El sonido de las hojas secas crujiendo entre si le gustaba, extraño para alguien que bendecía cada segundo de silencio, ya que en el lugar donde estaba aquello era casi un lujo, pero aquel sonido que producían las hojas al ser barridas le daba cierta tranquilidad, la tranquilidad de haber terminado su única tarea diaria.
Estirándose en su lugar mira el reloj en la pared del patio y recoge su escoba al faltar cinco minutos para terminar el receso, de camino al almacén, se detiene al escuchar murmullos detrás del pequeño lugar.
"¡Fit, basta! Alguien podría vernos" escucha una voz divertida pero alerta al hablar
"No me importa, he estado lejos de ti demasiado tiempo, no podía esperar para verte" nota ahora una voz mucho más grave que la anterior, con un deje coqueto al hablar, seguido de risas y más murmullos
Algo en su pecho se apretó.
"Deberían irse pronto o los guardias no tardarán en salir si no ven a todos terminado el tiempo" habla para hacerse notar
La pareja da un salto ante la sorpresiva aparición, mirándole nerviosos, el anciano los ignora y abre la puerta del cuarto para dejar dentro las cosas que ha usado, cerrando con un golpe sordo que hace al más pequeño del par dar un leve brinco y ocultarse detrás del otro hombre
"Estos jóvenes de hoy en día, parece que no pueden quitarse las manos de encima" suelta finalmente, dejándoles detrás, su tono molesto no siendo desapercibido.
Volviendo hacia los guardias, mira de reojo como la pareja se despide tiernamente, volteando los ojos y apretando los puños
"Esta mierda va a terminar mal..." piensa, siguiendo el camino hacia su celda, mirando la horrible cama de concreto se estira nuevamente, el dolor en su espalda últimamente es insoportable, suspira escuchando la alarma indicar el cierre de celdas y se acuesta mirando hacia la pared, la soledad jugándole en contra cuando se encuentra a sí mismo recordando a la pareja de hace un momento, la forma en que se hablaban tan cerca uno del otro, como si el espacio entre ellos fuera una tortura, el como se tomaron las manos de forma tímida al despedirse... ¿Él se había visto así de ridículo?
El corazón se le acelera de solo pensarlo.
No.
"No, no pienses en eso."
Cierra los ojos y se fuerza a dormir.
Ah, si tan solo fuera tan fácil.
Las puertas de su celda se abren y sientes sus palmas sudar, carajo estaba demasiado nervioso, aunque era un poco tonto honestamente.
Los guardias lo guían al patio, puede sentir la mirada de todos sobre si, "hijos de puta" piensa, lanzándoles una mirada seria que pone incómodo a todos, bueno... casi a todos.
Se dirige a paso lento hacia el estúpido jardín, una pequeña parte del enorme patio que queda detrás de las gradas y un poco oculto entre rejillas de metal y uno que otro árbol no tan grande como para dar sombra, ahí lo ve.
Su presencia no pasa por alto, ya que el joven hombre que yacía en el suelo y cubierto de tierra, deja un precioso montón de rosas al lado suyo antes de ponerse de pié y dirigirse al castaño, envolviéndolo de prisa entre sus brazos, ocultando su rostro entre la curvatura de su cuello causándole cosquillas.
"Mozão..."
Despierta, con el pecho a borde y la frente sudada.
"¿Qué mierda fue eso?"
Se levanta de a prisa al lavabo al otro lado del cuarto, mirando su reflejo en un trozo sucio de espejo y no sabe por qué la visión de sí mismo no logra calmarlo. El cabello blanco con entradas en la frente, las cejas canosas y un cansancio marcado debajo de sus ojos que le dan ganas de llorar.
¿Hacía cuánto que no soñaba con él?
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Unchained Melody || Guapoduo
أدب الهواةUn viejo romance que encadena un alma a la vida y un secreto que un celoso hombre cansado del amor piensa llevarse a la tumba... "Eu sei que podemos sair daqui, você confiaria sua vida em mim?" "Completamente" • Guapoduo • Se shippean cubitos, NO p...