𝑺 𝒐 𝒍 𝒖 𝒄 𝒊 𝒐 𝒏 𝒆 𝒔 𝒓 á 𝒑 𝒊 𝒅 𝒂 𝒔

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Harry despertó, debía alistarse para las clases de ese día, miró a su lado buscando a su escarbato, pero para su nula sorpresa, Mino no estaba.

Suspiró antes de levantarse ¿En qué momento consideró que dejar al escarbato fuera de su jaula era una buena idea? Puso ambas manos en su cara por la frustración, estaba apunto de malumorarse a esas horas de la mañana, pero escuchó un ruido bajo la cama; decidió agacharse para saber que era el causante de ese ruido y encontró (afortunadamente) a su pequeño escabato ahí.

—¡Mino! ¡Oh Merlín Mino! Pensé que te habías ido —Harry sintió un alivio enorme al ver a su pequeña mascota en su jaula junto a las cosas brillantes que el mismo Mino había recolectado.

Harry estaba que no cabía de la alegría, sin embargo había algo extraño en la jaula de Mino, era algo que no brillaba, cosa que le era bastante extraño, Mino siempre ha recolectado cosas brillantes.

—¿Qué es eso de ahí Mino? —preguntó Harry mientras estiraba su mano hacia la jaula— ¿Qué tienes ahí, eh?

Mino se alejó del objeto y dejó que Harry lo tomara, cuando lo tuvo en sus manos era extraño, era como una tela delgada y parecía largo, lo sacó de debajo de la cama para verlo con más claridad y al percatarse de qué era quiso asesinar a su escarbato.

Pero se preguntaba aún así ¿Por qué lo habia hecho? Ni siquiera era brillante y ¿De quién era para ser sincero?

—Mino, me explicas ahora mismo de quién es esta cosa —Harry levantó una corbata verde y plateada, colores representantes de Slytherin—. No es mía, ni de alguien de aquí ¿A qué Slytherin le robaste esto Mino? ¿Porqué? ¿Para qué la necesitas? Ni siquiera brilla.

Mino soltó un chillido que Harry calló por temor a llamar la atención.

—Escuchame Mino, dime de quién es esto —dijo Harry calmadamente.

Mino subió hasta su mesa de noche y comenzó a tocar una libreta amarilla que tenía ahí, Harry no comprendía nada.

—¿Quieres que dibuje algo o...? No entiendo.

Mino soltó otro sonido agudo y señaló la corbata y luego la libreta amarilla, pero su intento fue en vano, Harry siguió sin comprender. Mino trepó por el pijama de Harry hasta llegar a su cabello, desordenadolo más de lo habitual y luego bajando de nuevo a la libreta.

Harry asintió tratando de conectar los puntos.

—Ok, mi pelo, la libreta amarilla y la corbata —dijo en voz alta tratando de encontrar el sentido a eso—. Pelo, libreta amarilla y la corbata, pelo, amarillo, corbata, pelo, amarillo... ¿Pelo amarillo? ¡Rubio!

El escarbato saltó chillando, Harry sonrió ante su descubrimiento, pero pronto la sonrisa se desvaneció al conectar los puntos y entender se quien se trataba el dueño de la corbata.

—¿Por qué Mino? —puso sus manos en la cara— ¿Por qué? Dime ¿Por qué? ¿Te alimenté mal? ¿Te dí un mal lugar para dormir? ¿Qué te hice? ¿Por qué me haces esto? —¿Estaba dramatizando? Un poco tal vez, pero no tenía manera de explicar ese robo de la corbata.

Harry miró el objeto entre sus manos mientras pensaba en alguna forma de devolverlo, no es como que pudiera llegar tan tranquilo con Malfoy y decirle 'Hey Malfoy, mira, tu corbata, mi escarbato el cual SOLO roba objetos VALIOSOS y BRILLANTES se la robo, te la devuelvo'.

—Malfoy tres veces Mino, Malfoy tres veces, primero su anillo, luego intentas arrancarle el pelo y ahora su corbata ¿Te enamoraste de él acaso? —Harry ya rendido se sentó en la cama.

Mino soltó un chillido y se acercó a Harry mientras soltaba su ronroneo característico, tomó la mano donde estaba la corbata y la acercó al cuerpo de Harry.

Harry lo miró y entendió lo que el pequeño animal quería decir.

—¿La trajiste para mí? ¿Por qué?

Mino hizo un pequeños ruido y corrió bajo la cama, seguido por Harry, curioso por saber qué pasaba por la mente de su escarbato. El pequeño escarbato le enseño su jaula decorada por las cosas brillantes que el recolectaba, invitando a Harry hacer lo mismo con la corbata.

—¿Quieres que decore mi cama con esto?

Mino saltó cuando Harry comprendió su idea, entonces Harry rió de ternura por su escarbato.

—Mino, esto... Mira, yo soy un humano, los humanos no hacemos eso ¿Y esta corbata porqué de todas formas? —suspiró—. Gracias Mino, pero tengo que devolver esto de alguna forma.

Cerró la jaula del pequeño escarbato, asegurándose que no saliera y comenzó a alistarse, estaba seguro que llegaría tarde, había perdido mucho tiempo con Mino.

・・・

Harry entró corriendo al salón de transformaciones, con la profesora McGonagall con una cara severa y reprobatoria lo miraba desde su escritorio.

—Señor Potter, que magnífico que se haya dignado aparecer ¿Alguna sorprendente hazaña que justifique porqué ha llegado tarde? —la profesora sonaba extremadamente molesta, que le daba mucho miedo contestar alguna cosa.

—Lo lamento profesora McGonagall, no se volverá a repetir —alcanzó a pronunciar el azabache.

La profesora lo escaneó de pies a cabeza.

—Ya puede sentarse señor Potter, que no se vuelva a repetir o me veré obligada a convertirlo en un reloj de mano, para ver si así si logra llegar temprano.

Harry sintió tremendo deja Vu de su primer año con lo que había dicho la profesora. Harry asintió levemente u caminó hasta sentarse con un Ravenclaw.

Aunque Harry estuviera en esa clase, no podía prestar ni un poco de atención a la clase, estaba muy ocupado tratando de pensar una manera de devolver la corbata que su precioso escarbato le había robado a Malfoy.

¿Lo estaba dramatizando demasiado? Malfoy y él ya se hablaban, pero no estaba seguro de cómo reaccionaría, si es bastante extraño que él tuviera la corbata y que casualmente haya sido su escarbato, quién por cierto está interesado únicamente en cosas brillantes.

Harry puso sus dos manos en la cara y suspiró "Debo dejar de sobre pensar todo" pensó cansado de no poder tomar una decisión rápida a causa de su miedo a arruinarlo todo.

Pequeño Ladrón!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora