capitulo 7

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     Rhaenyra se encontraba pensando en todo lo que le dijo su hermano, y él tenía razón, a ella nunca le importó lo que le pasaba a él, siempre supo lo que él sufría y nunca lo defendió, ahora no podía venir y fingir que nada sucedió. A la tarde sus hijos le preguntaron si podían merendar con Aerys y sus otros tíos y ella los dejo ir. Después se encerró en su habitación sosteniendo todavía la camiseta del príncipe.

     Mientras Aerys cuando termino de comer con sus hermanos, se puso ropa cómoda, y preparo otras prendas en un bolso, guardo el huevo de Caramelo y espero a que sea la hora correcta. Después de unos minutos que terminó el bolso lo escondió bajo su cama, en ese momento entró su madre.

     - Aerys, ¿Por qué peleaste con Ser Criston? Ese no es ben comportamiento. Así no te eduqué. - le dice la reina con enojo.

     - ¿Entonces debía dejar que tú perro me mate? Eso querés ¿no? Que me maten, así tú  y Otto pueden robarle el trono a la princesa Rhaenyra.

     - Ese trono es tuyo por derecho, no de ella. Tu eres el primer varón del rey. Ella es una mujersuela que quiere manchar al reino poniendo a sus bastardo en el trono.

     - Vos también. No te olvides que yo soy un bastardo Alicent. - el sonido de una chaquetada inundó el lugar. Aerys solo se ría por lo bajo y negaba con la cabeza.

     - Será mejor que te vayas ahora Alicent, porque si no, no respondo por mis actos. - le dice a su madre de forma fría. Alicent no puede creer que su hijo le hable de esa forma, menos que se atreva a amenazarla, pero la mirada gélida que Aerys le da, le confirma que sus palabras son ciertas entonces se retira.

     Cuando Aerys se queda solo, toma su bolso y sale de su habitación directo a la caballeriza. Mientras camina por los pasillos de la fortaleza, se asegura que nadie lo esté siguiendo, se mete por las alcantarillas y atrapa un gato. Cuando llega a las caballerizas, toma a su caballo y se dirige a una pradera lo suficientemente alejado como para que no lo vean. Una vez allí prepara una pequeña pira, pone al gato atado encima y a su huevo al lado.

     - Espero que funcione, Daenerys lo hace así en mis sueños. Dioses que sea asi, por favor. - Mirando el cielo espera a que anochezca y se vea la primer estrella.

     Dentro de la fortaleza Rhaenyra decide ir a hablar con su hermano y así poder arreglar sus diferencias. Pero cuando ingresa a su habitación nota que no está. Va con sus otros hermanos, pero ahí tampoco está y ellos no saben donde se fue. Después fue al patio de entrenamiento, la sala del trono, las cocinas, etc. Se pasó toda la tarde recorriendo el palacio sin encontrarlo en ningún lado y eso estaba aumentando su preocupación.  ¿Dónde se metió ese muchacho?

     Para la hora de la cena el rey pidió que toda la familia comiera junta, pero Aerys no llegó a comer. Las sirvientas dijieron que no vieron al príncipe desde la hora de la merienda y que nadie lo a visto en ninguna parte desde hace ya varias horas. Parece como si la tierra se hubiera tragado al peliblanco. Eso alarmó al rey quien mandó a todos sus guardias a buscarlo por todo el reino. Sin embargo la noche calló y no había noticias de Aerys, no aparecía por ningún lado preocupando a todos los presentes.

     Una vez que vio la primera estrella brillar en el cielo Aerys encendió lo pira, enseguida se empezó a escuchar los chillidos de llanto del gato. Cuando el fuego se alzó por completo, el llanto del animal acabó, y el sonido de algo quebrandose lo remplazó. Aerys acercó su mano al fuego, pero al instante la sacó.

     - Que suertuda la Dany, ella no se quema, ojalá yo no me quemara. Ojalá fuera dragón - y con ese pensamiento el principe se termina durmiendo.

     El sol se elevó en el cielo trayendo con él un nuevo día. Por un lado tenemos a todos los adultos de la Fortaleza Roja, que no pudieron pegar un ojo en toda la noche preocupados por el bien estar del principe Aerys. Y por el otro lado tenemos al príncipe Aerys durmiendo al lado de las cenizas de su pequeña pira.

Salvando a la Casa del Dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora