Los brazos le duelen, por no mencionar el resto de su cuerpo, más continúa levantando y acomodando los libros del suelo que parecen no tener fin, estirándose en su lugar decide que ha sido suficiente, tomando asiento recargado en uno de los libreros, pues aunque el trabajo físico y el agotamiento mental lo tienen en su límite, una parte de si parece tener demasiada energía, pues los recuerdos llegan a él con la misma culpa que hacía tanto años no le deja en paz.
Y su cuerpo parece recordar involuntariamente de igual forma, pues comienza a temblar recordando el sonido de un disparo…
El menor se siente temblar, quizás por el clima o miedo al corresponder el abrazo, con un inexplicable dolor que comienza a carcomerle el pecho, como si le hicieran un agujero en el mismo y le arrancaran el corazón con las uñas, ni siquiera la lluvia y el aire frío del exterior logran compararse con el helado vacío que le recorre el cuerpo entero cuando siente la sangre correr.
La espesa y tibia sangre que le bañan las manos al tocar la herida en la espalda del mayor.
“¡No! ¡No no no!” grita al aire desgarrando parte de su garganta en la acción
Se aferra al cuerpo inmóvil que tose levemente en su hombro mientras varios pares de luces le rodean.
“¡Tú-!” vocifera con rabia hacia el hombre de cabello y traje blanco que le sonríe desde arriba
Esta furioso, roto, con un sentimiento de impotencia tan grande que le sabe a ácido en la boca, y quiere gritar, romper… matar, lo que sea que esté en su camino pero por primera vez decide usar la cabeza.
“Por favor llévanos de regreso” suelta con dolor, intentando usar aquella voz dulce que sabe hace a cualquiera seder un poco ante él, más lo único que consigue es que el otro suelte una risa
“¿Por qué debería hacerlo?” responde sin más “¿No querían salir de ahí?”
Se burlaba, cada palabra salida de su boca era un segundo perdido y él lo sabía, de haber sido cualquier otro lo habría llevado de inmediato a la prisión, más ese maldito hombre sabía que ahora mismo, el tiempo era la peor de los castigos.
“¡N-no es así! ¡Yo nunca quise escapar, yo no quería escapar, solo quería seguirlo así que por favor déjanos volver! ¡Llévanos de regreso por favor!” pedía histérico, perdiendo cualquier atisbo de intentar mantener un tono convincente, estaba desesperado y era lo único que podía demostrar con cada parte de su cuerpo “¡Haré lo que quieras, aceptaré cualquier cosa!”
Aquello logra llamar la atención del peliblanco, quién se agacha hasta quedar a su altura tomándolo del mentón para verlo fijo a los ojos
“Sabes qué es lo único que quiero de ti”
Oh, vaya que lo sabía.
Y estaba dispuesto a dárselo.
“¡L-lo haré, te juro que lo haré!” gritaba, aún aferrado al cuerpo de su amado que balbuceaba palabras incoherentes que solo lo alteraban más “¡Haré lo que me pidas pero por favor -!”
Un minuto de silencio y una mirada por parte del contrario y los guardias procedieron a llevarlos de regreso bajo el suspiro aliviado del menor, quién sabía que se arrepentiría de lo que había hecho, pues no solo se estaba condenando a una vida encerrado en esa estúpida isla sino a una vida de servicio para ella.
Pues aceptar las condiciones de ese hombre siempre tenía un precio, no podía compararlo a otra cosa que no fuera sino vender su alma al diablo, más esta vez sabía que iba más allá de si.
Estaba condenando al chico que amaba, a su futura descendencia y a todo aquel que se cruzara en su camino.
Más si eso lo mantenía con vida a él… estaba dispuesto a ello.
El sonido de la puerta abriéndose le trae de nuevo a la realidad, levantándose a prisa para seguir con su trabajo
“Si si, ya casi acabo esto, no estén chingando” dice malhumorado, extrañado al no recibir respuesta se asoma a la puerta y con sorpresa nota al grupo de chicos que le habían acompañado el día anterior.
“Hey, abuelo” Philza es el primero en hablar, acercándose seguido del resto “Escucha, seguimos molestos contigo-”
“Entonces que chingados hacen aquí”
Tragándose un insulto, el rubio continúa.
“Pero, entendemos que todo esto es más difícil para ti de lo que quieres aceptar ¿No es así?” aquello le toma por sorpresa, como pocas veces dejándolo sin palabras “Eso suponíamos, así que estamos dispuestos a dejarlo pasar si promete contarnos lo que de verdad pasó, porque obviamente la tensión en cuanto esa cosa lo vió no fue normal”
“Les dije que esto era algo que no les correspondía chamacos pendejos, no se metan-”
“¡Pero ya lo hicimos!” le interrumpe Pac, está vez descolocado ante la terquedad del mayor “¡Ya nos metimos en esto!”
“¡Yo no les pedí que lo hicieran!”
¡¿Por qué es tan difícil simplemente aceptar nuestra ayuda?! ¡Queremos ayudar!”
“¡Es que nadie me puede ayudar!” grita está vez de igual forma, con la respiración irregular “¡Esto no es un pinche juego de caza fantasmas, es un maldito recordatorio de la horrible persona que soy que merezco que me atormente hasta que me muera!”
Bajo la mirada sorprendida del resto, aprieta la mandíbula intentando controlarse, era la primera vez que se sinceraba en voz alta y apenas el día anterior había enfrentado al fantasma de su novio, eran demasiadas emociones, demasiado en qué pensar.
“¿Seguro que lo merece?”
¿Qué?
Philza camina hasta llegar frente a él, con una tranquilidad que lo descoloca.
“Escuche, nadie merece vivir atormentado por su pasado. Todos aquí hemos hecho cosas horribles y de las cuales nos arrepentimos” comprensivamente, el rubio coloca su mano en el hombro del mayor, notanto de inmediato la tensión en sus hombros “¿Pero no merecemos todos una segunda oportunidad? ¿O tercera, o cuarta? Si está arrepentido de lo que sea que haya hecho, lo cual es seguro ya que está dispuesto a que un fantasma lo siga por el resto de su vida, me parece que merece esa oportunidad. Roier estaría de acuerdo con nosotros”
Oh, su pobre nieto al que también había metido en esto.
Por otro lado, Missa se acerca junto a su esposo, de igual manera frente al anciano que de a poco parece querer quebrarse al escuchar las palabras del rubio.
“¿Y que hay de su esposo, ah? Cellbit también hizo… demasiadas cosas antes de llegar aquí, cambió, conoció a su nieto y mirelos ahora, bueno, no ahora ahora pero- ¿Usted entiende no?” sonríe un poco “El punto es que sin importar el pasado, si está dispuesto a cambiar y aceptar lo que ha hecho, merece otra oportunidad”
Con los ojos llorosos, pasa con fuerza el dorso de su mano para retirar las lágrimas que se acumulaban, obligándose a mantenerse fuerte, pero en cuanto siente a todo el grupo de chicos envolverlo en un abrazo, por primera vez en más de treinta años se permite un momento de debilidad, correspondiendo el abrazo dejándose consolar.
Tal vez había llegado el momento de terminar con todo esto.
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Unchained Melody || Guapoduo
FanfictionUn viejo romance que encadena un alma a la vida y un secreto que un celoso hombre cansado del amor piensa llevarse a la tumba... "Eu sei que podemos sair daqui, você confiaria sua vida em mim?" "Completamente" • Guapoduo • Se shippean cubitos, NO p...