Capítulo 31

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Bell se despertó antes de que amaneciese, lo que hizo que tuviese tiempo de sobra para prepararse su desayuno, vestirse y tomar un cuchillo para defenderse en el lugar al que hoy iría.

Todavía no visitaría a Fels, todavía hay tiempo para que ellos le tomen confianza, y además de eso, hoy tenía que ir a la Dungeon con Claris.

Guardó su cuchillo y se fue a donde debía de estar Welf.

Se supone que había guardias en la entrada, evitando que alguien indeseado entrase, y ya estaba empezando a amanecer, pero los guardias se encontraban dormidos en la puerta de entrada de la sede.

Bell logró entrar sin alertar a nadie, y luego escaló hasta la ventana de la habitación de Welf.

La ventana estaba abierta, y no tuvo problemas para entrar gracias a eso.

El peliblanco encontró a Welf durmiendo cómodamente en su cama, se acercó y lo despertó.

-Bell: Buenos días Welf.

Welf se asustó y golpeó el aire dos veces antes de caer de su cama.

Fue entonces que miró a Bell y dio un suspiro que mostraba alivio, resentimiento y enfado.

Bell no pudo evitar reir por este espectáculo, Welf se quejó internamente y se levantó del suelo con cara adormecida.

-Welf: ¿Qué haces aquí en la mañana?

-Bell: Los guardias estaban durmiendo como angelitos, así que pasé a recogerte antes de que despertasen, te necesito para una cosa hoy.

-Welf: ¿Vamos a algún lado peligroso?

-Bell: Acompañaremos a Claris por la Dungeon, ayer me pidió ayuda, supuse que ella estaba teniendo problemas para avanzar en la Dungeon, y pensé en que Hana y tú podríais venir.

-Welf: Uh, está bien Bostezo.

-Bell: Bien, entonces vayamos con Hana.

Welf y Bell salieron en busca de Hana, la encontraron en su habitación en la guarida de los enmascarados.

Hablando de los enmascarados, Bell, o más bien, WhiteLine, se había hecho reconocido entre ellos, por lo que parece, después del juego de guerra y de pararle los pies a tantos enemigos, su respeto hacia él había nacido.

Algunos decían que debía de ser el nuevo líder, pero Bell se negó, no quería ser el líder, y tampoco pensaba que debiese haber uno, aunque si tuviese que elegir, Eric sería un gran líder según sus pensamientos.

Hana se encontraba despierta y se unió al grupo.

Llegó el momento y Claris se encontró con ellos 3 saludándola en la entrada del Dungeon.

Claris se encontraba sola esta vez.

-Claris: Buenos días.

-Bell: Buenos días a ti también.

-Hana: Hola Claris.

-Welf: Bostezo.

Bell se rio un poco más de Welf, quien hizo una expresión molesta y se dio unas palmadas en los mofletes para despertar.

-Claris: ¿Deberíamos de entrar ya?

-Bell: Si, está bien, por el camino tendremos que hablar.

Los 4 entraron a la Dungeon, y caminaron por los pisos lentamente, asegurando su seguridad.

Mientras bajaban al piso 2, Claris comenzó.

-Claris: Quería pedirte ayuda, últimamente nos está costando mucho a Lily y a mí avanzar en la Dungeon.

Un Argonauta DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora