Ya se acercaba el onomástico número 19 de Aerys, y la verdad es que el principe no se veía muy emocionado por ello. Recibieron una carta donde el rey decía que los visitaría ese día para celebrar el día del nombre de su hijo varón, junto con el consejo, cosa que a Aerys de verdad molestaba. Todo el castillo estaba de cabeza preparando la recepción para Los Reyes, y el banquete y fiesta para el principe cosa que agobiaba a Aerys, que se la pasaba la mayor parte del tiempo alejado del castillo y el atrejeo dentro de este.
Rhaenyra buscaba a su hermano por todos lados, hasta que lo encontró en el puente mirando a la nada, con Caramelo a su lado.
- Un dragón de oro por tus pensamientos - le dice posicionándose a su lado.
- Mantengo mi mente vacía, solo así encuentro paz. - le responde Aerys.
- Estas agobiado. Solo quiero decirte que tú y tus hermanos no están obligados a llevar los colores de la casa Targaryen, si es que no desean tener problemas con su madre. Yo no me ofendería si llevan el verde.
- Ellos llevarán la ropa que quieran, yo me vestiré como siempre. Los bastardos no tenemos casa princesa. - le dice mientras se aleja de su hermana a paso lento.
- Aerys, sos Targaryen no un bastardo. Sos un dragón y perteneces a la casa del dragón. - dice segura de sus palabras Rhaenyra, pero Aerys sigue caminando haciendo caso omiso a las palabras de su hermana.
- Aerys no me ignores. - reprocha la princesa.
- No la ignoro Alteza. - Le replica con burla.
- Si lo haces Aerys, siempre haces lo mismo. Es igual cuando te quiero hablar sobre los hijos. - le sigue recriminando Rhaenyra.
- Esas son cosas que usted desea Alteza, pero yo no. Ya le dije como serían las cosas. Además también le dije que podría invitar al principe Daemon a estar con usted y que él la embarace, pero usted se niega a hacerlo. - repite nuevamente Aerys alzando sus hombros. Rhaenyra suspira y finalmente llega a su lado.
- Yo te dije que eso es arriesgado. Y que te sería fiel, hoy y siempre. No voy a cometer los mismos errores del pasado. - le recuerda Rhaenyra, pero Aerys le responde alzando sus hombros en señal de que no le interesa.
Al anocher los hermanos Higthtower se reúnen en la habitación del mayor para discutir sobre la llegada de su madre y abuelo.
- Bien niños quiero que se porten bien estos días, no quiero que Alicent se desquite con ustedes. Aegon trata de dejar tú sarcasmo y descontento de lado para llevar la fiesta en paz hasta que se vayan, solo será por unos días. - les dice.
- Si pero ella buscará cualquier escusa para molestar y hacer que Rhaenyra quede mal frente a todos. Su resentimiento es más grande que su razonamiento. - responde Aegon.
- Y nosotros debemos ser más inteligentes que ellos. Por eso yo me haré cargo de la situación, dejen todo en mis manos ¿sí? Confíen en mí.
- Siempre confiaremos en vos hermano - dice Aemond con una sonrisa. Así los cinco duermen juntos esa noche.
Al amanecer todos juntos reciben a los invitados en el puerto de Rocadragon. El rey Viserys sonríe al ver a todos sus hijos reunidos, Alicent se lleva la sorpresa de ver a sus hijos menores llevando ropa negra con roja, con el emblema Targaryen en ellas dejando un sabor amargo en su boca, pero Aerys viste como siempre. Una vez que todos los invitados son acomodados en sus respectivas habitaciones, tanto Alicent como Otto se llevan al mayor de sus vástagos con ellos para hablar.
- ¿Que significa esto Aerys? - pregunta la reina.
- No se que a se refiere Alteza - responde el principe.