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“Ya te dije que me caga estar lleno de tierra en el pinche sol” exclama exhausto, dejándose caer contra el chico al lado suyo

“Eu conheço o amor, mas era o único lugar onde podemos ficar sozinhos. Bem, quase” susurra lo último indicándole al otro que mirase hacia arriba, detrás de una ventana lo había notado casi de inmediato vigilandoles, siempre atento pero con la consideración suficiente como para darles la mayor privacidad posible.

Siguiendo la mirada contraria el castaño lo nota, sonriendo enormemente y alzando el brazo en forma de saludo, ocasionando al guardia un sonrojo que intentó cubrir bajando su gorra y con la otra mano devolviendo tímidamente el saludo.

“¡Oh, solo es Fred!  ¡Heeey, no olvides avisarnos en cuanto llegue la hora de la comida, me están matando de hambre aquí culeros!”

Aquello llama la atención del ojiazul y lo hace ponerse de pie, encaminándose a la carretilla con diversas herramientas que normalmente utilizaba en el jardín y revolviendo entre estás para sacar algo que había mantenido oculto.

“Pegar” dice extendiendo hacia el más joven un paquete de galletas de vainilla y un jugo de manzana que logró ocultar de su refrigerio del día anterior. “Eu sabia que você não iria durar até a refeição da tarde”

Con un sonrojo no provocado por su exposición al sol, sonríe recibiendo la comida y poniéndose de pie para tomarle de la mano y sentarse junto al único árbol que daba sombra, abriendo el envoltorio de las galletas y sacando la lengua al contrario cuando este ya le entrega el jugo con el popote en su lugar.

“No estoy manco, filho da puta”

Pero él solo sonríe, precioso como siempre. Como cada acción que hace, como cada palabra que sale de su boca.

“Mozão” le llama, recostandose en su  hombro quedando lo suficientemente cerca para saber que nadie más escuchará “tenho quase tudo pronto...”

Oh, y aquello si que lo hizo perder el apetito. Tragando en seco se acurruca, posando su mejilla en el cabello del chico que a pesar del sudor y trabajo no deja de oler a pino y bosque.

“Só precisamos encontrar o momento certo e poderíamos plane-”

“Hablé con uno de los guardias hace una semana” interrumpe, haciéndole fruncir el ceño al contrario “Volveremos a las actividades recreativas dentro de unos días, exactamente el sábado por la mañana, Cucurucho estará presente en todas ellas para que no se vuelva a repetir lo de esa vez” pero sus palabras estaban siendo ignoradas por algo que rondó en la cabeza del brasileño.

Algo que incluso temía saber.

“Como você conseguiu essa informação de um guarda?” pregunta, separándose y mirándole directamente al rostro, un enojo subiendo por su garganta cuando no le es correspondida la mirada es más que suficiente para alterarlo en cuestión de segundos “Por favor, me diga que você não fez algo estúpido"

“¿Estupidez? ¿Le llamas estupidez a querer ayudar?” responde un poco dolido, aunque sabía que no tenía derecho a estarlo, pues él mismo no se enorgullecía de como había conseguido esa ayuda

Los ojos tristes del otro no se hicieron esperar, y aunque esperaba que le gritase, se enfadara e incluso pudiera darle un golpe por haber hecho aquello, sabía que eso nunca pasaría.

Por lo que cuando sintió el par de brazos rodearle la cintura y aferrarlo a sí, no pudo hacer más que corresponder.

“Você não deveria ter... porra, você não deveria, não era necessário, eu poderia-”

Unchained Melody || GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora