Capitulo 1: Odio a primera vista

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Una mañana tranquila en el Sunny, los "Muguiwaras" como se les conocía realizaban sus actividades normales, el capitán Monkey D. Luffy convenció a su medico Tony Tony Chopper, a su carpintero Franky y a su tirador y multi tareas Usopp de jugar un juego conocido como "quemados" en equipos de dos personas, usando unas pelotas especiales inventadas por el carpintero para que sin importar a que distancia lanzaran la pelota ellas regresarían al barco.

Por otro lado tenemos a las hermosa arqueóloga Nico Robin leyendo un libro mientras tomaba el sol con su amiga la bella navegante Nami y el músico Brook tocando una hermosa melodía de fondo, mientras que en la cocina encontramos a el afamado cocinero "pierna negra" Sanji preparando unos deliciosos postres para las bellas damas. Y por último pero no menos importante al lado de la que ahora es la zona de juego, tenemos al espadachín Roronoa Zoro que se encuentra...durmiendo.

Si, una mañana tranquila muy poco común para los mugiwaras, claramente hasta que cierto dúo que su segunda habilidad era darle más trabajo al carpintero se encontró por primera ves desde el desayuno. Como se mencionó, el espadachín estaba plácidamente dormido hasta que un malestar repentino en el estómago lo despertó abruptamente.

- muévete cabeza de musgo, estorbas en medio pasillo - el rubio iba directamente a entregarles sus postres a sus queridas doncellas, que no le importo pasar por enzima del bello durmiente.

- !Maldito cocinero de segunda¡, ¡¿Qué crees que haces pasando por encima de mi?! - y aquí vamos de nuevo, pensaron todos sus compañeros.

- !Yo puedo hacer lo que quiera, MALDITO ARBUSTO CON PATAS! -

- !¿ A QUIEN LE DI ES ARBUSTO CON PA- su discusión fue interrumpida por lo que fue un balón directo a su rostro.

- Ah, perdón Zoro - fue lo único que dijo su capitán mientras iba por el balón para seguir jugando.

- Zoro ¿te encuentras bien? - preguntó el pequeño médico por si acaso, sentía a Zoro como un modelo a seguir, así que aunque se preocupaba por el, sabía que eso no le dejaría ni una marca.

- maldito...algún día te cortaré en pedazos - advirtió a su capitán quien ignoró su amenaza con éxito y el médico tomó eso como un "esta bien".

- JAJAJAJAJAkajakja - aquella risa que resonó en la cabeza del espadachín, lo hizo dirigir su atención a el cocinero, el cual además de morirse de risa también parecía estar burlándose con palabras no entendibles.

- ! CÁLLATE MALDITO CEJILLAS ! - no podía mentir, le dio algo de vergüenza la risa del cocinero y el sonrojo en sus orejas lo delataba.

- Perdón, perdón...cabeza de musgo aplastada - sin decir mas se retiro entre risitas a entregar el postre a sus bellas damas.

A Zoro no le gustaba que se rieran de él y mucho menos que el cocinero lo hiciera, al considerarlo su rival sentía que era una derrota, ¿por qué?, eso es algo que no podremos entender nunca. Sin poder hacer nada más al respecto se retiró a la parte trasera del Sunny a dormir una vez más.

Cuando llegó el momento de la cena, como de costumbre Sanji llamó a sus compañeros a la mesa, y como si su vida dependiera de ello el primero en llegar fue el capitán mientras que detrás de le corrían Usopp y Chopper con mucha rapidez sabiendo que literalmente su cena dependía de eso. Después llegaron a la cena la navegante y la arqueóloga juntos con el músico y el carpintero, ninguno de ellos tenía prisa ya que sus lugares estaban un poco más alejados de Luffy y Sanji patearía su capitán si se entera que comió la cena de sus damas.

Una vez sentados todos (según el cocinero) el también tomo asiento y se dispuso a comer cuando la voz de una de sus damas le hizo detenerse en el acto.

- Zoro no está - dijo la navegante con ligero enojo en su tono de voz.

- Ah, es verdad - el cocinero al parecer no se había dado cuenta, aunque literalmente se sentaba al lado de él.

- no puedo creerlo..., iré por el - Nami juraba que si el barco fuera más grande Zoro rompería su récord de más veces perdido.

- no, yo iré por el, Nami-san no debe de interrumpir su cena por odioso marimo - y así Sanji salió de la cocina en busca del alga andante, además, sin duda alguna ninguno de sus otros compañeros iría y pedírselo a Robin-chan sería una aberración inaceptable.

El cocinero dio un vistazo a la parte delantera del barco, lo único bueno de que la cabeza de Zoro pareciera musgo es que era fácil visualizarlo, cuando no noto aquel color verde en aquella área subió al nido del cuervo sonde es el segundo lugar donde el marimo usualmente está, pero no había rastro de él, ya un poco desesperado bajo del nido y se dirigió a la parte trasera del barco, y nada, solo le quedaba el acuario de revisar pero, un segundo, entre los arbustos de mandarina había un color verde peculiar, y efectivamente era verde Zoro, Sanji se dio cuenta que cuando vallan a una isla de bosque no podría perder de vista al marimo ni por un segundo o sería el infierno buscarlo.

- ¡ MARIMO ! - gritarle fue la mejor forma de despertarlo que se le ocurrió, aunque a Zoro no le dio nada de gracia despertar con un padre nuestro en la garganta y un pre-infarto, y como no si Sanji había gritado como si los estuvieran atacando, estaba seguro que los demás también lo escucharon.

- ¡¿ QUE DEMONIOS QUIERES MALDITO COCINERO !? - había pocas veces en que Zoro se espantaba, pero el cocinero, su capitán y la navegante eran expertos en despertarlo de las peores formas posibles.

Esa reacción fue suficiente para que Sanji olvidara todo su coraje hacia él y se sintiera victorioso una ves más en el día.

- Ah, tan solo te aviso que vengas a comer o luffy se comerá tu comida - una sonrisa burlesca aprecio junto al tono de calma en su voz.

- JA, como si me importara tu comida de segunda - cualquiera que tenga ojos podrá saber que eso era una muy mala mentira, a veces iba a molestar al cocinero y a robarle comida junto con luffy e incluso se sentaba junto con el cocinero a escuchar lo que sea que le contara mientras le daba comida (si no me creen vean el arte oficial de Oda).

- ! PUES ENTONCES VE A ABSORBER HUMEDAD COMO TODO UN MUSGO ! - aunque Sanji cuando se trataba de su cocina solo se dejaba llevar por sus emociones como buen chef.

-¡ VETE AL DEMONIO COCINERO PERVERTIDO ! -

Aquella disputa se transformo en Zoro y Sanji mirándose fijamente a los ojos, con una profundidad que reflejaba...odio, pero en un buen sentido, ¿como se supone que es eso?, es un sentimiento difícil de explicar pero fácil de reconocer cuando lo experimentas. En ese estúpido sentimiento se basa esta relación, no son enemigos, no son románticos, son una relación que es difícil describir con palabras las cuales en realidad no hacen falta, sus simples pensamientos los delatan.

"Esos molestos ojos azules", "Esa odiosa mirada implacable", "Esos irritantes cabellos dorados", "Su estúpida voz ronca", "Su extraña forma de actuar", "Sus incomprensibles creencias"

"En verdad...¡ODIO A ESE TIPO!"

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Muchas gracias por leer este capítulo, no se que tan seguido actualice y tampoco se que tan larga ser la historia.

Nos leemos en el siguiente capitulo y agradecería si dejan su voto

Querido corazón: ¿por qué él? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora