Chapitre quatre

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Días después, la rutina en la mansión continuaba con la entrega regular de ramos de tulipanes. Bertram, el fiel mayordomo, recibía el décimo de la semana con una familiaridad que no dejaba de intrigar a Lukas.

El repartidor beta, como un engranaje bien aceitado en la maquinaria de la vida de la familia, extendió el papel para la firma de Bertram, quien aceptó el ramo con una inclinación de cabeza.

Bertram regresó a la casa y colocó el nuevo ramo en la mesa de café de la sala, uniéndose al desfile de flores que ya adornaban el espacio. Lukas, siempre curioso, bajó las escaleras y se encontró con la escena floral.

"Ber, ¿cuándo me dirás quién le envía flores a mamá todos los días?" preguntó Lukas con una sonrisa pícara.

Bertram le lanzó una mirada intrigante. "Cuando dejes de decir que los árboles se te salen por el camino mientras manejas."

Lukas respondió con una risa fingida e intentó tomar el ramo como un niño travieso.

Bertram le dio un manotazo juguetón. "Deja de ser metiche."

Lukas se quejó y se retiró, subiendo a su habitación. Mientras tanto, Louis, que había estado en la cocina, salió para apreciar el nuevo ramo de tulipanes. Esta vez azules.

Inhaló profundamente, capturando el distintivo aroma de Harry que impregnaba las flores. Tomó la tarjeta adjunta y comenzó a leer las dulces palabras escritas por su amante.

"Lou...si te sientes mal yo solo quiero hacerte más feliz, farfalla/mariposa...desearía estar ahí y hacer más feliz, bebé...te extraño. Prometo volver pronto."

Louis sintió que su corazón latía más rápido mientras leía, una sonrisa juguetona curvando sus labios.

P.D.: El verde resalta tus ojos.

"Siempre tuyo, Harry," leyó la firma, Louis, para sí mismo, aferrándose al mensaje lleno de afecto.

Le había mencionado a Harry solo una vez que le gustaban los tulipanes, y el alfa estaba llenándolo de ellos...Harry sin duda era la meta de todos los y las omegas.

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Lukas rápidamente respondió a la llamada de FaceTime en su iPad tan pronto como ingresó a su habitación.

La pantalla se iluminó con la imagen de Harry, y Lukas se acomodó en su cama, rodeado por Louis y Soleil.

"¡Harry!" Exclamaron todos al unísono.

El cantante respondió con una sonrisa radiante y les lanzó un beso virtual. "Omegas bonitos, ¿cómo están?"

"Extrañándote..." Soleil sonrió, y Harry respondió con un beso fraternal que generó una cálida sonrisa en Louis.

La charla fluyó, sumergiéndose en temas que apasionaban a todos, desde la fórmula 1 hasta los detalles del tour de Harry por América. El ambiente estaba lleno de risas y complicidad virtual, creando un vínculo que trascendía las distancias.

"Pronto nos veremos..." prometió Harry con una chispa traviesa en sus ojos verdes.

Los mellizos se emocionaron aún más cuando su madre añadió: "Pronto" y miró a Harry con una sonrisa sospechosamente cariñosa.

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Harry cumplió su palabra, reuniéndose nuevamente en L.A tres días después.

El abrazo del alfa envolvió a los tres omegas con una sonrisa afectuosa en sus labios, mientras depositaba dulces besos en sus frentes.

"Omegas bonitos, me alegra mucho verlos." Harry juró, sellando sus palabras con cariño en las frentes de sus chicos.

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