Hora de un café

Amargo.

-Ella.

Suena mi alarma, pero no le encuentro en las sábanas de mi cuarto.

Muchos pensamientos intrusivos hacen su aparición invadiendo mi mente.

Todavía cansada me levanto incrédula ante las evidencias que sé que me harán sentirme avergonzada y como una idiota. Pero en ese momento lo veo:

"Calle Fuente del Álamo piso 7 apartamento C. Tienes un regalo esperando. Solo para ti".

Sonrío y aprieto la nota contra mi pecho desnudo.

- Hoy no hay parafernalias ni adornos en su nota - digo con un aire nostálgico. 

Me ducho y me visto rápidamente. Debo abrir pronto pero decido que ya desayunaré en el local. Ahora necesito estar en otro lugar.

Llamo al timbre pero no abre nadie y tampoco escucho nada en su interior. Giro el pomo de la puerta y esta me invita a pasar.

Me quedo petrificada. - ¿De verdad vive aquí? - Cuestiono.

Todo está completamente vacío. Un amplio estudio se abre ante mí, pero el colchón no tiene ropa, las repisas muestran el polvo de los días y el armario al descubierto sugiere una despedida rápida.

- ¿Qué ocurre aquí? - Me pregunto una y otra vez.

Sin embargo hay algo en el escritorio, lo único discorde de todo el espacio. 

Un cuaderno nada engalanado y un boligrafo.

Abro por la primera página y veo muchos borrones y tinta azul. Pero también un título en mayúsculas que capta por completo mi atención y que me ancla a sus páginas y me hace presa de ellas hasta el final de todas:

"Es hora de un café".

...