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𝐒𝐢𝐚𝐫𝐚 𝐌𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫

Estaba bastante perdida por el instituto nuevo.
Tenía planos, sí; pero muy mal explicados.

Necesitaba llegar al aula 52 y estaba al lado de la 01 así que me encontraba lejos de ella.

Comencé a caminar tan concentrada en los planos que terminé chocando con alguien.

Genial.

-Ey, cuidado-dijo una voz masculina, pero no sonaba despectivo, simplemente como un consejo.

Levanté mi mirada pudiendo ver a un chico con un peinado algo peculiar, pero que el color combinaba con sus ojos a la perfección.

-Lo siento, soy nueva y estoy perdida-me disculpé-. Debí mirar por dónde iba.

-No te preocupes, yo puedo ayudarte-respondió-. ¿A dónde tienes que ir?

-Al aula 52-informé.

-Qué casualidad, yo también voy ahí-mencionó-. Ven conmigo, si quieres.

Asentí y ambos comenzamos a caminar.

》¿Cómo te llamas?

-Siara-respondí.

-Qué bonito-halagó-. Yo soy Halcón.

-¿Halcón?-cuestionó, confusa-. ¿Cuál es tu nombre real?

-Es un secreto-se hizo el interesante-. Tendrás que investigar.

-Ya... no me costará mucho pues algún profesor tarde o temprano lo dirá-mencioné con una sonrisa burlona.

-Y bueno, Siara... ¿siempre has vivido aquí?-cuestionó.

-Qué va-respondí-. Vengo de la otra punta de Los Ángeles, prácticamente. ¿Y tú?

-Yo siempre he vivido en el valle-respondió.

-¿En qué parte?-cuestioné.

-Encino-respondió-. ¿Tú?

-Reseda-contesté-. Todo lo contrario.

Sonreí divertida.

-Bueno, Encino tampoco es tan genial como lo pintan-comentó, supuse que para que no me sintiera mal. Alcé mis cejas-. Vale, sí que lo es.

Detuvo su paso delante de una puerta.

》Esta es.

-Gracias por acompañarme-agradecí-. Hubiese muerto perdida por los pasillos de este instituto.

Él rió un poco.

-Me caes bien-mencionó-. Venga, vamos.

Entré al aula tras él. Pude observar como caminaba hasta unos pupitres libres.

No sabía si ir con él o dejarlo ya en paz. Tan solo había sido amable conmigo, pero no significaba que quisiese que lo siguiera a todos lados.

》¿Te sientas?

Asentí y me acerqué para sentarme a su lado.

-¿Seguro que no quieres sentarte con tus amigos?-cuestioné.

-Quiero conocerte-dijo.

-Tendrás que esperar a que sepa tu nombre, al menos-mencioné.

-Ya te dije que soy Halcón-vaciló.

-Ya... quiero escuchar un nombre de persona.

-Halcón es un nombre de persona, ¿no le pondrías ese nombre a tus hijos?

𝐈 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐧𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐛𝐮𝐭 𝐲𝐨𝐮 || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora