CAPÍTULO 7

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— Perdón... No debí dejarte solo... Te juro, que si llegaba un poco más tarde los hubiera asesinado. Cuando vi que te estaba tocando— Zhan tomó la mano de Yibo y apretó levemente

— No fue tu culpa, podría haber pasado en cualquier momento. Y te agradezco que hayas venido.

— Zhan-ge— lo envolvió con sus fuertes brazos— Gracias a Dios que estas bien, no sabes lo asustado que estaba, cuando supe que te habían llevado sabia que no era nada bueno.

— Estoy bien porque llegaste a tiempo, mi héroe

— No lo soy, y lo sabes.

— Lo eres, para mi

— ...

— ¿Yibo?— no hubo respuesta solo pequeños hipidos y sollozos— Ya, ya— palmeo su espalda— Estoy bien, mi héroe llorón— Yibo soltó una dulce carcajada, Zhan se separó un poco y tomó el rostro de Yibo y lo besó— Regresemos a casa— Yibo asintió y ambos caminaron de regreso, tomados de la mano.

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— El hermano Wang es fuerte.

— Mierda, debemos vengarnos. No podemos dejar que nos humille así.

— Si, debemos darle una lección a ese marica y su novio marica.

— Solo de la orden jefe, y llamemos a los demás

— Cierren el hocico. Solo olvídense de esto, Wang Yibo es un desconocido y ya cerremos el asunto.

Las palabras de Yibo de algún modo lo afectaron, le domostraron la valentía y determinación que tiene un hombre cuando se enamora y lo peligroso que se vuelve uno cuando tocan a alguien preciado para nosotros. Recordó como perdio a un gran amigo por culpa de lo mismo que él hacía con Yibo y los demás.
Sonrió para si mismo y felicitó a Yibo.

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— La tía se volverá loca cuando vea tu bello rostro golpeado— dijo con un puchero mientras acariciaba el rostro de Yibo.

— No es la primera vez que me grita por andar metido en alguna riña. No te preocupes. Entremos

Yibo ya sabia la reacción de su madre, pero eso fue lo de menos. Después de una buena regañada curó a su hijo; aunque Yibo haya tenido ventaja en la pelea no significa que no haya ganado uno que otro golpe. Después de curarlo le dio medicamentos. Ventajas o desventaja de tener una madre especializada en medicina.

Zhan cenó junto a Yibo luego regreso a su casa para descansar. Yibo como siempre lo llevaba hasta la cama y una vez se quedaba dormido regresaba a su casa.

Ambos estaban recostados en la cama, Zhan intentando dormir recostados sobre el pecho de Yibo y este acariciando su cabello con los ojos cerrados.

— Oye...— susurró cerca de sus labios, haciendo a Yibo abrir los ojos y cruzar miradas— ¿Te quedas? ¿Hmm?— acortó la distancia. Yibo correspondió el beso.

Zhan solo quería seguir así con Yibo acurrucados, abrazados y recibiendo mimos. Quería que se quede a dormir, solo eso; el beso fue porque quería darle un poco más de cariño a Yibo y convencerlo pero no tuvo una segunda intención. Cuando se separaron Yibo lo tomó de las mejillas para seguir besándolo. Mordió levemente su labio con la intención de obtener acceso al interior de su boca.

Las manos de Yibo picaban por tocar a Zhan, su boca succionaba todo de Zhan, sintiéndose complacido al escuchar sus jadeos y gemidos. Paso sus manos por debajo de la pijama, hasta llegar a sus pezones. Dejo sus labios para besar su cuello y desabotonar el pijama, dejando expuesto su pecho. Se separó para tomar aire. Cuando posó su mirada sobre Zhan, verlo jadeando, con la respiración irregular, sonrojado, los labios hinchados y sus ojos profundos. Toda su sangre fue directo a su miembro.

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