Pequeño Ladrón!

𝑫 𝒆 𝒔 𝒄 𝒖 𝒃 𝒓 𝒊 𝒎 𝒊 𝒆 𝒏 𝒕 𝒐 𝒔

Ese día en particular estaba de muy buen humor, la noche anterior había sido un éxito, por lo que ese buen humor mañanero no se lo sacaba ni el mismo Merlín.

Harry y Ron caminaban por el pasillo, iban hacia el patio para encontrarse con Hermione y sentarse junto al lago negro un rato, pero en medio del camino, se encontraron con un rubio.

—Malfoy —pronunció Ron.

—Weasley —siseó Draco.

—Potter —murmuró Harry.

—¿Necesitas algo Weasley? ¿O me detienes para pedirme limosna? Porque si es así debo avisarte que no doy caridad.

—Jaja que chistoso Malfoy —dijo con sarcasmo—. Prefiero cortarme la mano y venderla antes de aceptar un solo galeón tuyo.

Harry se mantuvo a un lado callado a un lado ¿de qué manera podía intervenir sin hacer la discusión más grande?

Draco y Ron se miraban como si de dos perros enojados se tratara, casi que se ponían a gruñir en medio del pasillo. Malfoy empuñaba su varita, mientras que Ron mantenía sus puños cerrados, listos para aterrizar en la cara del rubio.

Pero antes de que una tragedia sucediera, un prefecto se asomó por la esquina del pasillo, haciendo que ambos estudiantes se calmara para no ser castigados.

—Buenos días —saludó el prefecto de ravenclaw pasando a su lado.

Aunque hubiesen deseado seguir con su batalla posicionados como perros a punto de atacarse, no pudieron ya que la profesora McGonagall estaba justo en el lugar de donde el prefecto de ravenclaw había pasado.

—Hoy no Weasley, pero voy a destruirte cuando tenga la oportunidad.

—Admiro las ilusiones que tienes rubio teñido, pero creerme te haría mierda en tres segundos.

Ron no se quedó a esperar respuesta del rubio y pasó por su lado chocando su hombro con Malfoy, quien se volteó indignado.

—¡Puede que no esté estrechamente relacionado con el mundo muggle, pero sé perfectamente que significa teñido! —dijo—. ¡¡Y yo soy rubio natural!!

Harry quien se había quedado atrás rió por lo que había respondido el rubio, Draco inmediatamente lo volteó a ver molesto.

—Ah Potter —dijo relajando sus facciones—. Hola, lamento no haberte saludado antes, ya sabes estaba en cierta situación.

—Hola Malfoy, tranquilo —respondió extrañado, no esperaba que el rubio siguiera hablándole después de su disculpa la noche anterior.

—¿Sabes? Me gustaría que nos volviéramos a reunir en la Torre de astronomía.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque me gustó mucho pasar tiempo contigo —el rubio sonrió y comenzó a caminar en dirección contraria a Harry quien estaba asombrado—. Te enviaré una nota para avisar la hora y el día. Nos vemos Potter.

—¿Ok? —murmuró confundido en medio del pasillo ahora vacío.

—¡Harry vamos! —lo llamó el pelirrojo.

Harry alcanzó a Ron y caminaron en silencio hasta el patio de la escuela, donde varios estudiantes se encontraban en su descanso

—Mira allá, parece que Lisa Turpin ha crecido un poco ¿no? —mencionó el pelirrojo—. Pero para los lados, Merlín, cada día que la veo tiene como diez kilos más encima.

—Ron, hacer ese tipo de comentarios hacia las personas no es agradable —replicó Harry molesto.

—Ella no me está escuchando, aparte ¿quién la manda a descuidarse tanto? —Suspiró—. Vaya que ha este paso nadie la va a querer.

—¡Ronald Weasley, cierra la boca de una vez o voy a irme y dejarte aquí solo! —habló harry completamente enojado—. Escucha ahora, no puedes hablar del físico de las personas, no hagas comentarios que no te pidieron, aunque no te escuchen, no importa, es respeto básico ¿Qué acaso no te lo enseñaron en casa?

Ron se encogió de hombros y miró a Harry.

—No lo sé, mi madre debe de estar muy ocupada con mis otros seis hermanos —contestó molesto.

—¿Qué te pasa? ¿Porqué te estás comportando así hoy?

—¿A mí? ¿Qué es lo que te pasa a ti? —señaló al pelinegro—. Saludas a Malfoy como si fueran amigos de toda la vida, no me ayudas cuando el idiota estaba diciéndome cosas ¿y ahora vienes a renegar cuando solo digo la verdad? No jodas Harry.

El moreno abrió la boca sorprendido por lo que su amigo había dicho.

—¡Malfoy me saludó y yo por amabilidad lo respondí!

Ron soltó una risa sarcástica y miró a Harry.

—¿Amabilidad? ¿De cuándo acá eres tan amable con ese idiota eh? —espetó molesto— ¿Qué es lo que pretendes Harry? Malfoy siempre ha sido un idiota con nosotros ¿ahora si quieres que sean los mejores amigos o qué?

—No seas imbécil Ron.
 
—Sí claro, ese soy yo, Ron Weasley, el imbécil mejor amigo de Harry Potter ¿no?

—¡Sabes que no quiero decir eso! —Harry se pellizco el puente de su nariz—. Todo esto empezó porque hiciste ese comentario tan fuera de lugar y yo te corregí ¿Porqué hiciste ese comentario en primer lugar? Tú no eres así Ron, nunca habías hecho un comentario tan feo.

—Vaya, entonces no sabes absolutamente nada de mí Harry.

—Ya lo veo... De verdad eres un idiota Ron —murmuró—. Mira, no sé qué es lo que te pasa, pero cuando te calmes puedes ir hablarme, estaré en la sala común con alguien que tiene un poco más de razonamiento y eso que es un escarbato.

Harry miró mal al pelirrojo y se dió la vuelta para irse molesto, Ron no tenía intenciones de detenerlo en su camino, por lo que continuó por el largo pasillo que lo llevaba de vuelta al castillo.

No entendía porqué Ron se había comportado de una manera tan idiota, le había reprochado por haber saludado a Malfoy, hizo ese comentario tan desagradable del cuerpo de Lisa Turpin, no lo entendía.

—¡Potter!

Harry salió de su burbuja de pensamientos y se volteó para mirar quién lo había llamado, tras de él estaba el rubio que hace rato había dejado en el pasillo; su pregunta era ¿Qué hacía Malfoy ahí de pie tras de él? ¿Cómo sabía que estaba ahí exactamente? ¿Acaso lo estaba espiando? Muchas preguntas, pocas respuestas.

Suspiró y se acercó un poco al rubio.

—¿Qué pasa?