En el Espejo

♔ II ♔

No durmió.

Le dijo a su madre que iría a dormir pero el insomnio hizo de las suyas y allí estaba en su cama dando vueltas como una salchicha, en realidad no estaba cansado, o bueno no lo sentía pero en su cabeza algo andaba rondando.

Aquel espejo de oro.

Desde que su madre lo trajo sintió algo dentro que le llamaba con fuerza, algo que no le dejaba despegar la vista de el, seguro fue su imaginación tratando de hacer que se distraiga por lo que con cautela y con su celular en mano abrió su puerta lentamente, bajo las escaleras y llegó hasta el comedor pasando desapercibido por la sala, sin saber que su padre estaba allí durmiendo.

El comedor estaba a oscuras o, bueno, eso lo percibia el pero en realidad la luna estaba en la cima del cielo oscuro con su luz iluminando todo a su alrededor pero más a ese objeto que no lo veía desde hacía siglos y ser visto con extrema curiosidad por ese joven de cabellos rojo fuego y desordenados con solo un pantalón de pijama y unas pantuflas de conejo en sus pies.

- Ah... Que me pasa - habló al aire sin esperar respuesta pero siendo escuchado por el - Solo es un espejo... - llevo su mano al borde de oro - No tiene nada especial - delineó con sus dedos los detalles precisos - Seria mejor si me preparo algo de comer ya estoy aquí así que no le importaría a mamá - alejo su mano de el y rodeo la isla de dónde estaba el ese espejo - Stay with me~
mayonakano doa o tataki~ kaeranaide to naita~ - cantaba en un susurro su canción favorita mientras sacaba un yogurt del refrigerador y una pequeña bolsa de cereales de chocolate y obviamente una cuchara.

Al terminar de buscar lo que necesitaba guardo todo y dispuesto a irse la luz reflejada en el espejo choco en su cara haciendo que soltará la cuchara haciendo un gran estruendo por esta, así que con rapidez la recogió y se volvió a acercar al espejo.

- Mira lo que me haces hacer - habló pensando que estaba loco por reclamarle a un espejo -Si papá se despierta le digo que es tu culpa - lo señaló - Ah... Ya no quiero ir a mi habitación mejor me quedo aquí contigo - volteo a todos lados viendo su casa en silencio, pero más de lo normal, le dio miedo esa sensación por lo que fue y encendió la luz de la cocina y se sentó al lado del espejo recostando su espalda en la isla
- Si lo piensas bien... - llevo una cucharada de su yogurt con cereal a su boca - El día de hoy fue más mierda de lo normal - En realidad eran las doce y la luna brillaba con más intensidad - No le hice nada a ese viejo panzón, ¡Y mira como destruye mis dibujos! - negó y llevo otra cucharada de yogurt - Le voy a destruir los cigarrillos para que sienta lo mismo que yo - por obvias razones no escuchó una respuesta por lo que se quedó pensando, no sabía en qué, pero su vista se dirigío a la nada y allí se quedó viendo cómo la nada dónde estaba mirando se volvía más y más borrosa
- Ten... Go... Sueño - bostezó y se trató de levantar pero un cansancio abrumador se apoderó de su cuerpo
- No creo que a mamá le importe si duermo aquí un rato - se acostó en el suelo aún con su yogurt en mano y se acurrucó justo al lado del espejo siendo reflejado su cuerpo durmiente en el y la luz pálida de la luna dando junto a su cuerpo.

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- Señor por favor recapacite está decisión.

Allí caminaba una noble sirvienta con angustia y desesperación, adelante estaba aquel rey tan duro y estricto pero con un sentimiento diferente al todos los días.

- Tzuyu por favor no te preocupes por lo que va a pasar - se volteo de repente haciendo que la mujer diera un leve brinco - Si alguien va a salir afectado, soy yo - puso su mano en el hombro de la contraria y se volvió a ir casi corriendo.