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“¿Qué? Por qué se miran así”

El anciano es ignorado por las miradas complices del grupo, excepto Missa quién de igual forma, desconocía la relación entre los chicos y la anécdota, por lo que se limitaba a escuchar.

“Mierda, ¿todo en esta maldita isla está conectado?” Fit aprieta los puños alterado, pues no esperaba recibir este tipo de información.

“Pero de que hablas chamaco”

“Es difícil de explicar pero, creo que nosotros sabemos de quién está hablando porque lo conocimos”

“¿Qué?” grita poniéndose de pie, Philza intenta calmarlo haciéndole tomar asiento de nuevo, lo último que necesitaba era exaltar al mayor después de apenas haber salido bien librado de un infarto “No, no puede ser cierto, yo- a ese cabrón todos lo vimos cuando la Federación se lo llevó y de ahí era imposible que saliera vivo”

“El tiempo que ninguno de nosotros estuvo en la isla, fuimos llevados a otro lugar, no sabemos que era o como llegamos ahí, había un tipo extraño vestido de negro que nos obligaba a seguir órdenes, jodido enfermo” escupe con molestia “nos mantuvo en una especie de juego de supervivencia solo para su maldito entretenimiento”

Se le hiela la sangre solo de escuchar al rubio, definitivamente no teniendo duda que hablaban de la misma persona, ese cabrón ¿cómo había escapado? Después de haber roto las reglas sabía que la Federación no iba a dejarlo con vida, y aún con todo el impacto de ello, en sí cabía la sorpresa, pues si estos chicos habían siquiera estado en el mismo lugar que aquel hombre, y salieron vivos de allí, eran exactamente lo que la federación esperaba de ellos.

No sabía si estar feliz por eso.

“Si es que llegamos a encontrarnos nuevamente con ese tipo, está información podría sernos útil”

“La verdad yo espero que eso no vuelva a pasar” Pac responde a Philza “No puedo creerlo… todo esto, y ese hombre, usted-” mira al mayor, recordando lo que este recién les había contado, las lágrimas volviendo a sus ojos “Lo que  usted tuvo que pasar con él, abuelo no-”

“Eso ya no importa” interrumpe “Al final, todo ya pasó y nada de lo que haga lo va a cambiar”

“Entonces lo que pasó…”

El mayor asiente hacia el joven brasileño, que con solo ese gesto vuelve a cubrirse la boca para no hablar de más pero con el llanto ahora fluyendo libremente por sus mejillas, detestando ser demasiado sentimental por no poder controlarse ¿Pero podían culparlo?

Claro que no.

“Lo maté”

Era demasiado trágico.

.

La lluvia y su propia desesperación le hacían ver borroso, intentaba mirar a cualquier otra parte pero la fuerte mano en su mandíbula le impedía moverse por más que forcejeara.

“No no no, no quieres perderte de esto”  los dedos ajenos se incrustaban en su piel de forma dolorosa, obligándole a mantener la mirada en el precioso chico que se acercaba con dificultad “¡Oh, vamos! ¿Por qué tan lento imbécil? ¿¡No querías salvar a tu esposo!?”

“Eu vou matar você idiota!”

“¡Pues te estas tardando!” tomando al joven por el cabello termina la distancia entre la pareja, sosteniendo con fuerza la mano ajena para que no suelte el arma ni aparte la mirada “Dile hola ¿O como es que sueles llamarlo? ¿Mozão?”

“Estou aqui, era o que você queria, deixa pra lá e me mate, porra!”

“¡Por favor no, no lo hagas!” sollozaba alto el castaño, usando toda la energía que le quedaba para apartar al hombre de sí mismo pero solo conseguía ser sujetado con más fuerza

“Última oportunidad Rafael, dile al mocoso que dispare si no quieres que lo último que veas antes de morir, sea su puta cabeza volando en pedazos”

“¡No lo hagas!”

“Amor…”

“¡Cállate, no!”

“Mozão, ouça, por favor, você tem que fazer isso”

Ni siquiera podía hablar mas, esperaba que los desgarradores gritos que salían de su boca fueran suficiente para hacerle entender que no iba a hacerlo, que por favor no se lo pidiera porque simplemente no podría, cerraba los ojos intentando estúpidamente despertar, como si todo esto solo fuera una horrible pesadilla de la que pudiera escapar en un abrir y cerrar de ojos.

“No voy a matarte, no voy a vivir sin ti, no quiero estar solo de nuevo, no puedo vivir sin ti”

“Mas você pode viver para mim”

Abre los ojos, cruzando miradas y no perdiendo detalle de como esos ojos azules aún a pesar de todo, intentaban transmitirle calma y por sobre todo, cariño.

“Se nós dois morrermos seria como se o nosso nunca tivesse existido,não podemos permitir isso, certo?” con la respiración acelerada y de forma inconsciente, logra asentir “Enquanto você viver, estarei sempre com você”

“¡No quiero tus putas metáforas conmigo, te quiero a ti!”

“¿¡Quieren callarse de una vez!?” interrumpe aquel hombre, demasiado harto de escuchar, se pone de pie y arrojando al menor a un lado, toma al otro por el hombro y lo obliga a ponerse boca abajo, pisando la herida de bala en su espalda esperando un grito de dolor que jamás llega

“¡No, aléjate de él!” el castaño intenta acercarse pero es detenido por alguien, mira sobre sí y ve a Fred sostenerlo por la cintura “¿¡Qué estás haciendo!? ¡Sueltame hijo de puta!”

“Ya no sigas, por favor” habla por lo bajo, lo cual lo sorprende sin dudas, porque era la primera vez que el chico le diría la palabra “Si de verdad lo amas respeta lo que está pidiendo”

Pero ¿Cómo podía?

Sintiéndose completamente derrotado, viendo a la persona que amaba siendo golpeado y con el alma rota, toma una desición.

“¡Lo haré!”

Aquello detiene al hombre de traje, quién con una sonrisa se detiene al segundo.

“Repítelo”

“Dije que lo haré”

El contrario mueve la mano indicándole al guardia que lo suelte, al tiempo que extiende la mano para que él castaño se acerque, rendido, acepta la mano que le es ofrecida, entrelazando ambas para sostener el arma y nuevamente apuntar.

“Cuando quieras” le habla burlón, más cerca de lo que quisiera.

Busca una última vez algún atisbo de su rostro y en cuanto lo encuentra con una media sonrisa se siente a él mismo morir.

“Por favor perdóname” murmura

“Eu te amo”

Un disparo inunda el lugar, con un eco tan ensordecedor que lo marean, el cuerpo entero le tiembla cuando ve la sangre fluir y crear un charco que llega hasta sus pies.

Se deja caer al suelo y al segundo vomita, con lágrimas aún más abundantes, golpeando el suelo con las manos y gritando al aire negándose a volver la vista hacia él.

Unchained Melody || GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora