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𝐒𝐢𝐚𝐫𝐚 𝐌𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫

—¿Cómo te ha mordido un perro el culo?—cuestioné riendo.

—Era parte del entrenamiento—respondió.

—¿Era parte del entrenamiento que te mordiera el culo?—cuestioné riéndome más.

—No es gracioso, duele—se quejó.

—Sí que lo es.

—¿Qué da tanta gracia?—cuestionó Aiden.

—A Eli le ha mordido el culo un perro—dije riendo de nuevo.

El pequeño también rió un poco.

—Te odio—dijo.

—Sé que no—respondí.

Poco a poco me fui relajando y la risa cesó.

》Lo siento, ha sido muy gracioso.

Él rodó los ojos.

—Está tarde los del dojo y yo iremos al cine, pero ya no sé si invitarte—mencionó.

—Bueno, siempre puedo ver una película en casa—respondí alzando mis hombros.

—¿Quieres venir?—cuestionó.

—Claro que sí—respondí sonriendo—. Espero, que Aiden se duerma porque sino no aguantará nada en el cine.

[...]

Ya en el cine, yo tenía a Aiden encima durmiendo, al lado tenía a Halcón con quien compartía las palomitas y a la derecha de este estaban Miguel y Aisha.

Estos dos últimos se habían enterado hace escasos días de la existencia de Aiden y fue bastante bien.

—Deja de tirar las palomitas—le regañé—. Si no las quieres dámelas a mí.

—Sí que las quiero—dijo echándose un puñado en la boca.

Rodé los ojos con diversión.

—Oye, ¿qué te pasa?—le preguntó Aisha a Miguel.

—No dejo de pensar en lo del padre de Sam—respondió el moreno.

—El problema lo tienen ellos—dijo Aisha—. A ti no te incumbe.

—¿Es que no lo pillas?—cuestionó Miguel—. El padre de Sam odia a Cobra Kai y yo soy parte del dojo. Siguiendo el silogismo, su padre tendría que odiarme.

—La verdad tiene sentido—comenté.

—Joder, qué pardillo eres—habló Halcón mientras tiraba otra palomita haciendo que yo le pegase un codazo.

Él me miró mal.

—No son solo imaginaciones mías—continuó Miguel—. Sam, el otro día, se comportó de forma extraña.

—Conozco al Señor LaRusso desee tercero—comenzó Aisha—. Es buena gente. Cuéntaselo y ya está.

—Todavía no me ha invitado a su casa—mencionó Miguel.

—Tan solo lleváis unas semanas saliendo, igual ella piensa que es muy pronto—traté de animarlo.

—Puede ser—concordó Miguel—. O puede ser que tenga miedo de presentarme.

—Pues ve tú—le dijo Halcón—. Sé un macho alfa.

Tiró otra palomita causando que un señor se levantara molesto.

Halcón disimulada haciendo como si su atención estuviese centrada en la película.

—¿Quién coño ha sido?—cuestionó el hombre.

—Ojalá te hubiese pillado—le dije.

—Cállate o me pillará—dijo.

—Es lo que quiero, macho alfa—sonreí burlona.

04•02•2024

𝐈 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐧𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐛𝐮𝐭 𝐲𝐨𝐮 || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora