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Fue una sorpresa para todos cuando Jungkook llega al muro de espinas en la mañana, sosteniendo dos cestas llenas de cosas, listo para cumplir con su promesa y empezar nuevas cosas con Taehyung

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Fue una sorpresa para todos cuando Jungkook llega al muro de espinas en la mañana, sosteniendo dos cestas llenas de cosas, listo para cumplir con su promesa y empezar nuevas cosas con Taehyung. Justo como lo había prometido.

No obstante, esta vez, el muro de espinas no se abren para él. Taehyung ha ordenado el cierre de estas.

Jungkook jala y empuja las espinas, pero ninguna de ellas se abre para el joven príncipe. Pese a esto, ninguna espina puede soportar lastimarlo, ninguna de ellas puede envenenar al niño al que tanto cariño le cogieron.

—Díganme porqué ustedes no se abren para mi, —Jungkook le pregunta a las espinas con el miedo reflejado en sus ojos. —¿Le pasó algo a Taehyung?

Taehyung está escondido entre las sombras, indispuesto a salir de la oscuridad donde está inmerso. No obstante, al escuchar a Jungkook llamarlo por su nombre tan tiernamente, justo como lo hacía el hombre que una vez amó, siente una inmensa rabia dentro de él.

—No tienes permiso de llamarme por mi nombre, —Taehyung gruñe mientras camina justo donde está el príncipe. —¡¿Quién exactamente te crees que eres?! ¡¿Acaso toda la realeza es tan desagradable y presuntuosa, o solo son los Jeon?!

Las espinas se acobardan, pero siguen firmemente evitando que Jungkook entre al Bosque Yongmasan.

Los cuernos de Taehyung parecen haber crecido el doble, en conjunto con el bastón mágico en su mano. Cuando Jungkook lo mira, siente miedo al darse cuenta de que está siendo desterrado.

Por la persona que más ama.

—No me dejas entrar — Jungkook deduce con horror. —Dime qué he hecho mal, y nunca lo volveré a hacerlo. Por favor, siempre y cuando me dejes entrar.

—Jungkook, hay un palacio esperándote —Taehyung le dice con rabia. —Tienes que ir al baile.

—¿Por qué crees que quiero eso? —Jungkook refuta con el pánico reflejado en sus ojos. Y luego, logra entender todo. —Acaso tú, definitivamente lo viste, la viste a ella. Viste a la princesa con quien hablaba.

—Escuché que ella era hermosa.

Jungkook está temblando mientras habla, completamente determinado a demostrarle lo contrario.

—Nunca he tenido ojos para nadie más.

—Y tal vez eso tenga que cambiar, —Taehyung refuta con ira. —¿En qué estábamos pensando? ¿Por qué pensábamos que era buena idea que vinieras aquí y vivieras en Yongmasan conmigo? Eso no romperá el hechizo. En lugar de obsesionarte con tus delirios infantiles de vivir en una casita en Yongmasan, quizás deberías reunirte con tu princesa en el baile.

—¡Pero yo nunca he querido ser un príncipe! —Jungkook grita con rabia; su tono de voz está llena de terror. Él no puede ser desterrado por lo único que ama. Él no puede ser desterrado por lo único que ama. —Yo solo he querido estar contigo. Cómo puede ser posible que, después de tanto tiempo, no te has dado cuenta.

Me amarías (como lo hiciste una vez en un sueño) KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora