𝐈 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐧𝐞𝐞𝐝 𝐧𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐛𝐮𝐭 𝐲𝐨𝐮 || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳

~2~

𝐒𝐢𝐚𝐫𝐚 𝐌𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫

Ya hacía una semana que había entrado al nuevo instituto y, por ende, que conocía a Halcón y al resto de sus amigos.

Mientras caminaba por el pasillo, me encontré a Miguel quien parecía muy feliz.

—¡Hola, Siara!—me saludó con una sonrisa.

—Hola, Miguel—lo saludé de igual manera—. ¿A qué viene tanta emoción?

—Tengo una no-cita con Sam—dijo con una sonrisa.

—¿Una no-cita?—cuestioné confusa.

—Sí, saldremos pero en plan amigos—explicó.

—¡Eso es genial!—respondí—. Pero, ¿quién es Sam?

—Una de las populares prepotentes—dijo Halcón llegando a donde estábamos—. Miguel babea por el desde el primer día.

—Ella es diferente a las otras, lo sé—respondió el moreno.

—Seguro que triunfas en tu "no-cita"—aseguré con una sonrisa—. Bueno, me voy a mi clase.

—Voy contigo—me dijo Halcón para luego despedirse de Miguel y seguirme—. Esta tarde no tengo entrenamiento, si quieres quedamos y te enseño algo de kárate.

—Vale, pásate por mi casa a las cinco. Luego te envío la ubicación—le dije.

Sonrió.

[...]

—Mami, mira qué dibujo he hecho—habló Aiden enseñándome un papel.

—Wow, ¡qué bien lo has hecho, bebé!—dije mientras observaba—. ¿Quieres hacer otro?

—¡Sí!—exclamó.

Le di otro folio a la vez que sonaba el timbre. Supuse que sería Halcón.

—Ahora vengo—dije mientras me levantaba e iba hacia la puerta.

Abrí esta para ver al otro lado a Halcón.

—Hola, veo que no te has perdido—saludé—. Realmente dudaba que no lo hicieras.

—Qué graciosa—dijo.

—Siempre—respondí—. Bueno, pasa.

É

l entró y yo cerré la puerta tras él.

》Ven.

Fuimos hacia donde estaba Aiden.

—No me dijiste que tenías un hermano—mencionó.

—Ah, en realidad... él no es mi hermano—mencioné.

—¿Es tu primo?

—Es mi hijo—dije.

Él me miró sorprendido, bueno, más que sorprendido.

—¿T- tu hijo?—cuestionó, yo asentí—. Pero, ¿cuántos años tiene?

—Tres—respondí—. Lo tuve con trece.

Sus ojos se abrieron como platos.

—¿En serio?—yo asentí—. Wow, no me lo esperaba.

—Nadie lo hace, de hecho—dije, divertida.

Se acercó a Aiden.

—Hey—le saludó—. ¿Cómo te llamas?