El joven príncipe mira a Taehyung por última vez, y le dice, -Sí he escuchado esas historias, las que tratan de una espantosa criatura del bosque que tiene cuernos.
Taehyung aguanta su respiración. -¿Y?
Los labios de Jungkook se curvan ligeramente h...
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Y tal parece que el libro le trae un montón de problemas a Taehyung a pesar de que al principio fue un regalo buen intencionado. El muchacho parece haberse interesado en el proceso del cortejo, y le ha hecho un sinnúmero de preguntas a Taehyung que terminan dejándolo más perplejo que nunca.
Preguntas como:
—Leí que la primera vez es algo sagrado, —Jungkook le dice un día, mientras camina alrededor de la pequeña cocina de la cabaña y sostiene el libro. Mientras tanto, Taehyung está por la ventana escuchando, y limpiando aquellas áreas de la cabaña que son imperceptibles con un pañito. —¿Ya tuviste tu primera vez?
Taehyung por poco se cae de la ventana y por poco termina justo en el lago junto a ella. —¡¿H-Huh?!
Exactamente, ¡¿Qué tipo de ideas ese libro está plasmando en la cabeza del joven príncipe?!
—No sé qué edad tienes, pero sé que eres más sabio que yo por muchos años. Así que, seguramente, ya habrás experimentado una... primera vez, —Jungkook dice con tristeza. Luego, susurra para sí con un poquito de amargura, —Quizás, si hubiera nacido una década antes...
Taehyung vuelve a estabilizarse, y trata de calmar su frenético corazón latiente. —¿Primera vez? ¡Jajajajaja...! ¡Pues claro que ya tuve mi primera vez!
Jungkook debe estar preguntándole sobre su primer beso.
Taehyung deja de sonreír, y sostiene el paño aún más fuerte. El agujero que había estado cerrándose en su corazón se abre un poco más.
Pues claro que recuerda su primer beso. Su único beso.
Su primer beso ocurrió en el atardecer de su decimoctavo cumpleaños, justo en las fronteras del Bosque Yongmasan, donde el mundo de los humanos y la tierra de las hadas se encuentran, cuando él aún era inocente, y un pequeño. En ese entonces, Taehyung siempre creía que había un bien en este mundo, y aún tenía sus dos grandes alas. Sus alas revoloteaban al son de los latidos de su corazón, mientras se entregaba completamente al hombre que una vez amaba y estimaba. Su piel se estremecía bajo las caricias de ese hombre, de esas manos que lo sostenían muy cerca de él. Y se deleitaba cada vez que el aliento del hombre rozaba su piel, y le ocasionaba cosquilleos.
Un día, los humanos y las criaturas mágicas coexistirán bajo mi reinado, era lo que él le había prometido tan dulcemente a Taehyung, Y con este beso de amor verdadero, yo cierro el trato contigo.
Taehyung siente un dolor intenso extendiéndose por su espalda.
Luego escucha el sonido de un cristal rompiéndose, y Taehyung se da la vuelta, despertándose de su ensoñación.
—¿Jungkook? ¿Estás bien?
El dolor fantasmal en su espalda desparece tan pronto ve el rostro de Jungkook.
