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El suelo enmoquetado es lo primero veo al abrir los ojos, reconozco el salón del piso de la tía Effie, así que supongo que los matones de Marie Snow saben donde vivo yo y todos mis familiares.

Un escalofrío me recorre la espalda al pensar que estoy vigilada.

Con un poco de paciencia y maquillaje robado consigo disimular el moratón de mi ojo exitosamente y la herida del labio no se ve si tengo la boca cerrada, así que decido decirle a la tía Effie que me he mordido sin querer, mentira que cree sin pensárselo dos veces.

A lo largo de la semana he ido levantándome antes que ella para disimular el moratón y así no tener que dar explicaciones, pero el Lunes se acerca y con él mi partida al internado, no es que no me haga ilusión, en realidad ir o no me da bastante igual, yo no pensaba estudiar, yo quería trabajar cazando como mi madre, pero ellos han decidido que me iría mejor con estudios, ahora que puedo cursarlos.

Mamá me enseñó a cazar desde pequeña, soy buena con el arco pero no tanto como ella, aun así papá a veces me llama sinsajito de broma, y a ella no le hace nada de gracia.

El Domingo por la tarde recojo todas mis cosas y las guardo en la "maleta", si es que a la bolsa enorme que llevo se le puede llamar así.

- ¿Has llamado a tus padres ya? - lo cierto es que prometí a papá llamarlos una vez a la semana, y aún no lo he hecho.

- No, la verdad es que se me había olvidado - murmuro cogiendo el teléfono fijo que tiene tía Effie en el salón, el número de mi casa es como recordar mi nombre, sale solo.

"-¡Jude! Por fin, pensaba que no ibas a llamar nunca, ¿que tal el Capitolio?, ¿y la tía Effie? -

"- Hola papá, perdón se me había olvidado por completo llamaros, el Capitolio está igual que siempre y la tía Effie está bien, por fin ha aprendido a cocinar - suelto una pequeña risa y suspiro - ¿Y mamá? - la verdad es que quería que mi voz sonase más segura pero la pregunta termina saliendo como un pequeño susurro.

- Está... bien, sobrellevando la habitación vacía, sabes que no lleva bien que la gente se vaya, lleva dos noches despertándome para preguntarme si has muerto y por eso ya no estás - se le escucha carraspear al otro lado del telefono y guardo silencio intentando comprender lo que acaba de decirme - Pero bueno, quitando eso todo está bien, Cinna quiere hablar contigo creo - se escucha un pequeño "¡Sí quiero!" Y automáticamente las interferencias de que se están pasando el teléfono de mano.

"- ¡Hola Jude! Tienes que contármelo todo - mi hermano sigue hablando por el telefono mientras reprimo una risa, habla demasiado rápido y con demasiado entusiasmo, de la mitad de preguntas solo pillo un par de palabras y ya no recuerdo que es lo primero que me ha preguntado.

"- Oye enano relájate, ya no se ni que es lo que  me estás preguntando - rio un poco y miro por la ventana del salón - La comida está bien sí, aun no he visto el internado, te enviaré fotos por correo si así lo quieres, aun no tengo amigos y dudo que los tenga pronto y no, no me he puesto el pelo rosa... no Cinna, ni hoy ni nunca - la conversación dura un par de minutos más y cuelgo cuando se acerca la hora de ir a la parada de autobús.

Effie me lleva a la estación en coche otra vez y se espera conmigo hasta que subo al autobús.

- Lleva cuidado querida, recuerda que el uniforme es delicado, no lo metas a la secadora, y ordena tu cuarto, eres muy desordenada - sonrío abrazándola, le doy un sonoro beso en la mejilla y me subo al autobús.

En el autobús no reconozco a nadie así que aprovecho la hora y media de trayecto para dormitar sobre la ventana.

El internado es una casona a las afueras del Capitolio que antes era una Universidad, no entiendo por qué dejó de serlo pero seguro que se debe a la guerra, todo se debe siempre a la guerra.

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⏰ Última actualización: Feb 02 ⏰

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Ascuas (Los Juegos del Hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora