La resiliencia de Zafril

Capitulo 5

Capítulo 5. Aspixia

—Lo siento mucho —susurro ella.

—Está bien.

Alastor la consoló acariciando su cabeza.

Un niño mimando a una joven adulta.

¿Es una ironía de dios?

Continúe disfrutando mi comida, no siempre se puede contemplar un espectáculo en vivo.

Ella comió y lloro poco, el trauma de perder todo se mundo en cuestión de una noche es difícil de afrontar, aun así, no sucumbió a la desesperación.

—Me llamo Tris, muchas gracias por salvarme.

Ella tardo un poco en calmarse, sin embargo, al final hablo cuánto pudo. La dejamos tranquila después de saber lo importante.

Tris una exploradora collar de plata que al parecer termino en el pueblo de Bayam después de perderse, lo resumí todo en esa frase. Una historia creíble pero con nueces huecos, nada fuera de lo habitual para un claro desconocido que fue salvado.

El sol continuo su marcha por el cielo hasta llegar a su punto más alto, en ese momento, cubrimos nuestro rastro enterrando el refugio bajo tierra con un hechizo de All.

—Entonces —musite antes de voltear la vista —, ya has tomado una decisión ¿No es así?

Aunque encubrí mi actitud bajo una máscara amigable, solo tengo una opción en caso de que elija marcharse por su cuenta. Comprometer nuestros recursos no es una opción, tampoco lo es dejar un cabo suelto.

—Yo —Tris dudo —, los acompañaré hasta Ulmarat, cuento con ustedes.

Tris hizo una reverencia. Intercambie una mirada con All, ambos estábamos de acuerdo en que ella no era una chica mala; sus ojos reflejan algo más que dolor, la marca de los supervivientes.

Incluso así todavía debemos tener un ojo sobre ella, al menos hasta que enfrentemos algo aterrador. Los verdaderos colores de una persona solo son visibles cuando el miedo atenta contra sus mentes.

Además, quién en su sano juicio confía en un desconocido.

—¡Bien! Contamos contigo —All parecía emocionado.

Ah, sí.

—Mientras marchamos cuéntanos sobre tus habilidades, si vamos a cruzar por el gran bosque tenemos que saber cómo agruparnos.

—Está bien —Tris no era enérgica —, soy una lancera de retaguardia, mis habilidades principales son de escolta —abrazo su torso cabizbaja —, no soy buena estando al frente.

Tris se retrajo así misma, parecía recordar por momentos la tragedia de la noche anterior. Aunque puedo empatizar con ella, decir algo como "tienes que seguir adelante" en esta situación oh ¨se fuerte' no sería de ayuda.

Para su mala suerte no soy alguien con quién deberías hablar sobre tus problemas. Atiné a darle un pequeño golpe en el hombro como lo solía hacer mi hermano mayor, es todo lo que puedo ofrecerle.

—Vamos.

Caminamos en línea recta mientras descendíamos por la colina. Más temprano que tarde frente a nosotros, árboles de inconfundible tamaño aparecieron en el horizonte. Tardamos diez minutos en llegar a los alrededores del gran bosque de Aspixia.

Desde la distancia pueden confundirse con montañas.

No existe arboleda más masiva sobre el continente, uno solo de sus troncos es tan grueso como un edificio y tan duro como el metal pesado.