Durante una semana entera Rhaenyra estuvo estudiando todos los libros que Aerys le dio que hablaban sobre la primer Larga Noche, su esposo hacía de profesor para ella contándole sobre todo lo que estudio de las demás culturas y leyendas de varias ciudades e imperios antiguos de Essos. Su cabeza estaba confundida en algunas cosas y Aerys le era de mucha ayuda en esos momentos.
Una mañana Aerys mira con demasiada intensidad el cuerpo desnudo de Rhaenyra, a tal punto que la princesa se siente cohibida y avergonzada por primera vez.
- ¿Que tanto me ves? - le pregunta
- Estas... estas más... - le dice sin saber cómo decirle que está más rellena pero le hace señas con las manos sobre su propio pecho. Rhaenyra lo mira confundida sin entender que trata de decir.
- Tus pechos están más grandes, tus caderas están más rellenas y tú vientre más hinchado. - le explica Aerys al ver que su esposa no lo entendía, Rhaenyra lo mira con los ojos muy abiertos y clara sorpresa en ella, se levanta rápido de la cama y toma una bata para cubrirse y le pide a uno de sus guardias que llame al maestre. Aerys la mira con una sonrisa y sus ojitos brillando llenos de ilusión y amor.
- Deja de mirarme así- le pide Rhaenyra con las mejillas sonrojadas.
- Estas embarazada - le dice suavemente Aerys, para luego levantarse y ponerce un pantalón, se acerca a ella y la abraza.
- Todavía no lo sabemos. - le responde Rhaenyra.
- Si no estas embarazada, estas gorda - le susurra recibiendo un golpe en el pecho por parte de su esposa - dudo mucho que sea lo segundo porque no comes demaciado, y estoy completamente seguro de lo primero porque me drenas todas las noches hasta el cansancio, y hace ya tiempo que no sangras. - le aclara Aerys con una risita burlándose de ella. Rhaenyra se aleja un poco de el para mirarlo a la cara ofendida.
- No escucho quejas de tu parte durante la noche. - le recrimina tratando de salir de su abrazo pero Aerys no se lo permite, últimamente su humor es bastante variado, aveces se pone triste de la nada, otras llora por cualquier cosa, hay veces donde tiene demaciada energía y felicidad, pero lo que más destaca es que se enoja muy seguido y su apetito sexual es mayor.
- ¿Y verte llorar otra vez? No Rhaenyra, la última vez que te dije que estaba cansado y no sentía deseo lloraste toda la noche pensando que estabas fea y vieja y que yo me aburrí de vos. Así que prefiero no volver a negarme, aunque mi cuerpo me pida lo contrario - le contesta riéndose. Rhaenyra se pone roja de la vergüenza y esconde la cara en su pecho.
- Lo siento. - habla despacio amortiguado su voz con el pecho de Aerys.
- Esta bien, princesa a mi no me molesta hacerte feliz, y complacerte sobre todo en tú estado. - le susurra en el oído provocando el libido de su esposa, que siente la humedad formándose entre sus piernas.
- No hagas eso, me provocas - le susurra y Aerys se ríe, recibiendo otro golpe por parte de su esposa. Un golpe en la puerta los hace separarse, dan el permiso para que ingresen y el maestre Gerardys ingresa al lugar. Luego de que Aerys le diga la razón de su llamado el maestre revisa a la princesa y confirma el embarazo de tres, casi cuatro lunas, esa información los sorprendió bastante, dado que recién en las últimas dos lunas se cortó su sangrado, pero el maestre les dijo que habeces hay embarazos donde el sangrado no se corta, o que recién después de las 4 o 6 lunas se revela, que podían quedarce tranquilos que el bebé estaba bien al igual que la princesa.
Una vez que el maestre se va ambos deciden que lo mejor será decirles a los niños la buena noticia y le piden a Elinda que prepare el desayuno en el jardín aprovechando el buen clima. Una vez que están todos listos Rhaenyra toma la palabra.
- Niños Aerys y yo tenemos una noticia para darles. - les dice con una sonrisa mientras comen.
- Uhhhh chisme - dice Aegon acomododandose mejor en su silla, haciendo reír a todos.
- Estoy embaraza de 4 lunas - les dice, todos la miran sorprendidos, Jace y Luke se levantan enseguida de sus sillas y abrazan a su madre con fuerza.
- Vamos a tener otro hermano - dicen felices los niños.
- Voy a ser tío, no lo puedo creer, - dice Aegon anonadado.
- Egg ya sos tio - le dice Aerys riéndose.
- Si pero ahora es que soy tio doble por que los dos son mis hermanos, o sea soy tío de parte de los dos. ¿Te imaginas? Hola él es mi grandioso tío Aegon el hermano de papá y de mi mamá. - le dice Aegon haciendo reír a todos, Aemond, Helaena y Daeron abrazaron a su hermano mayor felices por el y luego hicieron mo mismo con su hermana mayor, Daeron beso la barriga de Rhaenyra saludando a su nuevo sobrino dándoles ternura a todos.
- ¿Y cómo se va a llamar? - pregunta Aemond.
- Cualquier nombre menos Aegon. - dice Aerys. - pero si es niña me gusta Visenya.
- Oiga, ¿por qué no Aegon? Será parecido a su apuesto tío- dice Aegon haciendose el divo, todos se ríen de su drama.
- El tener a dos miembros con el mismo nombre hace que todo se confunda. - le aclara Helaena entendiendo por qué su hermano no quiere llamar a si a su hijo.
- ¿Que tal Torrent? Como el último rey del Norte. - pregunta Aerys.
- ¿Querés ponerle un nombre norteño a un Targaryen? Solo a vos se te ocurre eso. - le dice entre risas Aegon.
- Torrent Targaryen, no suena mal. - Le dice Rhaenyra con una sonrisa haciendo que Aerys la mire más enamorado de lo que ya está.
Ese día se la pasaron todo el día buscando un nombre para el bebé, leían libros de todos los reinos e historia de Poniente para encontrarle un nombre digno de un rey.