamente recordé que no estaba preparada para ello. No tenía la ropa adecuada para el lugar al que íbamos a ir, ni tampoco contaba con maquillaje para poder arreglar.

A demás, la comodidad de estar acostada, mirando series o peliculas, era demasiado tentadora para mí. También, el hecho de salir con sus amistades no me motivaba demasiado, ya que la idea de socializar fuera de mi círculo íntimo de amigos no era de mi agrado, rara vez disfrutaba de ese tipos de salidas. Sin embargo, al notar la expresión ilusionada en el rostro de Felipe, me invadió un sentimiento de culpa por considerar negarme. Su entusiasmo era notable, y me hacía replantear mi postura. Quizás, solo tal vez, valdría la pena salir de mi zona de confort por él.

— Pero manejas vos, yo tengo ganas de ponerme en pedo.

— Mientras no quiebres como la última vez.. — Contestó él, con una sonrisa burlona, recordando nuestra última salida. Asentí, prometiendo no hacerlo, y Felipe no tardo ni dos segundos en hacerle video llamada a su grupito más cercano de lsdln.

Sin dejar de saborear mi helado, mientras observaba a Luisana Lopilato junto a su hermano en la pantalla del televisor, fingí desinterés mientras escuchaba la llamada de Felipe y sus amigos. En el fondo, esperaba con ansias que todos se negaran a su propuesta, pero sabía que con Juani entre ellos, era casi algo imposible

— ¿Qué hacen hoy? ¿Salimos? Estoy con Per y tengo casa sola. — soltó Felipe sin rodeos una vez que la mayoría de sus amigos aceptaron su llamada.

— Yo re estoy. — contestó Juani, y sentí como me invadían las ganas de asfixiarme con la almohada que tenía entre mis brazos.

— Yo también, pero si previamos, si no, alta paja. — agregó una voz que no pude identificar. Como por instinto, giré mi cabeza hacia Felipe, quien miraba fijamente la pantalla donde suponía que se veían sus amigos

𝐓𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 | Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora