Capitulo 5: El primer paso

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Ninguno de los dos podía creer el descubrimiento que avían hecho, a Sanji le gustaba Zoro y a Zoro le gustaba Sanji, ¿pero como aceptarlo?, "¿que tal si no se gustan el uno al otro?", las dudas del amor....que tortura más hermosa. Sin embargo, inevitablemente tendrán que reencontrase en la comida, Sanji usualmente prepara los un platillo específico, pero el día de hoy le tocaba hacer el platillo favorito de cada muguiwara, que coincidencias da la vida, ¿no creen?.

Una vez que fue la hora de la comida el cocinero llamó a sus compañeros, el espadachín entró casi al final detrás de la navegante y la arqueóloga que como siempre platicaban de temas que él no entendía. Se dirigió a su lugar asignado junto a su capitán y...diablos, calló en cuenta de que tendría que sentarse junto al cocinero, y no era el único pensando en eso.

Desde que el musgo entró al comedor Sanji lo miraba discretamente y debes en cuando, cuando se lo vio sentarse en su lugar habitual, pensó, "¿que demonios hago ahora?", la respuesta fue simple, sirve los platillos, siéntate, come y ya, después de la comida se irá, y tal y como lo planeo, una vez que termino de servir la comida para sus amigos y Zoro se sentó a comer.

Sin embargo había una reacción que quería ver, le había agregado un nuevo relleno a uno de los oniguiris, "carne de cerdo frita", era una de las partes favoritas de Zoro en su ramen y quiso hacerlo por el...espera, ¿que?, que bruto se delató solo, ¿que tal si lo nota?...espera, es una receta nueva, ¿que tal si no le gusta?, mientras Sanji intentaba que su rostro no reflejara su desesperación cambió a quedarse congelado mientras veía como Zoro estaba a punto de probar el oniguiri de cerdo.

Zoro estaba sorprendido, ¡que sabor tan bueno!, ¿como el cocinero puede hacer comida tan deliciosa?, una mirada de sorpresa invadió su cara junto con un sonrojo, en realidad se veía algo tierno, pero no lo noto al estar perdido en el sabor al igual que no noto una sonrisa de alegría que le dedicaba el cocinero incondicionalmente.

Al terminar la comida los muguiwaras fueron a hacer sus tareas o pasatiempos en realidad, Nami terminaba de trazar un nuevo mapa, Franky arreglaba el barco, Robin leía, Chopper preparaba nuevas medicinas, Brook practicaba un nueva canción y Usopp y Luffy pescaban. Solo faltaban dos personas, Sanji como de costumbre se quedó a limpiar los platos sucios pero por alguna razón Zoro no se marchaba de la cocina, solo estaba allí tomando sake y observándolo.

Sin duda alguna Sanji no estaba acostumbrado a que lo vieran tan fijamente y mucho menos el cabeza de alga, en la perspectiva del otro, Zoro se había quedado para hablar con el cocinero...¿de que?, ni él sabía, solo quería hablar con él, sin embargo, como si lo hubieran hechizado, los nervios se apoderaron de él haciéndolo quedarse mudo y tomando un trago de sake para calmarse, pero solo se quedó allí, mirando al rubio de la cabeza a los pies mientras limpiaba los trastes con una elegancia innecesaria pero cautivadora.

Ya han pasado 5 min, había una tensión en el ambiente notada por ambos y en incremento por cada pequeño intercambio de miradas que se lanzaban de ves en cuando, Sanji, el ya no podía seguir así, el nerviosismo y el enojo lo estaban consumiendo por completo, "¿que demonios hace aquí?" y "¿por qué no se marcha?" eran las dos preguntas que rondaban la mente del cocinero, hasta que al final hablo, aunque hubiera preferido no hacerlo.

- ¿estás coqueteando o provocando una pelea, marimo? - el enojo y el nerviosismo no lo habían dejado pensar antes de hablar, pero la razón lo hizo reaccionar arrepintiéndose de lo que había dicho, pero no dijo nada más y sin ningún tipo de contacto visual sigui lavando.

Ese comentario tomó por sorpresa a Zoro, y gracias eso su cara ahora estaba repleta de un color carmesí hasta sus orejas, sin decir nada se levantó algo torpe, se dirigió a la puerta y antes de salir se detuvo por unos segundos.

- no lo se... - y sin decir más salió del lugar dejando al cocinero helado, con aquella repuesta acompañada de cierto tono provocativo el corazón del cocinero dejó de latir por un momento.

"!¿QUE DEMONIOS ACABA DE OCURRIR?!", la pregunta resonó en toda la mente del cocinero, demasiadas dudas para un solo instante flotaban en su cabeza y demasiadas emociones estallaban en su corazón. Sanji tuvo que soltar el plato que estaba la bando o lo hice a romper sin ninguna duda, empezó a caminar por toda la cocina con las manos en sus mejillas sonrojadas intentando descifrar qué quiso decir Zoro con eso.

Por otro lado alguien más estaba en peor estado, tanto que necesitaba descargarse con alguien y quien mejor que aquel músico que ya se había involucrado en esté asunto, sin decir una palabra tomó a Brook del cuello de su traje y lo arrastró hasta el acuario donde no había nadie. El esqueleto no tubo ni tiempo de preguntar cuando el espadachín se liberó contándole (o más bien gritándole) lo que había pasado, mas que nada sus pensamientos acerca de eso. Después de un rato Zoro al fin se tranquilizó y dejó hablar al músico.

- Zoro-san creo que necesitas calmarte un poco, tal es Sanji-san no dijo eso con intenciones de provocar tu enojo, a veces solo decimos lo primero que pensamos, Yohohoh - el músico sabía lo que decía, después de todo fue por no medir sus palabras que termino metido en esto.

- hay veces que no entiendo a ese tipo, primero es amable y luego quiere pelar - Zoro estaba molesto y preocupado, ¿y si el rubio dijo eso para molestarlo porque ya sabe lo que siente por él?.

- No lo se, su relación parece la de dos gatos que podrían sacarle los ojos a alguien, A...aunque no funcionaría en mi ya que no tengo ojos, YOHOHOHO - una metáfora muy rara ¿no?.

- ¿A que te refieres con eso? - si, sin duda alguna se necesita una explicación para eso.

- yohoho, los gatos son seres independientes Zoro-san, no necesitan tu compañía todo el tiempo y son fáciles de provocar, pero no significa que no te quieran, cuando un gato te quiere te lo hace saber, se alegra de que estés con él, le gusta divertirse contigo, te dan obsequios y sobre todo te tienen confianza y la confianza es el mayor regalo que cualquiera te puede dar. -

Zoro se quedó pensativo a las palabras de su compañero, era verdad no necestiva al cocinero todo el tiempo y el cocinero no lo necesitaba todo el tiempo a él, le divertí pelear con el cocinero y parecía que al cocinero le gustaba pelear con él, se confiaban mutuamente en cada batalla que han tenido, y el regalo...un regalo, ¿los oniguiris de la comida habrán sido un regalo?, no, Sanji era un mujeriego de primera, no se interesaría en...un hombre.

- ¡UNA ISLA A LA VISTA! - los pensamientos de Zoro fueron interrumpidos por el aviso que dio el tirador de los muguiwaras.

Sin perder el tiempo se reunieron todos los muguiwaras en la parte delantera del barco y contemplaron la isla, su siguiente aventura, su...

- ¿pero qué demonios es eso?...-

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Perdón por tardarme tanto, la escuela me está matando, lo más seguro es que actualice todos los viernes, sábados o domingos, tal ves antes, pero mínimo una actualización tendrán los fines de semana.

Gracias por leer y les agradecería que dejaran su voto en este capítulo.

Nos leeremos en el siguiente capítulo.

Querido corazón: ¿por qué él? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora