♔ IX ♔

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— Fue... Lindo —
esas fueron las palabras que Yoongi pronunció al llegar a su dormitorio y sintiendo su corazón palpitar
por el, yendo a dormir con un ameno sentimiento.

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Las lluvias continuaron, las fuertes gotas que caian con rabia y recelo sobre la tierra del Reino Joseon hacian a todos resguardarse, el frío en el ambiente era más que notorio.

— Maldita sea — hablo por lo bajo Jungkook que quitaba con esmero las cáscaras de arroz.

Mientras el demonio estaba haciendo todo lo posible para terminar rápido aquel castigo, fuera de la cocina estaba Hoseok buscandolo cubierto por una de las mantas con la que se abrigó.

— Señorita, ¿Ha visto a un hombre joven que viste de negro? — le dijo a una de las sirvientas que pasaban por allí.

La mujer asintió y le indicó dónde se encontraba, dándole uno que otro alago y sonriendo cuando Hoseok conectaba mirada con ella, ignorando lo último, el pelinegro dió gracias y fue directo a la cocina donde allí pudo ver a Jungkook sentado con sus ropas llenas de cáscara de arroz, rodeado por una que otra sirvienta que lo veían de perfil, suspiros y risas nerviosas.

— ¡Jungkook, por fin te encuentro!

El menor alzó la vista viendo a su Hyung parado frente a el cubierto por una manta.

— ¡Hobi Hyung! — dejo todo aquello y fue hacia el dandole un fuerte abrazo.

— Vamos dentro, está haciendo frío y te vas a enfermar — quizo halarlo pero este se opuso.

— Namjoon Hyung dijo que este es mi castigo por salir a volar — bajo su cabeza triste, y Hoseok pudo ver los grandes ojos negros llenarse de lágrimas.

— Kookie, entonces ven yo te ayudo a terminar más rápido.

Dicho eso, los grandes ojos se iluminaron y el demonio le abrazo fuerte, todo visto por las sirvientas que pasaban "disimuladas" tirando sus filoses miradas llenas de envidia.

— Pero, ey — se separó — Dime porque Namjoon no te deja volar.

Jungkook observó su alrededor viendo a las mujeres caminar cerca de ellos para escuchar lo que sea que estén hablando, le hizo una seña a Hoseok.

— Señoritas, si no les molesta, ¿Pueden salir? — más que una petición fue una orden, y sin más nada que hacer, las sirvientas salieron refunfuñando cuál toros bravos — Ahora, dime porque — se dirigió a Jungkook que estaba sentado en una banca de madera, sentándose a su lado con una misma banca.

— Verás Hyung — suspiro, tomando el primer grano de arroz para no mirarlo, Hoseok lo imitó — Como sabrás, los demonios y los angeles no se llevan bien, aquello se debe a la caída de lucifer, cuando el calló yo era una angel, unos de los más cercanos al creador pero también a lucifer, cuando ocurrió aquello el cielo fue un desastre total, varios de los angeles le temieron aún más al creador, pero todos estaban enfocados en mí, en como yo reaccionaria, y lo hice de la peor o mejor forma, no lo sé, me revele contra el, todos presenciaron con horror cuando yo lancé una flecha de plata para matarlo, si le alcance pero sus lambe botas impidieron su muerte — dijo aquello con recelo — Al enterarse, la ira del creador era tanta que, cuando menos me lo espere ya estaba atravesando las nubes dónde se encontraba el "paraíso"
estaba cayendo, mis alas se estaban destrozando, sentí un gran vacío en mi pecho, casi pude jurar que me convertiría en polvo, pero no fue así — sonrió al recordar, que aunque fuera malo para el sigue siendo lo mejor
— Unos brazos me envolvieron y ya no estaba cayendo, estaba volando con lucifer, el me salvó, me llevo al infierno y juntos lo hicimos lo que es hoy, me obsequio alas más fuertes y grandes en mi honor, todavía sigue dandome gracias por no dejarlo solo en la oscuridad — sonrió y volteo a su Hyung que estaba con sus ojos perdidos.

En el Espejo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora