Capítulo 8. Una cruz que no será encontrada.
Su respiración era lenta, cada posible solución paso por su cerebro de forma instantánea.
Alastor se corono como un mago de rango superior, había dominado tres elementos naturales y era diestro en el uso de la espada, comparándose a su antiguo yo, ahora comprendía el peligro en el que estaba.
Ideó un plan rápido mientras Tris se ponía en guardia, una gota de sudor frio bajo desde su frente.
"Ella está asustada" recalco para sí mismo.
Pensó y pensó, milésimas de segundos bastaron para hacer lo más óptimo.
"Si ella aún no ha huido y tiene miedo, no tengo derecho de dudar, no cuando una chica tan impertinente tiene más ganas de pelar que yo." Con esa reflexión en mente relajo su postura.
Bajó su espada y dio dos pasos adelante.
—¿Que harás? —pregunto Tris.
Alastor conjuro en silencio, un verso fue reducido a una palabra y esa palabra se transformó en círculos mágicos, bailaron en el aire como circuitos en espiral.
—[Magia superior de fuego: Lanzas ígneas] [Magia intermedia de tierra: Trincheras fangosas] [Magia intermedia de viento: aumento de oxígeno]
Lanzo tres hechizos.
Y tres cosas pasaron.
Primero la tierra tembló con brusquedad y después se hundió mientras los insectos eran tragados por el desnivel.
Después, de los circuitos mágicos salieron disparados centenares de proyectiles que carbonizaron a los insectos atrapados dentro de las trincheras, todos cayeron presas del fango.
Cuando la ronda termino, el fuego fue intensificado en una braza arrolladora que terminó de rematar al 87% de los insectos.
El aumento repentino de oxígeno hizo que el fuego se elevará como un pilar hasta el cielo.
—Eso, bueno, wow —soltó Tris incómoda.
La chica sabía que Alastor era poderoso pero un mago capaz de lograr tal efectividad en combate debería ser un aclamado maestro, no un simple explorador.
Incluso entre los magos, él tenía una potencia de fuego poco común, quizá rivalizando en poder con los magos de la iglesia. En su corta estadía dentro del ejército nunca conoció a un mago capaz de ejecutar tres magias a la vez, solo había oído rumores de los capitanes de las tropas aerotransportadas.
—No es importante —Alastor soltó el aire de sus pulmones —, todavía quedan insectos, no rodearon la zanja, están cruzando por las zonas derrumbadas y vienen hacia aquí.
—¿Cuántos son?
—Mil o mil quinientos, es difícil porque se están dividendo en grupos.
Alastor podía distinguir un poco el éter de los insectos pero no podía ubicarlos en tiempo real, solo el rastro que dejaban.
A sabiendas de que volar toda la zona con otro ataque no serviría con tan pocos, recupero el agarre de su espada y desplegó otro conjuro.
Esta vez una muralla artificial de tierra se levantó por todo el bosque interior bloqueando el camino, entre los carrizales estacas de roca emergieron de la tierra. Al poco tiempo también lo hicieron en la Barrera.
Logró con éxito desviar el curso de todas las hordas hacia ellos.
—¡Tris, yo cubro tu espalda y tu cubres la mía! Aunque sean muchos eso no significa que sean poderosos.
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La resiliencia de Zafril
FantasySinopsis: En un mundo al borde del colapso, dos exploradores vuelven a cruzar caminos. Zafril una veterana y Alastor un joven collar de plata, tendrán que aliarse para rescatar de lo profundo de unas antiguas ruinas, una poderosa reliquia que podría...