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Coloque mis audífonos a tope para apresurarme a terminar de limpiar la cocina, baile mientras tarareaba mi cancion favorita de la semana. Mis playlist duraban casi tres horas cada una, la mas larga duraba ocho y tenia un total de 17 playlist...No me quejaba de nada. Aparte de la actuación y el cine adoraba profundamente la música. Desde Jazz, reggaeton, metal, rock ochentero o la webada mas variada que te puedas imaginar la tenia guardada en mi bendito teléfono.

Aveces me atraía de mi misma como describía cada cosa que me gustaba, ojalá algún día alguien se de cuenta de lo mucho que me gusta hablar de lo que me apasiona, y hasta ese día pareceré una tarada cada que alguien me pregunte "¿Quien es Iron Maiden?" y volarme la cabeza explicando como su música evoluciono el heavy metal de los 80' o golpear incontables veces cada que alguien pregunte ¿"Quien es Cerati?" No se tu, yo cometo homicidio.

—Ada. Desconéctate un poco de tu mente, niña.—Grito Sergio, obligándome a guardar mis audífonos. El era mi jefe, le debo la vida por querer darme todos los turnos extras que sean necesarios para poder encontrar un departamento estable.

—¿Falta algo mas, master?

—Nada niña, ándate a tu casa, deja de joder.

—¿Que hora es?—Apoye mi brazo sobre la escoba, descansando.

Sergio rio.—Van a ser las una de la mañana y segui' aquí. ¿No te dai' ni cuenta?

—¿Una de la mañana?—Revise mi celular quitando el modo "No molestar" Tenia llamadas perdidas de mi mama y de Enzo.
—Cresta.

Entre a su chat y eran casi 10 mensajes insistiendo en que le dijera donde es que trabajaba, sentí pena, que vergüenza, y yo como tonta limpiando lo que ya había limpiado...

Enzo: ¿Me querés decir donde trabajás?
¿Es un restaurante o...?
¿Estas viva siquiera?
Te arrepentiste??

...+6 mensajes nuevos.

Pegue un largo suspiro. Ay pobrecito. ¿Que le digo? Me mordí el dedo mientras le marcaba, contesto al segundo.

—Enzo. Perdón...Pase de largo, perdóname en serio. Recién veo la hora.—Dije apenada.

—Tu tranquila. Yo también estaba ocupado...—Se escuchaba cansado, supongo que por trabajo igual que yo.—¿Donde estas ahora?

—Aun aquí...Me voy recién, mi mama no esta así que tengo que cuidar la casa...—Comence a desabrochar mi delantal para ponerme mi chaqueta, poleron y todo porque afuera hacia un frío para meterse dentro de la estufa.

—No te preocupés. Anda nomas.—Chasqueo langua.

—Nos vemos mañana. Perdona de nuevo.

Colgué apenada. Lo había dejado plantado...Mierda aun peor, la hora se me paso y olvidé repasar las materias ahora si cague.

Tome rápidamente mis cosas, me despedí de Sergio y comencé a caminar a paso rápido a casa, el metro no paso y de pura suerte llegue viva.

Entre pegando un suspiro, no daba con el estrés. Mire por la ventana, estaba oscuro pero era tan agradable la noche que daban ganas de quedarse afuera.

Subí a mi cuarto por un "Calmante" Qué Robin me había regalado el otro día. Lo metí en mi bolsillo, me puse la capucha y salí a la plaza de enfrente.

Me senté en el banquillo mas oscuro porque es mejor parecer un drogo a que se te acerquen drogos. Saque de mi bolsillo la cajita, en la tapa decía "Con cariño a mi niña especial, disfrútalo como si fuera el ultimo" Linda Robin, apoyando mi drogadicción. Reí para mi misma y prendí un pucho. Tire el humo hacia arriba creyéndome el mismísimo Cerati en "Bocanada". No soy una drogadicta, solo es hierba y no fumaba hace un buen...Recargue mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos, que mejor que sentir el frío viento sobre mi rostro mientras nadie te molesta después de un día de mierda.

𝖱EGLAS. 𝘌𝘯𝘻𝘰 𝘝𝘰𝘨𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘤 𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora