Capitulo 4: ¿confusión o negación? (Parte 2)

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Después de la conversación extrañamente incómoda que tuvieron el espadachín y el cocinero, había muchas dudas en su cabeza, Sanji como ya lo vimos, fue a aclarar sus dudas con ayuda de la navegante Nami, pero Zoro prefería arreglar sus pensamientos por su cuenta, la paz y la tranquilidad de estar contigo mismo...además, Zoro es malo para expresarse con palabras así que el pedirle consejo a alguien solo haría más complicado el tema.

Decidió ir a la parte del barco que en ese momento no estaría ocupada ya que supuesta mente él debería estar allí entrenado, una vez ya en el nido del cuervo el espadachín se dispuso a entrenar y aclararse, sentía una adrenalina inexplicable que tenía que liberar, pero su mente no lo dejaba concentrase, ¿que fue esa sonrisa que le dedicó el cocinero?, ¿por qué fue tan estúpidamente linda?, ¿que estaba pasando con el?.

- ¡Diablos, no lo entiendo! - su frustración por fin salió en palabras, un canto de desesperación que fue escuchado por el músico del Sunny, el cual si me lo preguntan ya estaba observando la situación desde hace rato.

- Yohoho, perdón por interrumpir Zoro-san, pero creo que necesitas ayuda - por su puesto que la necesitaba, Zoro es Zoro, un tipo que no había tenido tiempo del romance, ¿pero como preguntar?, ni siquiera él sabía que pasaba en su interior, ¿que era aquello que alborotaba tan severamente su corazón?.

- tal vez...si - aún en esta citación su ego no le permite ser sincero o ¿acaso es vergüenza?.

- Yohoho, no te preocupes te he visto con mis propios ojos y se que te puede estar pasando, A , aunque yo no tengo ojos, YOHOHOHO - Brook había estado "al pendiente" de sus compañeros ya que sus comportamientos lo "preocupaban".

- ¿¡En verdad lo sabes!? - pobre e inocente musgo.

- por supuesto, sentémonos por favor, primero quiero hacerte unas preguntas - insistió a Zoro mientras se centraba en el sillón.

- oye, no quiero una sesión de terapia, quiero respuestas - en verdad parecía una platica de psicólogo.

- Yohoho, lo se, pero confía en mí, iniciar con esto será lo mejor - Brook tenía razón, conocía al espadachín, si le decía que se estaba enamorando del cocinero lo mandaría a volar al océano, primero tenía que hacerlo abrir los ojos (o más bien el ojo) y comprendiera mejor su hipótesis.

- bueno, habla -

- Zoro-san, ¿cual es tu opinión sobre Sanji-san? - un poco directo ¿no?.

- ¿Mi opinión sobre el cocinero?, pues...es demasiado testarudo y molesto, actúa raro, en especial cuando está con mujeres y esas estúpidas hemorragias nasales son problemáticas, es un idiota - muy bien, muy bien, tal vez en parte si.

- ¿No tienes alguna opinión positiva hacerla de él? - aquí es donde inicia el plan.

- ¿Opinión positiva?, mmmm....sus patadas son fuertes y su comida es buena- ...wow...que simple.

- es verdad, las patadas de Sanji-san parecen peligrosas, yohoho - vamos, ¡muerde el anzuelo Zoro!.

- son bestiales, nunca a logrado ganarme, pero sí que en algunas de nuestras peleas me ha dejado unos moretones y cuando usa su "Diable Jambe", ¿has visto la cara de su enemigos cuando lo ven?, en su cara se muestra una expresión de miedo al darse cuenta que están jodidos. - Zoro hablaba de Sanji con bastante emoción o por lo menos con más emoción de la que suele mostrar.

-Yohoho, ¡es verdad!, solo su comida puede superar lo sorprendente de sus patadas.- solo un poco más...

- es verdad, aquí entre los dos, y si le dices te arrojo al mar, su comida es una de las mejores que he probado (en realidad la mejor) aunque sus oniguiris y su ramen destacan más. - la expresión en sus ojos...eran tranquilos, decía esas palabras con tranquilidad y lo que parecía ser cariño, pereciera que no pero el estar tanto tiempo con el rubio le generó un sentimiento de calma con solo pensar en el.

- Zoro-san - la última pregunta. - ¿alguna ves te ha gustado o has amado a alguien de manera romántica?. -

- ¿Ha?, no, no que lo recuerde...- ¿de donde salió ese nerviosismo?.

- Zoro-san, creo qué hay la posibilidad de que lo estes ahora, Yohohoho - ya casi...

- ¿De que estas hablando?...- creo...que no funciono.

- ay...Zoro-san, creó que te atrae Sanji-san - al final el plan de Brook de que Zoro se diera cuenta por sí mismo no tubo éxito.

La mirada de Zoro cambió drásticamente, ¿como era posible eso?, no lo era, definitivamente no podría serlo, pero entonces...¿por que su corazón se aceleró con tan solo pensar en eso?, imposible, no tenía tiempo de estar enamorado y mucho menos de ese tipo, dios, en que se metió, ¿por qué?, ¡¿POR QUÉ EL?!.

- veo que necesitas tiempo con tu corazón, bueno, me voy - y sin decir mas palabras aquel músico que ha causado un alboroto en la mente de Zoro se fue sin culpa alguna.

- Mierda...eso fue una trampa...- ¿que podía hacer?, ¿era verdad?, ¿le atraía Sanji?, un dolor de cabeza estaba apoderándose de Zoro hasta que su mente le mostró cierto recuerdo de esa mañana, esa estúpida sonrisa, ...tan linda. Si pensar en nada más el musgo se recostó en suelo, eso vasto para revelarle la verdad.

- Maldito corazón...¿y ahora que haré?.

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Este capítulo es algo corto, pero es porqué no quería solo explicar como uno de los dos aclaro sus emociones, quiero darles protagonismo e importancia a los dos.

Gracias por leer, te agradecería si dejas tu voto en este capítulo por favor.

Nos leemos en el siguiente capítulo.

Querido corazón: ¿por qué él? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora